El voto del México profundo
Pedro Mellado Rodríguez
Sin importar quienes sean finalmente los candidatos o las candidatas a la Presidencia de la República para los comicios del domingo 2 de junio del 2024, sean mujeres o varones, las estadísticas reflejan que para la oposición será una tarea casi imposible vencer a Morena, al Gobierno incubado en sus filas, pero en particular, al Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, sobre cuyos hombros descansa la fortaleza que podría permitir la continuación y profundización de la Cuarta Transformación.
En semanas recientes han sido muy elevados los decibeles del ruido político en redes sociales. Particularmente en Twitter, un espacio infinito en el cual circulan con singular velocidad y eficacia las noticias sobre los hechos y circunstancias del mundo, en tiempo real, pero también un refugio en el cual han sentado sus reales toda clase de canallas, prevaricadores, calumniadores y cobardes que desde el anonimato destruyen honras y prestigios. Pero ese ruido en particular, difícilmente trasciende e incide en el México profundo, donde permanecen inalterables las percepciones, buenas o malas, en favor o en contra, de López Obrador, de su Gobierno y de su partido.
En el círculo rojo de las redes sociales se construyen con mucha anticipación y con singular entusiasmo los espejismos de memorables triunfos y catastróficas derrotas. Pero aún en ese terreno la ficción supera a la realidad. Twitter, pese a lo ruidoso que es, no representa más que al 15 por ciento de las personas que utilizan las redes sociales para buscar información y noticias. En tanto que Facebook es utilizada por el 56 por ciento de quienes exploran en las redes infinitas con esos mismos propósitos. Estos datos son el compendio informativo publicado en el diario Reforma el pasado viernes 30 de junio del 2023, con el agregado de datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, y de un estudio de Luis Ángel Hurtado, “Cómo utilizan los mexicanos las redes sociales”, publicado por la UNAM.
En este momento, López Obrador tienen una presencia importante en Facebook con más de 10 millones de seguidores, que contrastan con poco más de 500 mil que tiene el presidente nacional del PAN, Marko Cortés Mendoza, y los casi 500 mil de Alejandro Moreno Cárdenas, el dirigente del PRI. En Twitter no es diferente: López Obrador suma casi 10 millones de seguidores, contra 180 mil seguidores de Marko Cortés y 209 mil de Alejandro Moreno, según datos actualizados el martes 4 de julio del 2023.
La ruta hacia la elección presidencial ya está determinada y condicionada por muchos factores, sin importar cuales sean los nombres que finalmente se involucren, bien sean los de Claudia Sheinbaum Pardo, Marcelo Ebrard Casaubón, Xóchitl Gálvez Ruiz o Santiago Creel Miranda.
La población total en los 23 estados del país con gobiernos de Morena y sus aliados suma 89.9 millones de habitantes, el 71 por ciento de los 126 millones de personas que viven en la República, según el Censo de Población y Vivienda 2020, del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Los votantes potenciales, en los 23 estados gobernados por Morena y sus aliados, según la Lista Nominal de Electores del país, al cierre del primer semestre del 2023, con fecha del jueves 29 de junio, suman 68.9 millones de ciudadanos con credencial de elector, el 71.93 por ciento del total de sufragantes potenciales en la República. En el país hay 95.9 millones de personas que podrían acudir a las urnas.
Entre estos 23 estados gobernados por Morena y sus aliados hay por lo menos 8 que son clave, porque están por encima del piso mínimo de los tres millones de habitantes y potenciales votantes. Además de que Morena estará gobernando al cierre del 2023 la primera entidad federativa con más habitantes y votos: el Estado de México y la segunda con más significación en esos mismos renglones, la Ciudad de México. Además, Morena administra también los estados cuarto y quinto por su relevancia política y electoral: Veracruz y Puebla, respectivamente.
Frente a esta realidad, los cinco estados gobernados por el PAN (Guanajuato, Chihuahua, Querétaro, Yucatán y Aguascalientes) suman una población de 15.6 millones de habitantes y una Lista Nominal de potenciales votantes de 12.3 millones de ciudadanos. Su socio electoral, el PRI, tiene sólo dos gubernaturas (Durango y Coahuila), estados que suman una población total de 4.9 millones de habitantes y 3.6 millones de votantes potenciales. El PRD no tiene en este momento ninguna gubernatura.
La presencia territorial, la influencia de Gobierno, y la influencia política y electoral de los partidos en las entidades que administran, les darán una ventaja importante en los próximos comicios. Indistintamente que sean de Morena, Partido del Trabajo, Partido Verde, Partido Acción Nacional o Partido Revolucionario Institucional, todas las administraciones estatales usarán los recursos del erario para estimular la buena voluntad y el voto de los ciudadanos en sus entidades. Y en números absolutos, 23 gobiernos estatales siempre tendrán una ventaja muy importante sobre las capacidades, fortalezas e influencias de nueve administraciones estatales en manos del bloque opositor.
Si observamos la realidad desde otra perspectiva, desde las Cinco Circunscripciones Plurinominales -las cinco regiones electorales en las que está dividido el país- y con respecto a la disputa de las 300 diputaciones federales de Mayoría y las 200 de Representación Proporcional, 100 en promedio en cada región, hasta sumar 500 curules, la ventaja de Morena y sus aliados también es muy significativa.
En la Circunscripción 1 Morena gobierna en 5 de 9 estados, en una región donde está incluido Jalisco, la tercera entidad política y electoralmente más importante del país, en manos del Movimiento Ciudadano. La Circunscripción 2 es la única donde Morena y sus aliados tienen un panorama difícil, pues aunque el partido mayoritario administra tres entidades, igual número tiene el PAN y además aparece como tercero en discordia Movimiento Ciudadano, que gobierna Nuevo León.
En la Tercera Circunscripción la ventaja de Morena es muy amplia, pues gobierna seis de siete estados, y sólo deja en manos del PAN el estado de Yucatán. Morena y sus aliados tienen una presencia aplastante en la Circunscripción 4, donde gobiernan cinco de cinco estados, incluyendo la Ciudad de México, segunda entidad del país por el volumen de habitantes y votos potenciales.
Igual de abrumadora es la presencia de Morena y sus aliados en la Circunscripción 5, donde gobierna cuatro de cuatro estados, incluyendo el Estado de México, la entidad más importante y poderosa del país, con el mayor volumen de población, 16.9 millones de habitantes, y la más alta cuota de votantes potenciales, con 12.5 millones de ciudadanos con credencial para votar.
Otra variable a considerar son los votos cautivos y atados a los programas sociales del Gobierno federal. En el evento realizado en el Zócalo de la Ciudad de México el sábado 1 de julio pasado, para conmemorar el quinto aniversario de su triunfo electoral, el Presidente López Obrador informó que “actualmente llega de manera directa a 30 millones de hogares, cuando menos un Programa de Bienestar o una porción, por pequeña que sea, del presupuesto nacional”.
Una proyección muy importante, cuando se estima que en el país hay 37 millones de hogares, según el dato más reciente captado por el Instituto Nacional de Estadística y geografía, en la “Encuesta Nacional Sobre Disponibilidad y uso de Tecnologías de la Información en los Hogares 2022”.
Además, López Obrador reforzó la potencialidad de los programas sociales, al asegurar, en el mismo evento, que su Gobierno está otorgando 12 millones de becas a estudiantes de familias pobres, desde preescolar hasta posgrado, con una inversión anual histórica de 84 mil millones de pesos.
En la próxima contienda presidencial el voto de las mujeres y de los adultos mayores serán muy importantes. Los resultados del “Estudio muestral sobre la participación ciudadana en las elecciones federales de 2018”, publicado por el Instituto Nacional Electoral el 19 de julio del 2019, confirman la hipótesis de que las mujeres votan más que los hombres, con una diferencia de casi 10 puntos porcentuales. Esta diferencia a favor del sector femenino se ve reflejada en todas las entidades federativas y en los grupos de 18 y hasta 64 años de edad.
Por otra parte, el mismo estudio confirma que la mayor participación ciudadana se registra en edades adultas, de los 60 y hasta los 74 años, con niveles superiores a 72 por ciento en ese segmento poblacional, que equivale al 14 por ciento de la Lista Nominal. En este segmento se ubica el voto más fiel a la Cuarta Transformación. El dato más reciente, en la Lista Nominal de Electores con cierre al viernes 14 de julio del 2023, tiene 17.7 millones de personas con credencial para votar en los rangos de edad de 60 años y más.
Los niveles más bajos de participación, equivalentes a la mayor abstención, se observan en los rangos de edad de 19 a 34 años y de 80 años en adelante. Estos grupos en conjunto concentran una población total de casi 30 millones, equivalente al 33 por ciento de la lista nominal, de los cuales votaron poco más de 16 millones. El dato más actualizado sobre los jóvenes de entre 19 y 34 años de edad, nos dice que hasta el pasado viernes 16 de julio del 2023 había registrados 34.7 millones de ciudadanos en estos rangos de edad.
Como la humedad, Morena penetró en todas las regiones del país sin que sus detractores y opositores midieran la dimensión real de ese enraizamiento territorial y político. Los números son fríos, duros y hasta crueles, cuando reflejan una supremacía clara en favor de alguno de los contendientes y en detrimento de la esperanza de quienes construyen realidades virtuales sobre triunfos que no están cimentados en el respaldo y la simpatía de la mayoría del pueblo.
El México profundo, abandonado, marginado y discriminado durante las últimas cuatro décadas, está ahora afectivamente vinculado a López Obrador y a la Cuarta Transformación. Este segmento mayoritario de la población identifica a los opositores como representantes de una oligarquía privilegiada y rapaz, que pretende recuperar sus privilegios. Aunque los opositores pretendan disfrazarse de pueblo.
