Aranceles al acero impactará precios de vivienda

Julio Brito A.

El sector inmobiliario mexicano cerró el 2024 con un crecimiento moderado del 2.7%, impulsado principalmente por la resiliencia del subsector de Edificación, que experimentó un crecimiento anual del 6.9%. Sin embargo, este crecimiento se vio atenuado por una contracción del 8.7% en la Obra Civil, reflejo de la finalización de proyectos de infraestructura emblemáticos y una reducción en el gasto público.

Esta dinámica dual ha reconfigurado la estructura del sector, con la Edificación incrementando su participación en el PIB hasta alcanzar el 70%, desplazando a la Obra Civil a un segundo plano.

En cuanto a los costos de producción, el sector experimentó una inflación del 3% en los precios de los insumos, tras un repunte a mediados de año. Las presiones inflacionarias provinieron principalmente del aumento en el alquiler de maquinaria y las remuneraciones.

Por otro lado, la política monetaria expansiva, con la consecuente disminución de las tasas de interés, no logró dinamizar el crédito al sector, que se contrajo un 3.4% en términos generales, y un 9.1% en Obra Civil. No obstante, el financiamiento a la Edificación, especialmente en el segmento de vivienda, mostró un incremento del 13.7%.

Las perspectivas para el 2025 apuntan a un estancamiento del sector. Se prevé que la Obra Civil continúe bajo la presión de los recortes presupuestales y la ausencia de un plan nacional de infraestructura. Si bien la Edificación mostró fortaleza en 2024, se anticipa una posible desaceleración ante la menor demanda industrial y la incertidumbre en torno a la política de vivienda.

El mercado hipotecario exhibe una recuperación gradual, aunque con desafíos subyacentes. En 2024, la originación de hipotecas creció un 10.2% en número de créditos y un 2.7% en monto real, impulsada principalmente por el Infonavit, que aumentó su colocación en un 17.4%. En contraste, la banca comercial redujo su actividad en un 4.2% en número de créditos y un 6.9% en monto.

Se observa una tendencia hacia la adquisición de viviendas de menor valor, incluso en el segmento residencial, con una disminución del 6.8% en el monto promedio de los créditos.

La producción de vivienda muestra signos de recuperación, con un aumento del 3.9% en los inicios de obra en 2024. El enfoque se está desplazando hacia la vivienda de interés social y tradicional, que representa el 72.8% de los nuevos desarrollos.

El acceso a la vivienda en México continúa siendo un desafío, particularmente para los hogares de bajos ingresos. El aumento en los precios de la vivienda ha superado con creces el crecimiento de los ingresos laborales, generando una carga financiera excesiva para una parte importante de la población.

La imposición de aranceles al acero y otros materiales de construcción representa una amenaza para la estabilidad del sector. Estas medidas proteccionistas podrían elevar los costos de producción y, en consecuencia, los precios de la vivienda, afectando aún más la asequibilidad.

El sector inmobiliario mexicano se encuentra en una encrucijada. Si bien muestra signos de recuperación en algunos segmentos, enfrenta desafíos importantes en otros. La evolución del sector en los próximos años dependerá de la capacidad del país para impulsar la inversión en infraestructura, implementar políticas de vivienda efectivas y mitigar los riesgos asociados al comercio internacional.

  • Este artículo se elaboró con apoyo de Estudio de BBVA sobre Prespectivas del Sector Inmobiliario para 2025 

COMPRA.- Banorte compró 44.28% de las acciones que compartía con Rappi en 50 millones de dólares, además de que se hizo un contrato de exclusividad para que el banco comercialice por 15 años los productos dentro del ecosistema de Rappi. “El cierre de la operación está sujeto a condiciones habituales, incluyendo la obtención de la autorización de la autoridad en materia de competencia económica en México”, destacó Banorte.

Con información de La Crónica

También te podría gustar...