Sinaloa se convulsiona. Gobernador inseguro
Alfonso Carlos Ontiveros Salas
Un gobierno que se aferra a la ilegalidad para perjudicar a la Universidad Autónoma de Sinaloa provoca la confrontación y el repudio social
Ayer tuvo lugar la audiencia inicial un nuevo proceso penal que al igual que los demás sigue siendo el pretexto para atacar políticamente y de manera ilegal a los directivos universitarios ante la osadía de negarse a aceptar la Ley de Educación Superior de Sinaloa.
La Universidad Autónoma de Sinaloa se prepara para los ataques políticos que se tienen preparados en su contra. Ayer se impuso una nueva medida cautelar al Dr. Jesús Madueña Molina y otros trabajadores universitarios para removerlo una vez más de su cargo rectoral.
El gobernador Rubén Rocha Moya no cede. Se le desmorona el Estado por la violencia desmedida que ha estallado en Culiacán y en toda la geografía estatal. La traición ocurrida el pasado 25 de julio con la entrega de Ismael Zambada García al gobierno de Estados Unidos parecen ser la causa de los sucesos sangrientos que ocurren en el Estado.
Rubén Rocha quiere a toda costa el control político de la Universidad Autónoma de Sinaloa. Ha recurrido a diferentes medidas de presión. Empuja fuertemente a los diputados a que aprueben las reformas a la Ley Orgánica de la referida Institución con una consulta totalmente ilegal como arbitraria. La consigna lo dijo Gloria Imelda Félix es sacar la reforma antes de que concluya su gestión en el Congreso el próximo 30 de septiembre.
Los diputados tiran la palabra y deciden reformar. Las reacciones ya iniciaron, las consecuencias para nada le abonarán dividendos al gobierno. La comunidad universitaria uaseña, saldrá a las calles, provocarán presión política mucho más de la que ya viene arrastrando el gobernador con esta violencia que no la pueden detener.
Este día en que los diputados se aprestan a aprobar las reformas a la Ley Orgánica de la UAS, será mas que suficiente para encender la mecha que le puede explotar al gobierno del Estado, como si no tuviera suficiente con el enfrentamiento de los Mayos y los Chapos, cuya sangre corre por las calles de Culiacán.
El odio ya se anidó en la voluntad gubernamental, ordenan citar al Dr. Robespierre Lizárraga Otero al Juzgado de Control para revisarle sus medidas cautelares que también le fueron impuestas de manera arbitraria e ilegal. Lo quieren en el Juzgado a las 13:00 horas porque todo indica que lo quieren remover del cargo como Encargado de la Rectoría de la Universidad Autónoma de Sinaloa.
Le apuestan en el gobierno del Estado desarticular la organización universitaria con la probable remoción del Dr. Lizárraga Otero. Quieren quitar obstáculos porque el relevo institucional de la Rectoría se acerca y ellos quieren participar. Recibirán como respuesta de los universitarios rosalinos la defensa férrea a esa intromisión que violenta la autonomía universitaria. Todo indica que el gobernador y sus sicarios no se saldrán con la suya.
El enfrentamiento de los universitarios contra el gobierno es lo que se ha venido provocado desde los muros del Palacio de Gobierno ¿Le convendrá al gobierno esta confrontación? Políticamente se ha desgastado bastante por la guerra de los chapitos y mayitos. Al gobernador parece que lo han amenazado y eso preocupa a la sociedad sinaloense. Se arraiga en el colectivo social de probables complicidades del poder político estatal y grupos criminales que ahora se pelean por esa traición tan comentada.
Las olas se encrespan aceleradamente. El combustible es muy inflamable y explosivo ¿le convendrá al Gobernador que ocurra la explosión? Si la medida cautelar que le fue ordenada revisar a Robespierre Lizárraga Otero deja en claro que se arrecia la persecución política en su contra.
Si se le remueve del cargo rectoral de seguro algo pasará ¿Resistirá más oleadas la muy desgastada figura política del gobernador? Se acerca la visita del Presidente y de la Señora Electa ¿le convendrá tener alborotada la bitachera universitaria en su contra? La escaramuza se pondrá interesante.
La UAS no se toca, la autonomía universitaria se respeta.
