El presidente López Obrador es un profeta: Padre Solalinde
Rodrigo Vera
El sacerdote Alejandro Solalinde señaló que trabajará con el gobierno de Andrés Manuel López Obrador sin importarle que, por ese motivo, la Iglesia católica lo expulse del sacerdocio, ya que las leyes eclesiásticas no le permiten a los sacerdotes ocupar cargos gubernamentales.
Durante una charla que ofreció en el Instituto Internacional de Estudios Políticos Avanzados Ignacio Manuel Altamirano, de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG), Solalinde adelantó que, sin importarle la decisión que tome el alto clero, él seguirá colaborando con López Obrador, a quien calificó como un “profeta” que tiene un “amor preferencial por los pobres”.
“No conozco a ningún obispo que nos hable del amor al prójimo como lo hace Andrés Manuel, de amor preferencial a los pobres. Andrés Manuel es un profeta”, dijo Solalinde en ese evento, de acuerdo con lo retomado por el portal Quadratín Guerrero.
El pasado 27 de marzo, en su conferencia mañanera, López Obrador adelantó que Solalinde se haría cargo de la Coordinación Nacional de Asuntos Migratorios y Extranjería (CNAME), instancia gubernamental que sustituirá al Instituto Nacional de Migración (INM).
Ante este ofrecimiento, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), le advirtió a Solalinde que sería expulsado del estado clerical si acepta este cargo, puesto que el Código de Derecho Canónigo les prohíbe a los sacerdotes ser funcionarios de gobierno.
Y quien concretamente se hará cargo de esta expulsión será el obispo de Tehuantepec, Crispín Ojeda Márquez, por ser el superior jerárquico de Solalinde (Proceso 2424).
Ahora, en esta charla con estudiantes de la UAG, Solalinde externó su preferencia por formar parte del gobierno de la Cuarta Transformación, aunque aclaró que será como “colaborador”.
Igualmente, criticó a la jerarquía católica porque ha abandonado a la sociedad mexicana y no le importa que los gobernantes sean corruptos, siempre y cuando se declaren católicos.
También rechazó la propuesta del obispo emérito de la diócesis de Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza, en el sentido de que se debe dialogar con el crimen organizado para disminuir la violencia en la Sierra de Guerrero.