El negro futuro del partido naranja
Leopoldo Mendívil
Supongo que en sus cálculos habría estado que Samuel García no ganaría ganaría la contienda presidencial, pero sí acumularía suficientes votos como para que Movimiento Ciudadano (MC) obtuviera varias diputaciones y senadurías por la vía plurinominal. En este escenario, MC se convertiría en un interlocutor de peso ante quien conquistara la Presidencia. Pasadas las elecciones, García regresaría a la guberantura de Nuevo León y todos felices.
El escenario no solo no cristalizó, sino que hoy en día tiene un desenlace catastrófico anticipado. ¿Cómo es que usted, un político de gran colmillo, le vio posibilidades a García?
Entre los atributos de don Samuel está su capacidad comunicativa; desenfadado, malhablado y directo, como las redes sociales y el electorado joven demandan. Puede mentir con toda serenidad y da soluciones simplistas a problemas complejos; vamos, un populista de derecha.
La trayectoria política de García es corta, dada su edad. Su llegada a la gubernatura fue producto de que a la candidata de MORENA, la favorita, le sacaran un trapito al sol en el peor momento. Ya en el poder, don Samuel se ha mostrado inflexible con la oposición local, de lo cual di cuenta en este espacio el viernes pasado.
Su novatez, pero sobre todo su carácter, lo llevaron a pensar que con un decreto por aquí, una notificación por allá e ignorando alguna obligación más acá, podía torcer las leyes de acuerdo con sus necesidades. Varias veces lo hizo durante su corto mandato y lo repitió al tramitar su licencia a la gubernatura.
El berenjenal constitucional en el que García ha sumido a Nuevo León todavía no se acaba. Cree que con notificar al Congreso local que regresa a la gubernatura basta para dar por teminado con el interinato de Luis Enrique Orozco. No es así de fácil.
Como usted bien sabe, Orozco fue designado por el Congreso como gobernador interino desde el miércoles pasado; esta medida fue avalada en dos ocasiones por la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Es decir, constitucionalmente Orozco está en funciones.
Asimismo, la licencia de García por seis meses ya está en vigor; sin embargo, es tan inaudito que un solicitante se retracte de su licencia antes de tiempo que, al parecer, no hay un artículo que prevea tal situación para proceder legalmente. Un problema adicional es que ni don Samuel ni el Congreso quieren ceder y Nuevo León, hasta hoy lunes, tiene dos gobernadores.
Aparte de los enredos jurídicos, García estaría promoviendo la resistencia de su gabinete a límites peligrosos, haciéndoles cómplices de desacato a las resoluciones de la SCJN mientras no se suspenda el interinato de Orozco. El sábado por la mañana, el gobernador interino no pudo realizar el pase de lista de la Fuerza Civil de Nuevo León. Tampoco pudo sostener una reunión de gabinete porque no había un alma en Palacio de Gobierno. El punto es que, incluso suponiendo que la notificación al Congreso fuese válida, tales hechos ocurrieron horas ANTES de que don Samuel la enviara.
Para el domingo y ya habiendo mandado su notificación, García reapareció en un evento oficial. Con una amplia sonrisa y una playera naranja fosfo fosfo, fue presentado como gobernador constitucional de Nuevo León. Como si nada… Me pregunto si al no haberse resuelto de fondo la suspensión del interinato, don Samuel está cayendo en ursurpación de funciones.
Nada bueno va a salir de esta aventura.
Aun cuando García retornara al cargo en el corto plazo, la mancha en su trayectoria política prevalecerá en su intención de competir en el 2030 por la Presidencia. Es un cartucho quemado.
En cuanto al partido que usted dirige, don Dante, el panorama es de pronóstico reservado. No se ve cómo pudiera cambiar de rumbo para sumarse a la alianza opositora, pues reiteradamente usted ha declarado que “con el PRI ni a la esquina”. Razones no le faltan; recuerdo bien que en 1996 usted fue encarcelado por desvío de fondos gubernamentales durante su gestión interina en el gobierno de Veracruz. Año y medio más tarde fue absuelto.
Por otra parte, las dos figuras conocidas y atractivas de MC están impedidas para contender por la Presidencia, dado que ya no cumplen con el plazo de haber renunciado con seis meses de anticipación a sus cargos. Me refiero a Enrique Alfaro, gobernador de Jalisco, y Luis Donaldo Colosio, alcalde de Monterrey.
De entre los legisladores, usted podría echar mano de Ivonne Ortega, Amalia García o Patricia Mercado, quienes son medianamente conocidas y cubrirían el perfil de género; sin embargo, dudo que entusiasmen. En cuanto a Jorge Álvarez Máynez, el senador es joven, pero poco conocido fuera de los círculos legislativos y Zacatecas. En última instancia, pues queda usted como posible candidato…
Hoy y mañana habrá cónclave emecista para decidir su rumbo.
Me temo que todo se ve cuesta arriba para su partido.