Mingo Vázquez: breve análisis de la ruta Ahome 2023-2024

Álvaro Aragón Ayala 

Un diagnóstico de primera mano instala, en el escenario político local, a Domingo – “Mingo” –Vázquez como pieza clave en la lucha que se librará por la alcaldía de Ahome, una diputación federal y varias curules locales, a partir de septiembre, mes en que se abrirá el proceso electoral 2023-2024. 

Parido en el sindicato electricistas y convertido en promotor deportivo y activista social, Mingo Vázquez -actual subdelegado estatal de Turismo-emergió en las plataformas políticas mutado en una aplanadora electoral, en un personaje factor, que estuvo a un tris de alcanzar la presidencia municipal. 

Estudiosos de la política indican que Mingo Vázquez, quien primero comenzó a forjar su proyecto político de manera silenciosa y después, a partir del 2019, de modo estridente, ya dejó de ser un político bisagra a poseer una estructura altamente competitiva política y electoralmente. 

En el 2021 entró a la competencia por la alcaldía de Ahome arropado por el Partido del Trabajo, un partido enanizado que no le aportó votos y que únicamente se colgó de su popularidad. En esa contienda, Mingo Vázquez creó un andamiaje electoral apoyado por líderes sociales, promotores deportivos y activistas de la antigua Confederación de Trabajadores de México.  

Ubicado en el segundo lugar de la agresiva justa electoral, por encima del candidato del PRI-PAN-PRD, Marcos Osuna, y abajito de Gerardo Vargas Landeros abanderado de Morena-PAS, el promotor deportivo y social tendrá que deshojar la margarita y decidir que ruta tomará en el 2024. 

Los analistas indican que, dada su alta concentración de votos del 2021, el subdelegado de Turismo obligadamente tendría que renunciar en septiembre próximo para aprovechar el tiempo para aceitar su proyecto político y trabajar acuerdos con líderes sociales y cabezas de grupos que deseen acompañarlo de nuevo en la próxima contienda. 

La ruta que traza Mingo Vázquez es todo un enigma: con el reservorio de votos con que cuenta bien pudiera disputar, con las siglas del Partido Sinaloense, la alcaldía de Ahome con altas posibilidades de triunfo. Los sufragios del PAS fueron decisivos para amarrar la victoria de Gerardo Vargas. O bien abanderar la alianza PRI-PAN-PRD con pocas probabilidades de perder los comicios. 

Sin embargo, los analistas precisan que Mingo Vázquez, quien juega en la cancha de Morena y en el equipo de Rubén Rocha Moya en una posición no muy holgada para destacar en el gabinete estatal, sabe que es un hombre de poder en Ahome, considerando que los votos son fuerza electoral y son los que determinan triunfos y derrotas. 

No es remoto, entonces, que el CEN de Morena y el gobernador Rubén Rocha Moya lo incorporen a su equipo político-electoral en el 2023-2024, bajo el entendido de que representa un grupo político competitivo. El dilema estriba en la contextualización de Mingo en el grupo rochista. 

En el nuevo escenario, a finales del 2023 y a principios del 2024, Mingo Vázquez deberá sentarse en la mesa de las negociaciones de los partidos políticos no en calidad de empleado del gobierno estatal ni de conocido de Rubén Rocha, sino como jefe de un grupo político de Ahome. 

Tendrá que decidir si buscará la alcaldía contra los proyectos de Morena-Rubén Rocha, otra vez por el PT o por el Movimiento Ciudadano o por el PRI-PAN-PRD o acepta ser postulado por Morena candidato a diputado federal o local, con acuerdos para incorporar a miembros de su equipo en regidurías y cuando menos otras dos curules locales. 

Para negociar Mingo Vázquez deberá gozar de libertad política y laboral y tocar otros planos más elevados de la política estatal y nacional para poder pactar con soltura y no depender de las decisiones que le hacen llegar de manera triangulada desde la secretaría general de Gobierno o del corruptísimo Guillermo- “El Químico”- Benítez, empotrado en la secretaría estatal de Turismo.    

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