Aduanas militares por dentro
Dos factores de medición en las aduanas de la frontera norte del país sirven de termómetro para dimensionar su riesgo para la seguridad nacional. Desde que los militares fueron nombrados como administradores a partir del 2021, el armamento y drogas decomisadas, son la medida del trabajo de los oficiales retirados del Ejército, cuyos rangos van de teniente coronel, coronel, y general brigadier.
Documentos militares obtenidos por el colectivo Guacamaya registran que de los 19 puestos aduanales, en igual número de cruces fronterizos con Estados Unidos, dos están considerados como “focos rojos”. El análisis del registro de incidencias, como llaman a los decomisos de droga, armamento y dinero sin declarar, muestra una incidencia menor en Ciudad Juárez y Ojinaga, dos plazas consideradas muy importantes por la presencia de organizaciones criminales que mantienen disputas territoriales en la zona.
La aduana de Ciudad Juárez está considerada la número ocho en recaudación a nivel nacional, su ubicación geoestratégica la convierte en una de las más importantes del territorio nacional, solo debajo de Nuevo Laredo y Tijuana. De ahí que el registro de los decomisos sea relevante. El documento llama la atención que de enero del 2021 a marzo de 2022 disminuyeron las incidencias y detecciones de divisas durante la gestión de un coronel, cuyo nombre se reserva, quien en la primavera pasada fue removido y enviado a la aduana del aeropuerto Felipe Ángeles. El documento hace énfasis que su reemplazo, un general brigadier que estuvo hasta esa fecha a cargo de la aduana de Reynosa donde “no tuvo un desempeño óptimo”, convierte a la aduana de Ciudad Juárez en “un foco rojo aún más relevante por la situación crítica” en que se encuentra la región.
El caso de la aduana de Ojinaga es vista como “foco rojo” por eventos donde se vulneró a la integridad del personal y las instalaciones. Forma parte de una de las rutas de trasiego de narcóticos a Estados Unidos más aisladas, el documento refiere que la llegada del nuevo administrador, un teniente coronel, abría la posibilidad de implementar estrategias para frenar el trasiego de mercancìas ilícitas, aumentar la inspección y vigilancia y reforzar la seguridad de las instalaciones aduanales.
A principios de este mes la Agencia Nacional de Aduanas dio a conocer que con la llegada de marinos y militares a las aduanas del país, la recaudación por impuestos se incrementó de enero a noviembre del 2022 con 991 mil 342 millones de pesos, lo que representó un incremento nominal de 9.2 por ciento comparado al mismo periodo del 2021.
Sin embargo el comportamiento de aseguramiento de divisas sin declarar, armas y drogas fue desigual en los distintos puestos fronterizos. Por ejemplo en Nogales, que pertenece a una ruta importante de contrabando de drogas sintéticas en la carretera federal no. 2 “La Rumorosa”, que conecta Baja California con el resto del país, hasta abril pasado el aseguramiento de armas y otras “incidencias” eran menores en relación a su importancia estratégica.
Nuevo Laredo y Tijuana, primera y segunda en importancia en recaudación en la frontera, tenían datos inconsistentes. Ambas eran “perfectibles”, pues son fundamentales para la operación del crimen organizado.
El caso de Reynosa hubo una disminución de “incidencias” del 2021 al 2022, al pasar de siete a tres casos por mes, lo que llamó la atención de los analistas militares. El general que estaba a cargo del puesto fue enviado a Ciudad Juárez en marzo del año pasado, pese a que su desempeño no fue el óptimo. En 2021 un mes después del nombramiento del brigadier en Reynosa, hubo dos aseguramientos de 10 mil cartuchos, sin embargo se consideraba la posibilidad de que los decomisos hayan sido resultado del trabajo de la anterior administración. Sobre las divisas irregulares, “se observa que en los cuatro meses previos a la llegada del general la aduana registró dos eventos de divisas, los cuales sumaron un total de 444 mil dólares, este dato es importante porque durante su gestión, que duró ocho meses, no se registraron detecciones en este rubro”.
El caso de la aduana de San Luis Río Colorado, en la frontera de Sonora con Arizona, llamó la atención porque durante todo el periodo analizado no registró aseguramientos de droga y armas. “Debido al pobre comportamiento de las detecciones y aseguramientos, la aduana se convierte en foco crítico para su supervisión, debido a que por su ubicación cercana a la carretera federal No. 2 (La Rumorosa), importante ruta comercial, mantiene una conectividad con las aduanas de Baja California; por la cercanía de las ciudades de Mexicali y San Luis Río Colorado que se conectan con un puente, lo que complica el actuar de las autoridades por estar en diferentes estados; por sus aseguramientos en años anteriores, ya que otrora las detecciones de Sedena detectadas en su punto de revisión en la carretera federal no. 2 eran trasladadas a la aduana para su aseguramiento. Así entonces, se deben tomar acciones para mejorar el desempeño de la aduana”, se lee en el documento.
El informe llama la atención sobre la aduana de Sonoyta, que durante el 2021 ocupó el lugar 49 en recaudación, y que tuvo menos de mil operaciones de importación y exportación en ese periodo. Su importancia geoestratégica en específico de la garita de San Emeterio, ubicada sobre la carretera federal no. 2 paso obligado para conectar la península con el resto del territorio nacional, es porque ha tenido grandes volúmenes en años anteriores de aseguramiento de armas y divisas. Una pista financiera asegurada en este lugar conectaba con uno de los clanes que controlan el cártel de Sinaloa. “Por lo que la aduana de Sonoyta se convierte en una aduana crítica para su supervisión”.