Dudas poco razonables en la Corte
Pasado mañana se juega en la Suprema Corte de Justicia de la Nación mucho de la credibilidad del sistema de justicia en México. Se discutirá el proyecto de dictamen del ministro Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena para otorgar un amparo liso y llano a los cuatro sentenciados a 50 años de prisión por secuestro, que aparecen en el documental “Duda razonable”, de Netflix
Bajo la dirección del “abogado con cámara” Roberto Hernández, documentalista que también participó en la película “Presunto Culpable”, la película citada cuenta los cinco años de investigación que le llevaron a concluir que cuatro acusados de secuestro en Tabasco, Gonzalo, Darwin, Héctor y Juan Luis son inocentes.
Fueron sentenciados a 50 años de prisión por una acusación falsa, invención de pruebas por parte de la fiscalía de Tabasco y, sobre todo, por un tecnicismo legal, en vista de que no impugnaron una sentencia inicial de tres años de prisión, lo que para los abogados abre una “duda razonable” de su culpabilidad, a pesar de que no hay pruebas contundentes en su contra.
La visibilidad que tomó el caso por el documental de Hernández, difundido en cuatro capítulos por gigante del streaming Netflix, acabó atrayendo la atención social y del Presidente de la República, quien ordenó al secretario de Gobernación, Adán Augusto López (ex gobernador de Tabasco, por cierto) revisar el caso.
Esto llegó hasta la Corte donde parecía no tener vuelta de hoja para que se otorgara el amparo a los acusados, hasta que el máximo tribunal del país mandó una señal preocupante: decidió hacer público el proyecto de dictamen del ministro Gutiérrez Ortiz Mena, lo cual suele hacer sólo cuando los casos se encuentran empantanados o con posturas divididas entre ministros.
“Cuando tienen muy claro cómo van a ser votados, los dictámenes ni los publican, se van directo a alguna de las Salas o al Pleno para seguir su curso normal”, dijo el cineasta/abogado Roberto Hernández, consultado por esta columna.
En el fondo lo que hay es una disputa entre conceptos generales de Derecho y de la Ley. Los ministros votantes que discutirán el amparo promovido el próximo lunes se dividen entre ortodoxos apegados ciegamente a lo que dice la letra de la ley –aunque falten pruebas–, y los más progresistas que dicen que los derechos universales están por encima de toda otra consideración, como ese tecnicismo de que los acusados no apelaron su primera sentencia.
La amplia difusión del documental y el dictamen publicado prueban que, ante la fabricación de las acusaciones, no hay ni siquiera elementos suficientes como para que la SCJN reponga el juicio a todas luces injusto. Sin embargo, parece que todavía no está clara la actuación de la Corte a este respecto.
El lunes se sabrá qué tipo de Corte tenemos: una que cae en argucias legaloides para perpetuar injusticias y fabricación de pruebas y culpables a nivel de juzgados. O una que no avala con su actuación estos procedimientos viciados de origen que, por desgracia, como ha documentado Hernández, abundan en el país.