Rocha Moya y el modelo de “gobernante cascarrabias”
Álvaro Aragón Ayala
La dirigente estatal del Partido Revolucionario Institucional, Paola Garate Valenzuela, dijo que el modelo de gobierno que Morena ha impuesto en Sinaloa “se ha ido desnudando por la pujanza de sus vicios propios” y calificó a Rubén Rocha Moya como un “gobernante cascarrabias que se auto-percibe como dueño de toda la razón y la autoridad moral, que le dota de la potestad de negar los problemas de la gente o bien para rehuir de su resolución o para descalificar públicamente a la sociedad derechosa”.
En un enjundioso artículo titulado “Sinaloa gobernado por un cascarrabias” difundido por un medio de comunicación sinaloense, Paola Garate sostuvo que el modelo de gobierno que Morena ha impuesto en los poderes públicos “se ha notado (en) quien encabeza el Poder Legislativo en la persona de Feliciano Castro (y) en quien tiene la titularidad del Ejecutivo Estatal, su jefe y amigazo Rubén Rocha Moya”.
“En medio de las muchas problemáticas sociales y de inseguridad que Sinaloa enfrenta en estos momentos, la sociedad esperaría contar con mujeres y hombres con al menos de encarar con asertividad los retos que estos traen consigo”, escribió y añadió, pero por el contrario, los medios de comunicación, productores agropecuarios, mujeres violentadas sexualmente y bajo otras modalidades y las personas afectadas por las pasadas tormentas tropicales han padecido “la indolente postura del ‘gobernante cascarrabias’”.
La dirigente estatal del PRI señaló que la Cuarta Transformación “que más bien ha sido (de) destrucción se limita a ejercer un poder, ‘aspiracionista’ en su modalidad absoluta, que en principio pregona la austeridad y, en su extremo más incongruente, valido que, en la vida personal de los allegados, se incumpla con arrebatos de vida cara”, como lo demostró la presencia de “la primera hija del Gober” en el pasado Gran Premio de México, “junto al bodoque hijo de AMLO, inefable José Ramón López Beltrán”, conocido como el ocupante de la Casa Gris de Houston y “porque se casó con una persona que tiene mucho dinero”.
Pero en lo que a Sinaloa importa, Paola Garate abundó que no es sólo el modelo del “gobernante cascarrabias” deliberadamente sea un polo de ataque a la sociedad en todas las direcciones, sino que esa postura esté puesta a la venta como oferta política, porque ya se sabe que al principio se vende con la envoltura de “señores”. El modelo rochista “posiciona exclusivamente a hombres y en menor medida a mujeres que en exclusiva los validan y protegen, como Tere Guerra o Sara Bruna Quiñónes”.
Esos “señores” -escribió Paola Garate- “pregonan la imagen de personas sonrientes, apapachadoras, dechados de virtudes, sufridos luchadores sociales, incólumes hombres de leyes, pero al final ya comprados electoralmente, las evidencias públicas sacan a la luz su autoritarismo, su cerrazón, su mal genio, y su servilismo hacia el poder oficial y central, por encima de su responsabilidad de gobernar con apego a la legalidad vituperada a diario”.
La líder priista sostuvo que “esa farsante oferta política de Morena, hoy pretende peligrosamente continuar con su reproducción. Comienza a hacerse sentir con el posicionamiento de personajes del primer circulo de Rocha Moya, esos que dicen guardar un bajo perfil, que se dicen ajenos al papel político, pero que en vías de fortalecer el proyecto que los acoge dicen ‘escuchar el llamado”.
Paola Garate lanzó al final de su articulo una pregunta: “¿Sinaloa desea en realidad que continue el modelo de ‘gobernante cascarrabias’ o verdaderamente desea gobernantes y representantes populares que luchen auténticamente por las causas populares?