Ese periodismo nefasto que se hace costumbre

Juan Manuel Partida Valdez

Invade de nuevo una profunda tristeza a quien esto escribe ante ese periodismo nefasto y faccioso que lamentablemente se ha hecho costumbre en Sinaloa.

Resulta cada vez más inconcebible el descaro con que algunos medios de comunicación, periodistas y analistas se burlan de la verdad y de la justicia.

Lo hemos visto montones de veces, con mercaderes de la información que se jactan de ser “independientes” de los gobiernos y juran estar al servicio del pueblo.

Caso emblemático de estas infamias periodísticas fue la “investigación” sobre los hoy exrectores de la UAS que les dieron chamba a sus hijos.

El periódico Noroeste detalló nombres de papás y de los vástagos, pero se le olvidó mencionar a Rubén Rocha Moya.

Un “delito” condenado fuertemente en otros pero ignorado el nombre de quien evidentemente les pagó para denostar a la universidad.

Vemos que no tienen remedio ni vergüenza, porque a pesar de las exhibidas caen en lo mismo este medio de comunicación y no pocos columnistas y articulistas haciéndoles coro.

Un guion escrito desde el tercer piso, seguido a pie juntillas por los periodistas arrodillados que operan como actores de reparto de estas tragicomedias informativas.

No son solamente falta de seriedad sino además una gran mala fe y una perversidad sin límites, las notas y los comentarios sobre las auditorías a la UAS y al gobierno estatal.

En el primero de los casos, difamar que hubo un enorme desfalco; son bien ratas, pues.

Sobre la auditoría del gobierno, donde sí hay anomalías graves no solventadas, ni pío dijeron.

Periodismo nefasto y faccioso, al servicio del dinero y del poder.

Y como ninguna vergüenza les da, lo repetirán de nuevo.

Los que pagan mandan, y por los muchos miles de pesos que reciben están dispuestos a seguir solapando al poder y calumniando a los enemigos de esos titiriteros tan generosos.

Qué lamentables son esas complicidades a favor del gobierno de Rocha Moya, porque las vemos en casi todos los ámbitos.

Algunos medios de comunicación y periodistas callan ante numerosos abusos de poder, ilegalidades y hechos de corrupción; los abusadores y acosadores protegidos, por citar un ejemplo.

Ven la paja en el ojo ajeno, o la inventan, y ocultan o niegan la viga en el ojo de quien les paga millones de pesos.

No por nada se jacta Rubén Rocha, repetidamente, que “los medios viven del gobierno”.

Hasta les advierte, públicamente, que les puede cancelar los convenios y apoyos.

¿Dónde quedó aquel periodismo sinaloense reconocido por su valentía y por su apego a la verdad?

Perdido en las carteras y en las cuentas bancarias, salvo las muy dignas excepciones.

UNA FISCAL DE JUSTICIA INSERVIBLE Y RATERA

Hablando de cómo se roban el dinero del pueblo y se burlan sin recato de la legalidad, tenemos ahora el nepotismo de la fiscal de justicia estatal.

Denuncia formal presentada por consejeras ciudadanas de la dependencia, con pruebas.

Sara Bruna Quiñónez Estrada contrató a su hija Paloma Sarahí como consultora pedagógica de la Fiscalía General de Sinaloa, incurriendo en descarado nepotismo.

Veinte mil chuchulucos por mes, el salario reconocido oficialmente.

Al cabo que no pasa nada.

Ya dijo el góber que doña Sara Bruna es una maravillosa fiscal, y lo demás es lo de menos.

¡No te acabes, gobierno!

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