Dependencias no resuelven confusión por tarjetas Bienestar
Carolina Gómez Mena
El cambio de tarjeta de la Pensión de Personas Adultas Mayores de la banca privada a la del Banco del Bienestar a algunos derechohabientes les ha ocasionado contratiempos. Mientras antes cobraban sin problema, ahora el dinero “no cae”.
Es el caso de Modesto Pedraza Hernández (70 años), delgado, pequeño y con temblores en los brazos. Sentado en la banqueta frente a la sucursal del Banco de Bienestar de Santa Cruz Meyehualco, manipula un sobre amarillo con sus documentos y cuenta a La Jornada que alrededor del 9 de mayo su pensión tendría que haber sido depositada, pero no fue así. Fue al cajero en dos ocasiones y no hay dinero.
En abril recogió la Tarjeta de Bienestar porque le llamaron de la Secretaría de Bienestar para hacer el trámite y acudió al módulo del deportivo Santa Cruz. Durante dos años cobró con el plástico de Banamex y nunca tuvo esas dificultades; ahora se siente confundido por la incertidumbre de no tener dinero para comprar sus medicamentos, tampoco pudo hacer cita para una endodoncia.
Modesto padece parkinsonismo secundario debido a que le recetaron fármacos en dosis inadecuadas durante la pandemia. Vive con su nuera y su hijo y asegura que con el dinero también compra comida.
En las llamadas al Banco de Bienestar y a la dependencia “se echan la bolita y no nos resuelven”. En los estados de cuenta de la tarjeta de Banamex y del Banco del Bienestar no hay ningún depósito.
No es el único. La falta de pago en Bienestar es tema de conversación en filas de sucursales y módulos de la dependencia. En la citada sucursal, otra derechohabiente en silla de ruedas cuenta una historia parecida. También recogió su tarjeta en abril, y “no hemos cobrado”, por eso fue a formarse a pleno rayo de sol, “a ver si nos resuelven”.
En otra sucursal, en Culhuacán, alcaldía Coyoacán, Héctor (68 años) cuenta que recogió el plástico de Bienestar a fines de marzo, y “estoy batallando, porque no hay depósito”. Verificó el saldo de la tarjeta con que cobraba antes, pero “tampoco hay dinero”.
En el módulo ubicado en el Monumento a la Revolución, una servidora de la nación dijo a este medio que “deben pasar dos meses y cinco días” para que depositen en el nuevo plástico, pero eso no es lo que se les dice en las líneas telefónicas ni el banco de la dependencia.
Algunos adultos mayores cuentan que cuando “no sabemos o tenemos dudas” piden informes a los policías que resguardan las sucursales, porque “algunos sí saben” o se consultan entre ellos.
Otros aseguran que si pasan tres bimestres “y no sacas el dinero, te suspenden, y luego cuesta darse de alta otra vez; le pasó a una vecina que estaba juntando dinero para comprar una silla de ruedas”.
Algunos creen que si no retiran el dinero se los quitan. Esto último no ocurre, precisó la secretaría.
Para resolver dudas, la dependencia está estableciendo comités de Programas de Bienestar en todas las sucursales bancarias.