La conciliación no se logra con la injuria y la denostación

Alfonso Carlos Ontiveros Salas

Los nubarrones que soplan aires huracanados en el conflicto Estado-UAS en el escenario de las semaneras prevén que por la vía del diálogo y la negociación difícilmente se obtendrán los consensos

Se dan encuentros entre los actores políticos que gravitan en el centro del círculo atmosférico del conflicto. Hay fotografías que reflejan el destello de un mensaje halagüeño para encontrar la cuerda que nos lleve a desenredar el hilo de las divergencias.
Pero pasan las horas y aquellos destellos de luz se convierten en fuego ardiente ante las expresiones amenazantes que se escuchan en las bocinas de las conferencias Las Semaneras.
El Gobernador encuentra en el Rector de la Universidad Autónoma de Sinaloa disposición al diálogo y destrabar los enredos beligerantes, pero al parecer para el Titular del Ejecutivo no le resulta suficiente esa mano amiga que se le extiende para suavizar las diferencias.
Seguro que ante esas posturas autoritarias y difamantes toda expresión de arreglo se distanciará al punto en el que las polarizaciones serán las que respondan a los autores centrales de las beligerancias.
Muchos minutos en la semanera para difundir el conflicto contra la UAS y sus autoridades en las que se sigue tirando basura informativa pero que al final de los procedimientos legales, que continúan, mandarán el mensaje más saludable a la sociedad y a la comunidad universitaria a la que se debe el Rector.
La exclusividad de dos medios periodísticos gana la nota entregada por el gobierno con fines de escandalizar y provocar el morbo social.
Quizá hayan conseguido producir confusiones o dudas en algunos grupos de la sociedad civil, pero más en aquellos que forman parte del círculo de incondicionales de las gentes del gobierno.
La maquinaria gubernamental es pesada pero vencible. La lucha litigiosa y mediática, por lo que se ve, continuará con toda la capacidad del Estado.
El Rector y las demás autoridades sujetas a investigación tienen en su contra toda la fuerza del Estado.
La Fiscalía General que actúa por consigna en la integración de las carpetas de investigación, la Auditoría Superior del Estado y la Unidad de Inteligencia Patrimonial y Económica, haciendo como que la Universidad les niega información y sin obstáculo alguno presentan denuncias, aunque los hechos en que se fundan sean jurídicamente improcedentes porque no configuran ningún delito.
Para llegar a un Poder Judicial en el que también se tiene un control absoluto. El Estado en pleno contra las autoridades universitarias.
Lo más gratificante es que al final del día los ahora perseguidos serán los que griten el triunfo que recibirán de los tribunales federales.
Se desploma la obra nueva del puente de El Quelite, por la carretera libre Mazatlán-Culiacán. Por fortuna no hubo víctimas, pero aparece según algunas voces que la responsabilidad de la obra al parecer es de un señor de apellido Arellano Hernández.
Dueño de los Algodoneros de Guasave, equipo de béisbol profesional, que al inicio de la temporada deportiva lo acompañó el mismo Presidente de la República y el Gobernador.
Pero resulta que ahora aparece con orden de aprehensión solicitada por la Fiscalía General de la República y, por si fuera poco, por nexos criminales con el tristemente célebre Genaro García Luna.
Sin embargo, los reporteros en Las Semaneras del Gobernador han guardado total y absoluto hermetismo ¿por qué será?
Tampoco se le ha dado difusión ¿buena paga?, que en la nómina del mencionado Arellano Hernández aparece ni más ni menos que el flamante Secretario Particular del Gobernador el señor Alejandro Higuera.
¿Todos estos hechos serán menos graves que el conflicto contra la Universidad Autónoma de Sinaloa?
¿Dónde está la Fiscalía que no investiga y que ha guardado silencio? ¿Habrá carpetas de investigación contra los responsables del desplome del puente y de la probable responsabilidad penal del Secretario Particular del Gobernador por sus nexos con Arellano Hernández?
A pesar de todos esos contubernios, el Rector seguirá con la disposición al diálogo, con la condición de que, entre otros acuerdos, tendrá que inscribirse la derogación de los artículos violatorios de la autonomía universitaria de la Ley de Educación Superior de Sinaloa, aun cuando se haya dicho que está descartado, pero deberá analizarse con la debida seriedad si no se quiere radicalizar aún más el conflicto.

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