Terquedad enfermiza
Antonio Quevedo Susunaga
El gobierno de Rubén Rocha Moya, ante la impotencia de no poder quedarse con el control de la UAS, como lo aspiró en su momento el entonces gobernador Antonio Toledo Corro, ha intentado auditar a la universidad a través de la Auditoría Superior del Estado, en un área que no es competencia del Estado.
El entonces gobernador Toledo Corro se quedó chiquito ante las actitudes enfermizas del gobernador Rocha Moya, quién envió 26 auditores que pretendían ingresar a los espacios de la universidad y tomar documentos para adulterar una dizque auditoría estatal.
Los abogados de la UAS, obviamente, impidieron que dichos auditores tuvieran acceso a la vida institucional de la máxima casa de estudio debido a que los encargados de hacer revisiones o auditoría, no es el gobierno de Rubén Rocha, sino el gobierno federal, como las mismas autoridades federales de la SEP y hacienda federal lo establecen con sus auditorías.
El asunto es muy grave, porque hay una intencionalidad de dañar a la Universidad Autónoma de Sinaloa y no de cualquier persona, sino del gobernador Rocha Moya, que fue rector y que se olvidó que la institución tiene autonomía; sin embargo, inventó una Ley de Educación Superior, hecha por el diputado Feliciano Castro, en donde usando argucias legaloides y toda la fuerza del estado violentan la autonomía universitaria, a pesar de los amparos que el gobierno federal ha otorgado a la Casa Rosalina.
Los abogados de la UAS, conocedores del tema, impidieron que este ejército de 26 auditores que enviaron a la UAS, pudiera entrar, lo impidieron con la Ley en la mano; sin embargo, todavía no había terminado la reunión y la ASE, violando todas las formas, advirtió que emitiría sanciones económicas por disposición del Congreso que dirige Feliciano Castro. La ASE terminó demandando ante la Fiscalia, de manera, arbitraria al rector de la UAS.
Es indiscutible que el gobernador ha asumido una actitud, sin duda, contra la universidad, donde las agresiones del gobernador Antonio Toledo Corro, quedaron muy rebasadas, porque las acciones emprendidas la ha hecho en forma arbitraria y rebasando todo el fundamento legal federal.
A los universitarios no se les va a olvidar nunca esta agresión que han emprendido contra la UAS, porque ni Toledo Corro, usó de esta manera el poder como lo está usando su exrector y ahora gobernador Rocha Moya.
El grave error de los sinaloenses fue darle poder a Rocha Moya, cuando está demostrando que no sabe usar el poder que se le entregó porque lo usó contra alcaldes legalmente electos, como son Jesús Estrada Ferreiro, de Culiacán y Guillermo Benítez, de Mazatlán.
A estas acciones hay que agregarle que se han dedicado amenazar a los alcaldes del PAS para que se pasen a Morena, o de lo contrario son amenazados con no entregarles presupuesto.
En el fondo hay una perversidad política que es muy lamentable que el presidente Andrés Manuel López Obrador no la vea. Si desean el control de las universidades que empiecen por cambiar la ley federal y desaparezcan las autonomías.
Con las reglas que inventó el diputado Feliciano Castro para elegir rector se equivocó, porque esos cambios los deben proponer los universitarios y no el gobierno estatal.
El rector doctor Jesús Madueña Molina, les ha propuesto dialogar en serio, con transparencia y planteamientos fundados; sin embargo, el gobierno de Rocha acude a maniobras que ni en los mejores tiempos de los priistas los aplicaron. Y estoy seguro, si viviera el gobernador priista que hizo llegar a Rocha, Jesús Aguilar Padilla, reprobaría estas acciones en contra de la UAS.
Es evidente que Rocha se olvida de las demandas de los productores agrícolas, que el próximo sábado recibirán al presidente Andrés Manuel López Obrador, con todas las casetas tomadas en demanda de ser escuchado y que se apoye el campo.
A Rocha también se le olvidó la inseguridad que prevalece en el estado, ignora los problemas de miseria que tiene en los campos pesqueros, que los municipios tienen grandes carencias; sin embargo, su apuesta está en controlar, bajo el argumento que el PAS, tiene el control, aunque esta institución está funcionando mejor que nunca.