¿Te sientes seguro en tu ciudad?
Fernando Díaz Naranjo
De acuerdo con lo que establece nuestra Constitución Política, así como diversas leyes, el Estado mexicano tiene la obligación de proporcionar seguridad pública a todas las personas para garantizarle una serie de derechos fundamentales y pueda vivir con libertad, igualdad y en condiciones de seguridad para desarrollarse plenamente.
Para ello, el Estado debe prever todos los elementos necesarios tanto normativos como estructurales para garantizar dicha seguridad pública.
Sin embargo, vemos con preocupación una serie de datos registrados por el INEGI en su Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) publicada el pasado 23 de enero y que contiene la información de las principales áreas urbanas del país, es decir de 91 ciudades, respecto a cómo la población percibe la seguridad pública en su propia ciudad.
Entre las 91 ciudades analizadas por el INEGI destacan, entre otras, las 16 alcaldías de la Ciudad de México, 8 municipios del Estado de México (Toluca, Ecatepec, Ciudad Nezahualcóyotl, Naucalpan de Juárez, Tlalnepantla de Baz, Cuautitlán Izcalli, Atizapán de Zaragoza), así como las principales ciudades del resto de las entidades federativas del país.
Así, uno de los datos más reveladores es que a diciembre de 2024, el 61.7% de la población de 18 años y más que residen en éstas 91 áreas urbanas, consideró que es inseguro vivir en su ciudad.
Comparando los registros de diciembre de 2023 con los de septiembre de 2024 el INEGI reporta que 22 ciudades presentaron modificaciones; 4 presentaron reducción en la percepción de inseguridad en tanto que 18 mostraron incrementos.
Destacan, entre otras, los altísimos porcentajes manifestados por la ciudadanía en ciudades como Villahermosa, Tabasco (95.3%), es decir, 95 de cada 100 personas manifestó sentirse insegura en esta ciudad. Otras ciudades como Uruapan, Michoacán registraron un 92.5%; Fresnillo, Zacatecas con 90.9%, Culiacán, Sinaloa con 90.6%; Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, 90.6%, Tapachula, Chiapas, 90.1%, Ecatepec, Estado de México, 88.8%, Naucalpan de Juárez, Estado de México, 85.6%, entre otros.
En tanto, las ciudades con menor percepción de inseguridad fueron: San Pedro Garza García, Nuevo León con 14%; Piedras Negras, Coahuila, 18.7% y Benito Juárez, Ciudad de México, 20.7%.
Entre los espacios físicos en donde la población refirió sentirse más insegura destacan los cajeros automáticos localizados en la vía pública (68.9%), el transporte público (63%), en la carretera (55%), en el banco (53.6%), y en las calles que habitualmente usa (53.2%).
Otro registro por demás revelador es la percepción del desempeño de las autoridades encargadas de la seguridad de todas y todos los mexicanos. La encuesta del INEGI revela que la población percibió como muy o algo efectivo en sus labores para prevenir y combatir la delincuencia a la Marina con 87.6%; el Ejército con 83.4%; Fuerza Aérea Mexicana con 83.3%, y Guardia Nacional con 74%. La policía estatal con 53.9%, y la policía preventiva municipal con 47.5% demuestran la pérdida de confianza por parte de la ciudadanía.
Ahora bien, ante este panorama, el INEGI revela que la población en un 30.9% considero que, al menos en los próximos 12 meses la situación de la delincuencia e inseguridad en su ciudad “seguirá igual de mal”. Asimismo, en un 21.6% la ciudadanía señaló que la situación “empeorará” en los próximos 12 meses. Ambos registros acumulan el 52.5% de la población, esto es, que La mayoría de la ciudadanía ven en la inseguridad uno de los mayores problemas que vive nuestra nación.
Estos datos por demás reveladores deben ser un insumo más que le sirva al gobierno en sus tres niveles, para repensar la estrategia de seguridad pública que ante estos datos estadísticos resulta evidente que no ha funcionado y, por lo mismo, no está cumpliendo su obligación constitucional de salvaguardar la seguridad e integridad de todas y todos los mexicanos.
Hacemos votos para ante una la presente administración federal, reconsideren la estrategia hasta ahora planteada y determinen acciones contundentes y palpables que permitan vivir nuevamente en paz y armonía y, de paso, la ciudadanía recobre su confianza en las instituciones encargadas de la seguridad pública.
Con información de La Silla