Diputados de Morena difaman a la UAS, en su plan por tomarla por asalto

Álvaro Aragón Ayala 

El proyecto externo de reforma de la Ley Orgánica de la Universidad Autónoma de Sinaloa es una nueva conspiración contra la Casa Rosalina, la cual, en menos de 15 años, logró consolidarse como una de las mejores universidades de Latinoamérica y México. La conjura en grado de atentado a la autonomía universitaria amenaza con colapsar la institución de enseñanza superior y convertirla en un verdadero campo de batalla. 

La trama urdida en los sótanos del Congreso del Estado por los grillos de la época del perredismo universitario, ahora con uniforme de diputados de Morena, dibuja la ruta de la maquinación mediante la cual se intenta reventar a la UAS, generando, primero, un clima de odio y desestabilización que ayude, con una nueva Ley Orgánica Externa, a la destitución del Rector y de todo el engranaje universitario, incluyendo los directores de preparatorias, escuelas y facultades.  

Los legisladores de Morena no interesados en los altos estándares académicos ni en la forja de profesionistas de alto nivel competitivo, reclaman el control total de la UAS, como si fuera de su propiedad, para lo cual armaron como instancia primaria de su plan un programa de intrigas y difamaciones para hacer creer a la sociedad que todo es caos e inconformidad al interior del campus rosalino, por lo que se requiere, dicen, reformar su Ley Orgánica o, en sí, crear una Ley Orgánica Externa, ocultando obviamente el reconocimiento otorgado en el plano internacional y nacional a la máxima casa de estudios.  

Los diputados más comprometidos con Feliciano Castro Meléndrez, grillo universitario de baja ralea en sus años mozos y autoproclamado reformista de la UAS, emprendieron una cruzada de agitación externa contra la Casa Rosalina, ofreciendo conferencias de prensa para convocar a foros externos, no para revelar la radiografía de la vieja UAS, a la que pertenecieron y de cuyo caos abrevaron, ni reconocer los extraordinarios avances académicos de la institución, sino para plantear un diagnóstico a la usanza morenista, ad hoc a sus intereses, para pretender hacer creer que las cosas andan mal en la Universidad.

En plan de guerra, en sus conferencias regionales o zonales, los legisladores de Morena en un abierto atentado a la autonomía universitaria, convocan a la rebeldía a los estudiantes y maestros para sumarlos al proyecto de la Cuarta Transformación Educativa que en lo general y en lo particular carece de pies y cabeza, pero con cuyo discurso-propuesta esperan dividir a la comunidad universitaria y provocar un eco desestabilizador simultáneamente a la elaboración de una Ley Orgánica Externa para la UAS con retazos de leyes muertas que ya no funcionan.  

Las catacumbas del Congreso Local fueron habilitadas como fábrica de iniciativas de leyes para cedérselas a agitadores profesionales de Morena incrustados en el alma mater, para que sean ellos como universitarios en activo, las que las presenten ante el Congreso Local para aparentar que existe una exigencia, donde no la hay, de crear una nueva Ley Orgánica uaseña, y enmascarar los propósitos de dar nacimiento a una Ley Orgánica Externa que les permita destituir inmediatamente al Rector y a todos los directores de la máxima casa de estudios para dar paso a la ola universitaria morenista.  

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