Ataque en manada contra la alianza PAS-PRI-PAN-PRD
Álvaro Aragón Ayala
La alianza para ganar del Partido Sinaloense con el PRI, PAN y el PRD desquició a Rubén Rocha Moya porque de acuerdo a los diagnósticos electorales significa la derrota anunciada de Morena y los candidatos del gobernador en los comicios del 2024. La reacción fue el ordenar el “ataque en manada” contra la asociación de los cuatro partidos, la cual provocó una depresión electoral en la dirigencia estatal de Morena que raya en la paranoia.
Rubén Rocha Moya, quien atraviesa por un grave problema de credibilidad por la alta corrupción que se anida en su gobierno, alzó su voz, irritado por la nueva sociedad PAS-PRI-PAN-PRD demostrando su desacuerdo e intentando menguar la fortaleza de esa alianza política que pronostica negros tiempos para Morena-Rocha. El mandatario estatal mantenía la esperanza de que su aliado Manuel Clouthier Carrillo, copropietario de Noroeste, rompiera la unión partidista.
Víctima de la ansiedad que le provoca el análisis de una derrota anunciada con la suma de alrededor de 160 mil votos del PAS que se pudieran duplicar o triplicar a favor de los candidatos de la alianza opositora, el gobernador mandó destruir periodísticamente el corporativo electoral. En manada, funcionarios estatales, diputados de Morena, algunos columnistas morenistas y periodistas pagados que han colonizado los medios impresos, plataformas digitales y ciertos espacios de radio y televisión, de inmediato comenzaron a buscarle chichis a las culebras.
El análisis del contenido de los “trabajos periodísticos”, todos en “posición de ataque estratégico” contra el PAS-PRI-PAN-PRD, revela que las únicas armas con las que cuenta Rubén Rocha para revertir el anunciado descalabro electoral 2024, son los medios de comunicación que ha comprado con millones de pesos del erario. Las razones para que los candidatos de Morena pierdan la próxima elección radican en la alta corrupción del gobierno rochista y su proclividad a la judicialización, criminalización y persecución política.
En las entrañas del gabinete rochista y en Morena estatal escalan los síntomas de ansiedad, desánimo, indignación, rabia, frustración, ira, irritabilidad, anorexia, pesadillas, insomnio, etc. La sociedad para ganar del PAS-PRI-PAN-PRD los desquició. No faltó por ahí un loco que pensó en la posibilidad de inventarle delitos a Marko Cortez, Jesús Zambrano y Alejandro -Alito- Moreno, para que no vuelvan a pisar tierra sinaloense. El gobernador se pinta solo en materia de fabricación de ilícitos.
En la víspera de la firma de la alianza opositora, los estrategas electorales del PAS, PRI, PAN y PRD elaboraron un estudio-diagnóstico del control que mantiene Rubén Rocha Moya, con el uso de recursos públicos, de los medios de comunicación, el cual arroja que el gobernador orienta o dicta la “línea editorial” contra sus opositores y críticos de la casi totalidad de los noticieros de radio, la televisión, las plataformas digitales y los medios impresos.
El “ataque mediático” en manada ordenado por Rubén Rocha contra la unión PAS-PRI-PAN-PRD evidenció que el gobernador mantiene el dominio, a través de la virilización de contratos de publicidad o de pagos directos que evaden el rastreo fiscal, de la mayoría de los medios de comunicación y de cuando menos el 70 por ciento de los columnistas de los medios impresos, el 70 por ciento de los periodistas que tienen plataformas digitales, el 70 por ciento de los comentaristas de radio y el 50 de televisión.
Con el uso del dinero público invertido en medios, Rocha Moya pretende que se difunda un escenario electoral falso, a favor de él, el gobernador, y Morena, y quiere revertir el impacto y los alcances de la alianza PAS-PRI-PAN-PRD, apostándole a que el “sistema mediático” que él controla rompa el esquema del pluralismo informativo obligado a la imparcialidad en la difusión de la opinión equitativa de las diversas fuerzas políticas.
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