“Caso Culiacán”: La teoría de la conspiración política
Álvaro Aragón Ayala
La hipótesis política que bordea la conspiración política fraguada desde el Congreso Local para destituir a Jesús Estrada Ferreiro alcanzó estatura de veracidad con la revelación de una fuente fidedigna, Jesús Albino Ramos Ramos, militante de Morena, quien dijo que desde el 6 de diciembre del 2018, en su carácter de asesor de la entonces diputada Graciela Domínguez Nava, Feliciano Castro Meléndrez intentó instrumentalizar denuncias para promover el juicio político contra el otrora alcalde de Culiacán.
Ramos Ramos publicó en su Facebook la revelación que conduce al uso de segundas o terceras personas para fraguar un complot contra quien fuera presidente municipal de la capital del estado. Albino no es cualquier personaje: publica artículos en portales noticiosos; fue Consejero Estatal del PRD y es un activo de Morena, partido al que se afilió el 6 de octubre del 2014, en Mazatlán. Testificaron la matrícula morenista Guillermo –“El Químico”- Benítez y Alfredo Reynaga Chicuate.
La afiliación de Albino Ramos a Morena conmocionó y resquebrajó al PRD-Sinaloa, porque no solo renunció al sol azteca, sino que expresó su vergüenza por la matanza y desaparición de estudiantes en Ayotzinapa y la colusión perredista en Iguala, Guerrero. “No odio ni a Feliciano Castro ni al gobernador Rubén Rocha. No narro lo que sé (sucedió) buscando recompensa, pues si ese fuera mi cálculo lo más conveniente hubiera sido pasarme al lado del poder dominante”, precisa.
En su artículo, Albino Ramos revela las entretelas de la primera reunión en la que Feliciano Castro intentó instrumentalizar a enfermera del sector salud para que promovieran el Juicio Político contra Jesús Estrada Ferreiro. “La reunión la organicé yo y le pedí a mi compañera Marisela (N) convocara compañeras suyas. La intención: crear un grupo leal a la Cuarta Transformación dentro del sector salud sinaloense”, narra.
Con la difusión de una fotografía para respaldar su versión, el morenista señala que “este grupo” presentaría un documento-diagnóstico y su intención política a la líder de la Jucopo, Graciela Domínguez Nava (la cual aparece de negro en la última fila) pero algo salió mal”, pues “apareció Feliciano Castro, (quién en la foto está frente a la puerta) so pretexto ser asesor de la diputada”.
Feliciano Castro “echó por tierra las nobles intenciones de la reunión al tomar la palabra y extensamente intentar convencer a las enfermeras a iniciar un proceso de Juicio Político contra Jesús Estrada Ferreiro, quién acababa de tomar posesión de presidente municipal de Culiacán. “A la sazón, yo estaba distanciado de Estrada Ferreiro y era amigo de Feliciano. Sin embargo, consideré su intentona oportunista, un atentado al grupo que recién se formaba, una altísima traición a López Obrador y un revanchismo inexplicable”, señala.
“Me consultó Marisela y le expresé la necesidad de desentenderse de la solicitud de Feliciano. Las enfermeras decepcionadas, jamás volvieron a reunirse y se llevaron un pésimo sabor de boca al sentirse instrumentalizadas por un hombre al que desconocían. Los rostros desencajados de las enfermeras en la foto, son testimonio facial de su frustración. Los únicos que sonríen son la diputada Graciela y Feliciano”, explica.
Y remata: “desde entonces (el 6 de diciembre de 2018) y con este método de azuzar mujeres, Feliciano ha llevado a cabo su intención de sacar de la competencia política al abogado Estrada Ferreiro. Merecías conocer la verdad. He dicho lo que me consta y ya puedo vivir tranquilo”.
Para Jesús Albino Ramos el principal activo de Estrada Ferreiro es el dominio público en todo Sinaloa de la injusticia que se perpetra en su contra, ya que “no obra en ninguna actuación judicial la certeza popular de que para quitarlo de la escena se ha recurrido a toda la maquinaria del Poder estatal, pero está socialmente acreditada: hasta el más humilde bolero de la plazuela República en Mazatlán, la vendedora de atole en Culiacán o el panguero de Las Aguamitas conoce el trabajo de zapa que perpetró el Congreso del Estado para promover no uno sino ¡dos! Juicios Políticos”.