Procesan al extitular de la Unidad Antisecuestros de la SEIDO por desaparición y tortura en el caso Ayotzinapa
Un juez dictó auto de vinculación a proceso a Gualberto Ramírez Gutiérrez, extitular de la Unidad Antisecuestros de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO), acusado de tortura contra uno de los implicados en el caso Ayotzinapa.
El exfuncionario fue procesado por desaparición forzada y tortura, sin embargo, el juez no dictó auto de vinculación a proceso por coalición de servidores públicos e intervención de comunicaciones privadas, delitos que también le atribuye la Fiscalía General de la República (FGR).
La audiencia se llevó a cabo el sábado en el Centro de Justicia Penal Federal del Reclusorio Sur, donde tres días antes un juez dictó al acusado prisión preventiva.
El pasado 26 de junio, Alejandro Encinas, subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración de la Secretaría de Gobernación (Segob), informó sobre la detención del exfuncionario.
De acuerdo al Registro Nacional de Detenciones, Ramírez fue capturado por elementos de la Policía Federal en Tecámac, en la carretera federal México-Pachuca.
El exfuncionario de la SEIDO fue detenido a las 11:15 horas y trasladado al Reclusorio Sur de la Ciudad de México.
Ramírez Gutiérrez es acusado de estar involucrado en la tortura y desaparición contra Felipe Rodríguez Salgado, alias “El Cepillo”, presunto integrante del Cártel de Guerreros Unidos, quien fue detenido el 15 de enero 2015.
Por el mismo caso también está acusado Tomás Zerón, extitular de la Agencia de Investigación Criminal (AIC), quien se encuentra prófugo en Israel.
En una conferencia del 27 de enero de 2015, Jesús Murillo Karam, entonces titular de la PGR, y Tomas Zerón anunciaron la detención de “El Cepillo” y aseguraron que, según sus declaraciones, los 43 normalistas de Ayotzinapa fueron calcinados por el grupo delictivo en el basurero de Cocula.
Según la acusación de la FGR, Zerón y su equipo torturaron al detenido para ajustar sus declaraciones y sostener la llamada “verdad histórica” del caso.