México, sin anestesia para el dolor; cirugías se posponen o cancelan debido a la escasez de fentanilo
Claudia Solera
Laura Villarreal Villatoro sufre uno de los síndromes más dolorosos, en el que con una gota de agua que toca su piel le produce un dolor como si alguien estuviese encajándole un cuchillo. Lamentablemente para ella, que vive en México, ya no hay medicamentos con base en el fentanilo, único fármaco que puede paliar el padecimiento de los pacientes con sufrimiento grave.
Y de acuerdo con los anestesiólogos entrevistados por Excélsior, hoy, las cirugías se tienen que posponer o cancelar debido a la escasez de uno de los principales anestésicos, el fentanilo, que además de ser muy efectivo es barato.
La falta de fentanilo en el país podría impactar directamente a más de 2 millones de familias, quienes cada año tienen la necesidad de recurrir a una intervención quirúrgica o padecen alguna enfermedad terminal.
Hoy ya hay gente que está muriendo en un grito por el intenso dolor, aseguraron médicos de cuidados paliativos, consultados por este medio.
En 95% de las cirugías en México y a escala global su base es el fentanilo con la finalidad de evitar, disminuir o suprimir el dolor.
Un informe de la publicación especializada The Lancet asegura que cada año se registra medio millón de personas en México que padecen un sufrimiento grave, relacionado con enfermedades como cáncer, VIH, lesiones, demencia, padecimientos del hígado o pulmonares.
Y según cifras reportadas por el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en 2019, se realizaron alrededor de 1.4 millones de cirugías al año y 3 mil 934 cirugías en un día típico.
Uno de los más grandes riesgos, advierten los médicos, es que con la ausencia del fentanilo se van a tener que suspender también cirugías de urgencia, como son los en accidentes de tránsito, quemaduras graves, lesiones por armas de fuego o punzocortantes o fracturas expuestas.
Con la prohibición del fentanilo de uso médico se está violando el derecho humano de los pacientes a vivir sin dolor.
El Artículo 25 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos estipula que “aliviar el dolor es un derecho del ser humano y una obligación ética de los profesionales sanitarios”.
Mi hermana Laura tiene una enfermedad que se llama síndrome de Sudeck o Síndrome Regional Doloroso Complejo (SRDC), tipo 2. Ella utiliza opiáceos para controlar el dolor desde hace casi 10 años. Una referencia es que los dolores que ella tiene constantemente, 24/7, son prácticamente los mismos que el dolor del parto. Y en todas partes del cuerpo, no es algo centralizado. Entonces, el opiáceo es la única medicina para el dolor que puede hacer tolerable el dolor en la vida cotidiana”, comentó en entrevista para Excélsior, Armando Villarreal.
Laura Villarreal Villatoro padece Síndrome Regional Doloroso Complejo (SRDC), tipo 2, necesita opiáceos para controlar el dolor. Foto: Especial
Pero desde hace tres meses dejó de haber metadona, prácticamente, en el mercado, nadie tiene y los dolores de Laura se han vuelto intolerables.
En marzo pasado, el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador propuso prohibir el fentanilo para uso médicos ante la presión de Estados Unidos de declarar a los cárteles mexicanos organizaciones terroristas por el tráfico de fentanilo ilegal.
El tráfico ilegal de fentanilo ha provocado el deceso por sobredosis de alrededor de 100 mil personas en un año en Estados Unidos.
La prohibición del fentanilo de uso médico se dio, a pesar de que el fentanilo ilegal se fabrica en laboratorios improvisados y distribuye por parte de los narcotraficantes mexicanos y poco probable que sea comercializado con el mercado legal que producen las farmacéuticas.
En ese momento, ante las declaraciones del presidente, las Federaciones, Sociedades y Colegios Médicos de México rechazaron “la eliminación del fentanilo de la práctica clínica diaria”, a través de una carta pública, y plantearon un escenario catastrófico, que se está convirtiendo en realidad.
Los médicos afirmaron que prohibir el fentanilo en la práctica médica era retroceder muchos años en la evolución de algunas especialidades médicas, entre ellas la anestesiología, oncología, urgencias, pues el fentanilo de uso médico tiene más de seis décadas como una sustancia de grandes beneficios para los pacientes y a un costo accesible.
Ahora, lo único que se encuentra en el mercado mexicano y cada vez con más problemas de abastecimiento son los parches de Buprenorfina, pero son mucho menos efectivos y cada uno cuesta alrededor de cinco mil pesos, por lo que la familia de Laura ha creado un crowdfunding para poder hacer frente a los elevados precios.
Esa fue la situación más complicada, que no avisaron. Si lo hubieran hecho, pues te preparas o buscas con tiempo para atender la emergencia, pero no, simplemente engañaron a las mismas farmacias, sólo se manejó como un desabasto, pero realmente se había frenado su producción”, detalló el hermano de Laura.
El gobierno mexicano tampoco está permitiendo a las farmacias la importación del medicamento de otros países como Estados Unidos o Guatemala, según la versión de quienes las atienden.
Estamos pasando por una situación tan complicada, tan compleja, tan delicada y tan violenta. La burbuja va a tronar en ese momento en el que la gente sea consciente y empieza a ver las consecuencias y magnitud de esto”, dijo Armando.