Sinaloa: las tres ramas de la estructura criminal más sofisticada
Zósimo Camacho
El Cártel de Sinaloa cuenta con una estructura con tres ramas que se extienden por 20 entidades de la República, señalan documentos de inteligencia militar y civil. Sus actividades no sólo le confrontan con las instituciones de seguridad del Estado mexicano, sino con otras ocho organizaciones delictivas que buscan arrancarle “plazas” en el lucrativo negocio del trasiego y comercialización de drogas.
La cúpula de la mayor y más sofisticada organización criminal en México está encabezada por la rama del líder histórico Ismael Zambada García, el Mayo; la de los hijos de Joaquín Guzmán Loera, conocidos como Los Chapitos, y la de Aureliano Guzmán Loera, el Guano.
Una cuarta rama quedó sin cabeza, con la recaptura –el 15 de julio de 2022– de otro líder histórico: Rafael Caro Quintero, el Narco de Narcos. La expectativa es que esta derivación sea absorbida casi en su totalidad por las otras tres, aunque algunas células podrían incorporarse al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
Treinta y cuatro documentos de inteligencia militar y civil –elaborados entre 2016 y 2022– dan cuenta de la estructura nacional del Cártel de Sinaloa, al que también identifican como Cártel del Pacífico. Los informes y análisis a los que tuvo acceso Contralínea revelan una organización compleja, diseñada para proteger a las cúpulas y, en caso de la detención o muerte de algunos liderazgos, seguir operando.
El documento Situación Actual del Cártel del Pacífico, elaborado en 2020, señala que la organización ha desarrollado el más efectivo “esquema logístico para el trasiego de cocaína y su eventual producción en México, así como la producción de amapola y tráfico de fentanilo y metanfetaminas”.
Subraya que el Cártel de Sinaloa “domina el mercado, producción y trasiego de fentanilo, botín de interés para otras organizaciones, principalmente el CJNG”.
Otro documento, titulado Cuatro Campos de Poder. Sinaloa de marzo de 2022, se detiene en la descripción de las actividades delictivas del Cártel de Sinaloa:
“El cultivo, la siembra, cosecha y trasiego de enervantes (amapola, marihuana y sus derivados), ya sea por vía terrestre, marítima y aérea; elaboración de droga sintética (metanfetamina, heroína y fentanil y/o fentanilo), por medio de establecimientos de laboratorios clandestinos; lavado de dinero mediante empresas fantasmas o ficticias; robo de hidrocarburos; privación ilegal de la libertad; robo de vehículos; narcomenudeo, y asaltos.” (sic)
Agrega que, históricamente, ese Cártel logró “mantener su estructura criminal y logística a través de los recursos monetarios obtenidos por las diferentes actividades ilícitas [que realiza], vinculando a personas con cargos de importancia dentro de las diferentes dependencias federales, estatales y municipales que favorezcan sus intereses y así mantener su hegemonía en las diferentes entidades federativas donde mantienen presencia.”
Este martes inició en Estados Unidos la integración del jurado en el proceso que se sigue en ese país a Genaro García Luna, acusado de proteger al Cártel de Sinaloa. El secretario de Seguridad Pública durante el sexenio de Felipe Calderón fue detenido el 10 de diciembre de 2019, acusado de favorecer al Cártel de Sinaloa.
Clasificados como “confidenciales”, los documentos fueron generados por la Sección Segunda del Estado Mayor de la Defensa y por los Centros Regionales de Fusión de Inteligencia, donde confluyen los trabajos de la propia Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), la Unidad de Inteligencia Naval de la Secretaría de Marina (Semar) y el Centro Nacional de Inteligencia (CNI).
Señalan que las tres ramas del Cártel de Sinaloa se aglutinan en dos bloques. Los define el informe Situación Actual del Cártel del Pacífico: “el tradicional, proclive a la negociación”, donde ubica al Mayo y el Guano, y el que encabezan los Chapitos, “que es más violento”.
También señala que el Mayo optó por respetar el coto de poder de los hijos de Joaquín Guzmán Loera, el Chapo, para “atenuar las diferencias”.
Todos los documentos advierten que las ramas actúan de manera coordinada y tienen la capacidad para llegar a acuerdos y no romper la unión del Cártel de Sinaloa. Los conflictos al interior “suelen acotarse a espacios geográficos limitados, entre células o grupos afines que no escalan a la cúpula de las vertientes”.
De acuerdo con el documento, Los Chapitos insisten en dominar sobre el resto de las ramas para lograr una mayor expansión. Pero Ismael Zambada continua “con su estrategia de negociación para evitar conflictos internos, con la intención de posicionarse como líder hegemónico”.
Los cuatro liderazgos operan desde Sinaloa, aunque en el caso del Mayo se presume que se mueve por la sierra del Triángulo Dorado, como se conoce a un vasto monte en los límites de Sinaloa, Durango y Chihuahua.
Los Mayos
Esta rama está encabezada por Ismael Mario Zambada García, el Mayo. Privilegia la negociación, bajo el principio de que la violencia afecta el negocio. Busca no llamar la atención de las autoridades.
En Sinaloa opera a través de un exmilitar, desertor de las Fuerzas Armadas. Se trata del ex subteniente de materiales de guerra Iván de Jesús Marcial Baxin, el Teniente o Teni, con mando en Mocorito, Alvarado y Angostura.
Otros mandos medios en el estado son: Mario Gerardo Castro Gaxiol, en Guasave; Iván Ernesto Báez Martínez, en San Ignacio; y Saúl Ernesto Loya Sarabia, en el Rosario y Escuinapa.
Los Chapitos
A esta vertiente también se le conoce como Los Menores. Hasta el 5 de enero pasado estaba encabezada por tres de los 10 hijos reconocidos de Joaquín Guzmán Loera, el Chapo: Archivaldo Iván Guzmán Salazar, el Chapito; Jesús Alfredo Guzmán Salazar, Alfredito, y Ovidio Guzmán López, el Ratón. La detención de este último fue un golpe que resintió todo el Cártel y, particularmente, esta vertiente. Es la que más tiende a la violencia. Operan desde los alrededores de Culiacán.
En Sinaloa opera en el municipio de Choix, con Adelmo Núñez Molina, quien se hace llamar el Señor, el Cero o el Lemus. Otros liderazgos medios son: Miguel Valerio Cervantes Tapia, en Mocorito y Angostura; Héctor Román Angulo; Efraín Trejo Retamoza, en San Ignacio, Cosalá, Tamaula y San Dimas.
Los Guanos
Esta facción está encabezada por el hermano del propio Chapo: Aureliano Guzmán Loera, el Guano. No llegó a un acuerdo con sus sobrinos y, sin romper con el Cártel, cuenta con su propia estructura. Opera desde el municipio de Badiraguato.
Tiene ramificaciones en Baja California, Chihuahua y Guerrero.
Conflictos internos
Numerosos reportes de inteligencia dan cuenta de enfrentamientos armados entre facciones del Cártel. Sin embargo, se aclara que las disputas se dan sólo a niveles bajos de la estructura. Además, ocurren entre células en un territorio delimitado. También se señala que, por muy intensas que sean las confrontaciones armadas, la cúpula no entra en guerra.
En tres estados ocurren conflictos entre los eslabones más bajos del Cártel. En el caso de Sinaloa, en Culiacán hay disputas entre Mayos y Chapitos, y en Badiraguato entre Chapitos y Guanos.
Con respecto de Chihuahua, la disputa es entre unos de los brazos armados, conocido como Gente Nueva. Unos responden a los Chapitos y otros a los Mayos.
Mientras, en Sonora la lucha en Nogales es entre Mayos y células de la rama que encabezaba Caro Quintero; y en Caborca es entre Mayos y Chapitos.
El documento Situación Actual del Cártel del Pacífico advierte que estas disputas terminan favoreciendo a otras organizaciones criminales, principalmente al CJNG. Esta y otras “intensificarían su expansión en espacios controlados por el CDP [Cártel del Pacífico, como también se nombra el Cártel de Sinaloa]”, en caso de que las ramas persistan en sus diferencias.
Otro documento, titulado Conflicto entre Células del CDP, fechado en 2021, señala que las disputas entre células del propio Cártel han llevado a “calentar” la ciudad capital del estado, Culiacán. Pistoleros de las tres ramas se han enfrascado en disputas, incluso sólo por resentimientos personales.
Destaca el caso de los Rusos y los Ninis. El primer grupo responde al Mayo, con el liderazgo de Miguel Ángel Gaxiola Quintero, el Ruso. El segundo, a Iván Archivaldo Guzmán, encabezado por Néstor Isidro Pérez Salas, el Nini. A pesar de las cruentas disputas entre ambos bandos, “el conflicto no escala a la cúpula de las vertientes del CDP”.
El documento destaca que los afines al Mayo operan con menos protagonismo pero tienen capacidad de ejercer “alto nivel de violencia”.
Agrega que “el Mayo Zambada emplea una estrategia conciliatoria con los Chapitos y de unidad al interior·” del Cártel de Sinaloa, “con el objetivo de posicionar a su vertiente como hegemónica”.
Más de 20 reportes de inteligencia, que informantes recogieron en el terreno, dan cuenta de las disputas entre Mayos y Chapitos que enlutaron a decenas de familias en Sinaloa, Sonora, Chihuahua y Durango. La mayor parte de los enfrentamientos ocurrieron en 2019 y 2020. Incluso urgían la intervención de las Fuerzas Armadas para disuadir la ejecución de masacres en las zonas serranas.
Las guerras con otros cárteles
Las 20 entidades donde actúa el Cártel de Sinaloa son: Aguascalientes, Baja California, Baja California Sur, Campeche, Ciudad de México, Chiapas, Colima, Chihuahua, Durango, Estado de México, Guerrero, Jalisco, Oaxaca, Quintana Roo, Querétaro, Sinaloa, Sonora, Tabasco, Yucatán y Zacatecas.
En nueve entidades tienen lugar las disputas más crudas del Cártel de Sinaloa con organizaciones criminales antagónicas. En Baja California, con el CJNG que se alió con lo que queda del Cártel de los Arellano Félix. Se disputan las rutas del trasiego de droga con rumbo a Estados Unidos y el narcomenudeo en zonas del estado.
Por las mismas razones, en Chihuahua el Cártel de Sinaloa mantiene una disputa con el Nuevo Cártel de Juárez y su brazo armado conocido como La Línea. La particularidad es que el narcomenudeo que predomina es el de las drogas sintéticas.
En Colima, la disputa es con el CJNG por el control del Puerto de Manzanillo. Mientras, en Jalisco incursionó para apoyar a una escisión del propio CJNG denominada La Nueva Plaza.
En el caso de Oaxaca la disputa también es con el CJNG por el narcomenudeo, el trasiego de droga y aquí también por las extorsiones y secuestros.
Otro caso es el de Quintana Roo, el destino turístico internacional más importante del país. En esa entidad el conflicto es con el CJNG el Cártel del Golfo y Los Pelones, una organización local, por el narcomenudeo y la extorsión.
En el propio estado de Sinaloa, el cártel enfrenta la estructura que queda de los Beltrán Leyva. Se disputan las zonas productoras de enervantes (marihuana y amapola) y las rutas de trasiego de droga. Lo mismo ocurre en el estado de Sonora.
Finalmente, en Zacatecas el pleito del Cártel de Sinaloa es con el Cártel del Golfo y dos grupos que derivaron de Los Zetas: Los Talibanes y el Cártel del Noreste. Buscan controlar las rutas de trasiego de drogas, el narcomenudeo y las extorsiones.