Que Feliciano y Luque se disculpen con la UAS

Jaziel Trasviña Osorio 

Por haber traicionado a la UAS, como institución, y a su comunidad universitaria, al fabricar una Ley Superior de Educación Superior para el Estado de Sinaloa, que atenta contra la autonomía universitaria y por haber desatado una campaña de desprestigio contra la Casa Rosalina y el Rector Jesús Madueña Molina, los jubilados uaseños y diputados de Morena, Feliciano Castro Meléndrez y José Manuel Luque Rojas, deben de pedir una disculpa pública a la institución, a sus autoridades y a la sociedad sinaloense. 

Feliciano Castro, presidente de la JuCoPo, y José Manuel Luque Rojas, presidente de la Comisión de Educación y Cultura, fueron paridos y alimentados profesionalmente por la UAS, pero atentan cínicamente contra la institución. Son los cerebros de la elaboración de la Ley de Educación Superior, a un paso de ser publicada en el Diario Oficial del Gobierno del Estado, ley que por su contenido es violatoria a la autonomía universitaria, a la Constitución General de la República y a la Ley General de Educación Superior que norma el funcionamiento de las universidades públicas autónomas del país. 

Agarrados in flagrante, en plena violación a la autonomía universitaria, los diputados sacaron de su imaginario personal una campaña de desprestigio contra el Rector de la UAS para intentar aparecer como víctimas de una supuesta agresión verbal de parte de Jesús Madueña Molina, quien les habría endilgado el mote de “perros”, dicen ellos, pero no revelan porqué. La construcción de la ofensa elevada a la máxima potencia es una “cortina de humo”, un distractor, que impide ver el impacto negativo que tendría para la UAS y Sinaloa la puesta en “operación” de la Ley de Educación Superior.  

Feliciano Castro y José Manuel Luque recurren a un supuesto insulto, al argumento de que el rector, según ellos, los llamó “perros”, para eludir como legisladores su responsabilidad, para esquivar las críticas y las consecuencias de carácter jurídico-legislativo y administrativo y político que acarreará el haber hecho una ley que facilitará el camino para vulnerar la autonomía de la UAS y de la UAIM y la UAdeO y que abrirá la puerta a la desestabilización política de Sinaloa.  

La UAS, la comunidad universitaria y el Rector Jesús Madueña merecen una disculpa pública de Feliciano Castro y José Manuel Luque ya que la institución es referente histórico y académico, legado y patrimonio que orgullece a las y los sinaloenses; las universidades públicas tienen como premisa la libertad de pensamiento y la discusión de ideas, con el objeto intrínseco de contribuir al desarrollo de la vida social y la vida democrática del estado mexicano. 

Merece la UAS, los universitarios y el Rector, una disculpa de Feliciano Castro y Jesús Manuel Luque por su campaña de infamias, de intrigas, calumnias y difamaciones emprendidas antes y después de la elaboración de la Ley de Educación Superior para armar sus argumentos que justifiquen, a su conveniencia, el atentado contra la autonomía a la UAS, principalmente, y de las otras dos universidades autónomas UAIM y la UAdeO, cuyas autoridades no han dimensionado los alcances atentatorios de la ley. 

La elaboración de la Ley de Educación Superior no solo agravia a la UAS, a los universitarios y a su Rector Jesús Madueña Molina; atenta contra la sociedad toda, contra el estado de Sinaloa, y en tal sentido y en congruencia al más elevado concepto democrático y de respeto institucional, dada la gravedad de las ofensas y atentados contra la UAS y las otras dos universidades autónomas de Sinaloa, los diputados deben de reflexionar reivindicando los valores y la vocación legislativa, otorgándole a la Casa Rosalina y a toda su comunidad, a su Rector, una disculpa pública.  

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