México, la actitud ante los migrantes
Rubén Aguilar
En nuestro país menos del uno por ciento de sus habitantes es migrante, contra el 16 % en Estados Unidos y el 21% en Canadá, naciones con las que integramos la América del Norte.
Este grupo está fundamentalmente constituido por jubilados de estos dos países, que han decidido vivir a México por las condiciones del clima y porque es considerablemente más barato.
La Encuesta Nacional sobre Discriminación 2022 (Enadis), que realiza la Secretaría de Gobernación (Segob), identifica las actitudes de la sociedad mexicana con relación a los migrantes.
La Unidad de Política Migratoria, Registro e Identidad de Personas (Upmrip), responsable de aplicar la encuesta, percibe prejuicios en la sociedad mexicana con relación a los migrantes.
En su versión, dentro de la población en general se piensa que los migrantes quitan empleo, generan inseguridad y traen enfermedades.
Estas percepciones generan un ambiente de rechazo, xenofobia y discriminación hacia los migrantes, que dificulta su integración en las comunidades.
Propicia también se violen sus derechos humanos y se crean barreras, que dividen y polarizan a las comunidades que los reciben.
La Segob sostiene, con todo, que la percepción sobre los migrantes y refugiados no se divide en blanca o negra sino que existe una gama de matices, que van de la aceptación al rechazo.
Considera también que los medios de comunicación y las redes sociales pueden contribuir a generar una actitud positiva o negativa sobre los migrantes y los refugiados.
Nuestro país, recuerda la Segob, es signataria de acuerdos mundiales y regionales que obligan a respetar y proteger los derechos humanos de los migrantes.
Esto sin importar su nacionalidad y estatus migratorio a fin de garantizar su seguridad y bienestar. El discurso de la Segob es el correcto, pero la realidad es otra.
La política migratoria de México, acordada con Estados Unidos desde el gobierno de Donald Trump, es la deportación de los migrantes, en particular de los centroamericanos.
Los discursos son unos y la realidad es otra. Lo que cuenta, más allá de las palabras huecas, ocurre en la realidad, que podemos constatar todos los días.
Añado un dato de la encuesta: el 65.1 % de los encuestados percibe que, entre la población de la localidad en la que vive, existen prejuicios hacia los migrantes.