IED, sector automotriz y minería en México
Armando Ríos Piter
El Banco Mundial publicó su reporte “Falling Long-Term Growth Prospects”, en el cual señala que las últimas crisis por las cuales ha tenido que pasar el mundo, así como la materialización de otras más, podrían llevar a que exista una década perdida en cuanto a crecimiento mundial. No obstante, existen oportunidades importantes para algunos países. Tal es es caso de México, que a decir de líderes empresariales como Carlos Slim Domit, presidente del consejo de administración de América Móvil y Grupo Carso, “se encuentra en el momento correcto, para impulsar el nearshoring, atraer nuevas inversiones y detonar los ingresos en el sector turismo”.
Tan solo en 2022, la participación anual de inversión extranjera directa turística fue de alrededor de los 3,500 millones de dólares, lo que implicó casi un 10% de participación del ámbito turístico en la IED total. Una muestra de la recuperación que se ha tenido en esta materia, lo dio la edición 47 del Tianguis Turístico que se desarrolló en la Ciudad de México. Según las autoridades, ésta ha sido la más exitosa al contar con la participación de 90 países, lograr ventas por 1,240 mdp y 36% más reuniones de negocios.
También el sector automovilístico presentó buenas noticias. México superó a Japón como primer proveedor externo de automóviles a Estados Unidos en el 2022 y comenzó a perfilar su ascenso en el abasto de autos eléctricos a ese mismo mercado. Por último, el Inegi informó que el Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE) avanzó 3.6% anual en enero. En la variación mensual el índice reportó un avance de 0.6, el más elevado de los últimos cuatro meses. El motor del crecimiento fue el sector terciario o de servicios, con un avance de 4.5% anual, su mejor dato en tres meses.
Pese a todas estas señales positivas, otros indicadores muestran menor optimismo. Tal es el caso del Índice de Confianza de la Inversión Extranjera Directa, de la consultora Kearney, el cual reportó que México se mantuvo por cuarto año consecutivo fuera del ranking de las 25 naciones más atractivas para atraer IED, pero se ubicó en la octava posición entre los países emergentes. Este índice es una muestra de que hoy persisten señales que algunos inversionistas ven con preocupación. Sirva como ejemplo la discusión en materia de minería que se ha instalado en el Congreso.
El gobierno del presidente López Obrador envió al Poder Legislativo un proyecto de decreto que implica una reforma estructural a la regulación del sector minero de México, con la eliminación de beneficios y el aumento de obligaciones para las empresas. Entre los cambios, el gobierno federal propone modificar el esquema de otorgamiento de concesiones, la reducción de la duración y prórroga de las concesiones mineras, así como el uso de aguas nacionales. Hoy que están vigentes 23,500 concesiones mineras para explotación de más de 15 millones de hectáreas del territorio nacional, esta propuesta involucra un rubro económico que significa el 2.4% del PIB y que aporta 380,000 empleos en 700 municipios. Varios expertos han dicho que “de ser aprobada tal cual, podría tener implicaciones negativas para las inversiones en el sector”. Habrá que estar atentos a la forma en que evoluciona la discusión legislativa en torno a este tema.
Sirvan estas consideraciones para subrayar que se mantienen señales ambiguas respecto al futuro económico. Si bien el “nearshoring” es una promesa interesante para “detonar” varias regiones del país, en otras áreas del territorio nacional, temas como el citado en materia de minería, así como los relacionados con el Estado de Derecho y la seguridad, impactan continuamente. Valgan como ejemplo los datos en materia de creación de empleos durante el 2022 publicados recientemente por el IMCO: Colima y Zacatecas se ubicaron en el último y penúltimo lugar en este rubro. Ambas también, presentaron alzas importantes en varios delitos de alto impacto, entre ellos los de homicidio y feminicidio.