CODESIN: Desarrollo Improductivo
Ricardo Espinoza de los Monteros Zazueta
A pesar de que tengo más de 15 años , escribiendo y señalando la evidente ineficacia y la insignificancia del Consejo para el Desarrollo de Sinaloa, me dí a la tarea de ver y oír un audiovisual en donde un grupo de empresarios sinaloenses ponderan y justifican su existencia. Al final del documento mi posición es invariable : CODESIN, válgame la expresión, es una vaca que no da, ni dió , ni dará leche, y según el ex Presidente de los Economistas en Sinaloa, Dr. Cesar Valenzuela Espinosa nos ha costado a los sinaloenses más de 1200 millones de pesos ( dinero fiscal sin actualizar) desde su fundación en 1995.
Del documento audiovisual rescato dos testimonios : el del ex Secretario de Economía Federal Heriberto Félix Guerra y el del publicista Gilberto Ceceña. Félix Guerra en su alocución apenas pudo mencionar una empresa gestionada como inversión extranjera por el CODESIN: la empresa japonesa Sumitomo que fabrica arneses para la industria automotriz. Ceceña mencionó que gracias a CODESIN los gasoductos de gas natural que ya llegaron a Sinaloa, era una gestión de esa institución, lo que es falso, por que el proyecto de los gasoductos en el Noroeste del país fue un proyecto confeccionado y gestionado por el gobierno federal en tiempos de Peña Nieto.
Sin embargo, los demás testimonios de personalidades relevantes en el mundo empresarial, se decantaron por la retórica voluntarista de que el CODESIN es estratégico para el desarrollo de Sinaloa, sin siquiera dar datos exactos del nivel de inversión extranjera o nacional a instancias del organismo que no da resultados pero sí mucho rollo mediático. Es decir, el pequeño paquidermo blanco es de rendimientos decrecientes o deficitarios de cara a su costo con cargo al erario. El “ core” de la supuesta alianza pública/ empresarial es producir documentos y estadísticas de suyo intangibles e improductivas.
No se necesita ser un avezado economista para entender nuestra triste realidad económica. Acabo de llegar de un viaje por Jalisco y Guanajuato. En Guadalajara y su área metropolitana se están construyendo 6 parques industriales. Guanajuato posee una poderosa industria de curtiduría con valores agregados y una formidable industria agropecuaria tanto en Silao como en otros municipios. En Sinaloa producimos 6 millones de toneladas de maíz y no industrializamos más que tostadas. El maíz acepta 700 formas de industrialización. Es absolutamente penoso seguir escuchando que el CODESIN es necesario para el desarrollo económico de Sinaloa. Somos la economía 22 del país y solo aportamos el 2, 1 % , al PIB nacional. Si a la economía sinaloense le descontamos la narcoeconomía sin registro fiscal, quedamos en cueros. Una economía primaria sin valores agregados, con un poderoso movimiento comercial habla a gritos del “fenómeno”.
Tengo gran respeto y admiración por nuestros hombres de empresa, muchos de ellos vienen desde abajo y son admirables hijos de la cultura del esfuerzo. Con muchos me comunico en una dialéctica crítica, pero respetuosa y de algunos tengo su atención y aprecio. Sin embargo no parecen entender que el éxito en sus empresas no se extrapola de forma natural al ámbito de las políticas públicas. Muchos carecen de la reflexividad a la que se refiere el filántropo, y filósofo multimillonario George Soros, es decir, la capacidad de entender que entre pensamiento ( o necedad) y la realidad objetiva hay una distancia que no se puede recortar si se carece de la autocrítica o el entendimiento de que se es falible. Ese pensamiento necio que abjura de la realidad objetiva, no solamente nos ha costado una fortuna económica, nos ha costado 27 años tirados a la basura, y la oportunidad de reflexionar con base en nuevas ideas muy a tono con el experimentalismo democrático y económico que propugna el filósofo y profesor de Harvard, Roberto Mangabeira Unger o el mismo Soros en su Instituto para el Nuevo Pensamiento Económico, cuyas nuevas orientaciones se inscriben en lo que hoy se denomina el Capitalismo Progresista.
Siendo grave lo anterior, para mí es más preocupante el hecho de que vanguardia económica ( elite empresarial) y retaguardia ( sector de la economía social y mypimes) corran por caminos separados. Es insostenible desde el punto de vista ético esta visión dual de nuestra economía. CODESIN representa una elite que se ha desentendido de la retaguardia social y económica, que debería ser el motor de nuestra economía. Economía social y cultural, cooperativismo, economías asociativas, y empresarios haciendo empresarios ( Gabriel Zaid Dixit), son asignaturas pendientes en Sinaloa para empezar a catalizar un desarrollo incluyente y democrático. Basta de simulaciones, de caprichos, con cargo al erario.
En tal sentido, tiene mucha razón el gobernador Rubén Rocha Moya cuando se duele de que CODESIN hace caravana con dinero ajeno en proyectos que a su juicio son en beneficio de unos cuantos. A la vista tenemos un proceso de destrucción creativa, destruir CODESIN para dar paso a una institución económica y social que entienda pie juntillas el doble movimiento ( Karl Polanyi , La gran Transformación) que es el proceso dialéctico de impulso a la mercantilización y el impulso de protección social en contra de esa mercantilización; y la protección social pasa necesariamente por el apoyo a las pequeñas empresas.
Economía de mercado sí, pero sin fundamentalismos dogmáticos. Una economía que entienda que las escalas no es todo y que lo pequeño es bello, y que peso a peso, la inversión en pequeños proyectos económicos comunitarios y familiares es más rentable que una economía de escala ( Friedrich Schumacher). Soy idealista, pero no ingenuo. Empresarios con las luces largas, que piensen fuera de la caja son requeridos para los tiempos que corren. No se entiende que un empresario contemporáneo mida su éxito en función de su balance. La sustentabilidad es una nueva categoría que obedece a otra métrica y circunstancias. El impacto social , comunitario y ambiental de una empresa necesariamente está entreverado en el core de una empresa moderna y global. Superar una visión limitada, egocéntrica y provinciana es el gran reto de los innovadores sinaloenses. Nobleza obliga.