AMLO y la educación: un sexenio marcado por la improvisación y la falta de proyecto
Fabian Evaristo
Durante su último informe de gobierno, el pasado uno de septiembre, el presidente Andrés Manuel López sostuvo que en materia educativo su gobierno tuvo logros, sin embargo, especialistas contrastan con lo expresado aquel domingo en el Zócalo.
La investigadora del Cinvestav y exprofesora del Center for the Study of Higher Education de la Universidad de Arizona, Alma Maldonado, considera que la política en educación de este sexenio deja varios pendientes y se distinguió por la falta de planeación.
“Creo que lo que ha caracterizado es la improvisación y que al final la política en lugar de fortalecer y mejorar la educación pública, lo único que ha logrado es que las élites de este país se refugien en la educación privada, el mismo presidente tiene a su hijo en una escuela privada”, opina Maldonado-Maldonado.
También considera que una de las promesas de López Obrador fue la de dar marcha atrás a la reforma educativa promovida durante la administración de Enrique Peña Nieto, pero el enfocarse en eso mostró una falta de propuesta.
“Inicia sin un proyecto educativo, su única propuesta era derogar la reforma anterior, entonces cuando tu proyecto es eliminar lo anterior se queda corto porque falta la propuesta porque fue algo que fue construyendo y se le acabó el tiempo y deja muy inconcluso el modelo educativo”, opina la investigadora del Cinvestav.
El presidente resaltó los sueldos de los trabajadores de la educación. López Obrador aseguró que los trabajadores de la educación recibieron un aumento del 48 por ciento en sus ingresos.
De igual forma aseguró que todos los estudiantes de preparatoria de escuela pública reciben una beca, que un millón 32 mil 895 universitarios recibieron una beca de 5 mil 600 pesos bimestrales y que se otorgaron 10 millones 878 mil 500 becas para estudiantes de prescolar, primaria y secundaria.
Sin embargo, en el particular del tema de las becas, la experta en educación considera que la repartición universal no es la solución para mejorar la educación.
“Das un poquito de dinero a todos y no todos lo necesitan y quien lo necesita más no recibe, el doble, tendrías que darle el doble a quien lo necesita y a quien no lo ocupa no darle el dinero”, asegura Maldonado.
Otro de los apuntes que López Obrador resaltó al final de su administración fue la creación de 202 universidades para el Bienestar Benito Juárez, de las cuales aseguró estudian 56 mil 464 estudiantes y que 7 mil 755 han egresado.
Pero la investigadora cree que ese programa es opaco en cuanto la rendición de cuentas, “son programas con mínima transparencia, no sabemos cuántos alumnos, qué estudian, qué están haciendo. La poca información denota programas deficientes de formación de maestros, de instalaciones, no sabemos qué pasa con los egresados, han corrido muchos maestros porque no tienen los mínimos derechos laborales”.
La COVID-19, demoledora
El sistema educativo mexicano fue afectado por la pandemia que afectó al mundo entero entre 2020 y 2021 a niveles nunca vistos, señala en “La educación durante la Covid-19 y después de ella”, publicado por la UNAM con datos de Naciones Unidas.
“El impacto de la crisis provocada por la COVID19 en la educación no tiene precedentes. Ha retrasado el logro de los objetivos internacionales en materia de educación y ha afectado de manera desproporcionada a los más pobres y vulnerables”, concluye el informe publicado por la UNAM.
Una comparación hecha por el docente de la UNAM
Ciro Murayama establece que en el ciclo escolar que inició en el último año del gobierno de Enrique Peña Nieto (2018-2019) había 35.8 millones de estudiantes en el país; de acuerdo con el último informe de gobierno de AMLO, la matrícula en el ciclo 2023-2024 fue de 34.8 millones, casi un millón menos que en el previo.
Como lo dice el informe, el profesor Juan Martínez, trabajador de la SEP, quien fue docente de preparatoria publica, la emergencia sanitaria provocó un rezago que agravó las carencias educativas.
“Tras la pandemia, la educación quedó rezagada en el desarrollo de habilidades socioemocionales y en la adaptación de los estudiantes al regreso presencial, agravando la brecha educativa, ya de por sí todo un problema”.
El estudio sobre las consecuencias de la pandemia también señala que las afectaciones en la continuidad de la educación, así como las disparidades se agravaron fuertemente tras la pandemia.
“La pandemia de COVID-19 ha provocado la mayor interrupción de la historia en la educación y tiene ya un efecto prácticamente universal en los alumnos y docentes de todo el mundo, desde escuelas preescolares a secundarias, instituciones de enseñanza y formación técnica y profesional, universidades, centros de educación de adultos y centros de desarrollo de aptitudes. A mediados de abril de 2020 el 94 % de los estudiantes de todo el mundo”, advierte el Informe de Políticas: La educación durante la covid-19 y después de ella.
Maldonado concluye que, si bien la pandemia fue inesperada y tuvo un gran impacto, no justifica las inacciones que marcaron a la actual administración. “La pandemia llegó a afectarnos a todos los países, algunos estaban poco más preparados, la gran mayoría no, pero eso no puede justificar para lo que no se hizo (…) lo básico que tenías que hacer era un diagnóstico de cómo regresaron los niños y niñas y eso no se hizo, se han desmantelado todos los sistemas de evaluación que se tenían”, dice Maldonado.
El profesor Martínez estima en un balance que las políticas educativas del sexenio de López Obrador fueron benéficas al tratar de reducir las desigualdades y fomentar el pensamiento crítico en los estudiantes. Sin embargo, su implementación ha sido limitada por factores estructurales como la falta de infraestructura adecuada, la capacitación docente insuficiente y las disparidades tecnológicas en distintas regiones del país, especialmente acentuadas durante la pandemia.
Con información de La Silla Rota