¿Rompimiento total?
Antonio Quevedo Susunaga
A nadie beneficia un rompimiento total como se está advirtiendo entre el gobierno de Rubén Rocha Moya y la Universidad Autónoma de Sinaloa. Los universitarios le perdieron la confianza y la credibilidad al gobernador Rubén Rocha Moya, a pesar de ser exrector.
El gobierno de Rocha Moya ha sido malo, el peor que haya habido en Sinaloa; no tiene proyectos para la entidad, no hay diálogo entre el gobierno y los grupos sociales de Sinaloa. Las formas que hemos visto del actual gobierno ha sido de estados de ánimo, a veces enojado, soberbio, a veces con señalamientos mentirosos, a veces con actitudes que reflejan odio contra sus enemigos, pero lo que sí está comprobado, que se ha perdido la armonía social, independientemente de las formas diferentes que puede haber de pensar.
Es increíble que en este tipo de relaciones entre el gobierno de Rubén y la Universidad que sean los universitarios los que han mostrado más cordura a través del rector doctor Jesús Madueña Molina, que ha sido juicioso a pesar de los ataques sistemáticos y difamatorios que ha sufrido del actual gobierno.
Y ese aplomo está llegando a su límite, al advertir el rector Madueña Molina, que si hay libramiento de ordenes de aprehensión contra universitarios, como han estado amagando la fiscalía y Rocha, entonces tendrán una respuesta de la UAS, y es aquí en donde se romperá el hilo tan delgado que estamos viendo. Un rompimiento de esta naturaleza nos llevará a una ingobernabilidad.
Las informaciones están llegando a las ofensas personales, el gobierno se está metiendo contra los hijos de los exrectores en la UAS y es el mismo trato que los hijos del gobernador reciben en dicha institución, como muchos de sus colaboradores.
Es importante que el gobierno de Rocha Moya le baje a la persecución política, sea por decisión propia o por consigna del presidente Andrés Manuel López Obrador, que no violen la autonomía, como lo están haciendo. Y si esa es la recomendación del presidente Andrés Manuel López Obrador, desde este espacio le comunicó que no es el camino y tampoco los ciudadanos lo apoyarán, aunque esté haciendo un buen gobierno nacional.
Los que llegan al gobierno siempre cambian. Decía el entonces gobernador Don Alfonso G. Calderón, que “hay quienes se suben a un ladrillo y se marean”, ojalá y no sea el caso de Rocha. Ojalá y el cargo no le esté haciendo daño.
El gobernador sabe que no puede seguir gobernando haciendo señalamientos con “verdades a medias” o señalamientos falsos, sin fundamento, como tampoco se puede gobernar dependiendo del estado de ánimo, reflejando en el rostro coraje.
Y si fuera justo el gobernador, debería estar haciendo el mejor gobierno que haya podido realizar cualquier gobierno anterior, con el apoyo que recibió Rocha, debería estar gobernando con una auténtica sonrisa en su cara, no asumir actitudes contra un sector productivo agrícola, que le perdió la confianza y están molesto con él porque se siente traicionado por su gobernador.
Y la gente de Mazatlán, sabe que no se van a fondo contra el exalcalde Guillermo Benítez, porque atrás de estos “negocios que hicieron”, está el hermano y el exgobernador Quirino Ordaz Coppel., que tienen la orden de no tocar.
En todo este contexto, el gobierno de Rubén Rocha, no ha mostrado nunca disposición al diálogo, a buscar soluciones, situación que ha llevado a la confrontación irracional, que está a punto de romper el delgado hilo, de haber rompimiento, esto no tendrá retorno y cada día será más violenta la discusión.
De continuar esta dinámica, va a ocurrir lo mismo que con el gobierno de Antonio Toledo Corro, que se crearon redes “subterráneas de información” para exhibir al gobierno.
El gobierno de Rocha está todavía a tiempo de reconstruir su camino, pensar en el proyecto social, el gobierno no se puede ver como un “botín político y económico”, esos tiempos se deben termi