Y ahora el pueblo…
Rafael Cardona
Ya basta, políticos agrios, solemnes y falsos, ya estuvo suave de discursos ampulosos, pletóricos de cifras sin certificación alguna ni ánimo de mínima autocrítica o comprobación, ya chole, como dice el filósofo de Macuspana y también ya dejen de jorobar con los ciento sesenta y tantos mil muertos por violencia; o si Mora o si los narcos; si le van a hablar al pueblo, exprésense ante él sin sombrero y con el debido respeto por sus tradiciones, gustos, alcances intelectuales y culturales; modas o música actual de su preferencia, no nos vengan con aquellos gajos de la epopeya; mejor, hagan como la señorita (o señora, vaya usted a saber, porque su estado civil o emocional no le importa a nadie), Luisa María Alcalde, secretaria de Gobernación (sí, leyó usted bien, de Gobernación), quien nos ha dicho sobre la Cuarta Transformación, “no se va, no se va”, como si se tratara de un amor enquistado en el rincón más profundo del dolido corazón en una tragedia de amor.
Linda cosa, de veras.
Y como un pequeño homenaje a quienes han hecho posible ese rasgo de aproximación al pueblo, cuyo quinto aniversario del triunfo popular en las urnas, es decir al Grupo Frontera, leámos con detenimiento de discurso político la letra completa de estos músicos tan vernáculos y melódicos y al grito de “música maestra”, y con Luisita en la conducción, cantemos en coro celebratorio para tan sentido aniversario; indispensable para la comprensión del porvenir y el pasado, fecha significativa en nuestra historia cuando el pueblo venció a los enemigos de la nación y los puso de patitas en la calle, si pues, y se metió a lo más profundo del Palacio Nacional, porque ahí no vive el presidente, vive el Pueblo, esa nueva versión del Sol; de los Luises porque yo no soy el Estado, yo nomás soy el pueblo: ¡Arránquensen…!
“Ya no sé disimular
“Te amo y no te puedo hablar
“Tú recuerdo no se va, no se va, no se va
“Algo en ti quiere volver
“Y algo en mí te va a encontrar
Tú recuerdo no se va, no se va, no se va
“Quédate otra vez
“Quédate toda la noche
“Quédate otra vez
“Quédate más de las doce
“Quédate otra vez que mi corazón no olvida
“Un amor así no se olvida
“No se va, no se va, no se va
“Quédate otra vez
“Quédate toda la vida
“Quédate otra vez
“Tú eres mi bala perdida
“Quédate otra vez que mi corazón no olvida
“Un amor así no se olvida
“Y no se va, no se va, no se va
“Quédate una y otra vez
“Otra vez, otra vez
“Quédate una y otra vez, otra vez
“Quédate una y otra vez
“Otra vez, otra vez
“Quédate una y otra vez, otra vez”.
Y ante este arranque en su primera vez ante la nación, en tan sublime aniversario, uno se pone a pensar, ¿y si nuestro señor presidente se viera temporalmente impedido de ejercer el cargo, ya fuera por un aleve Covid o por un desmayo temporal de esos malévolos cuya presencia ya hemos conocido, esta honrable dama tomaría, así fuera por unas horas las riendas –o la batuta– de la Nación, o por lo menos del gobierno?
Bueno, por lo menos lo haría con un discutible sentido musical, pero musical a fin de cuentas, así pues no perdamos el tiempo con la añoranza de una secretaría seria y culta; olvidemos de una vez por todas aquellas palabras de Jesús Reyes Heroles cuando estuvo al frente de Gobernación:
“…Todos seríamos derrotados si despertamos al México Bronco…”
¿”Bronco? ”, preguntó Luisita.
–¡Ay!, ese grupo también “ta´ chido…”