El Covid-19 y su fase endémica 

Héctor Melesio Cuén Ojeda

Ante el anuncio de la Secretaría de Salud en Sinaloa sobre el repunte de los casos de COVID-19 en la entidad, que en su momento se anunciaban 2 mil 300 casos en el mes de septiembre, y con el notable incremento y la tendencia a la alza de la positividad a nivel internacional y nacional, es de importancia realizar un análisis de la situación.

Recientemente en la cuenta de X (ex Twitter) comentaba lo siguiente: el incremento de los casos de COVID-19 es un comportamiento esperado. Las etapas epidémicas, según el nivel de circulación van desde la pandemia, endemia, eliminación y su erradicación. A medida que el virus SARS-CoV-2 y sus variantes sigan en circulación cada año, debemos entender la dinámica del virus en las infecciones respiratorias. La circulación del virus no será eliminada o erradicada de manera inmediata.

No olvidemos cómo el pasado 05 de mayo del presente año, la Organización Mundial de la Salud (OMS) a través de su Comité de Emergencia había declarado la terminación de COVID-19 como una Emergencia de Salud Pública de Importancia Internacional. Dejaba de cumplir los criterios, según el Comité, de ser una infección inusual o inesperada, con potencial de propagación transfronteriza y de requerir una respuesta internacional coordinada.

Pero a la fecha seguimos observando cambios y tendencias referentes a esta enfermedad. Es lógico y lo hemos comentado desde la aparición de esta nueva infección. El virus del SARS-CoV-2 va a circular continuamente (llegó para quedarse), seguirá mutando y causando infecciones, y dependiendo el estado inmunológico serán leves o graves.

Desde la aparición de la variante ómicron en noviembre de 2021, el virus ha seguido evolucionando rápidamente, adquiriendo mutaciones que le proporciona un aumento en la evasión de anticuerpos. La variante XBB.1.5 apareció en octubre de 2022 y para enero 2023 se habría convertido en la variante dominante, motivo por el cual, la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) recomendó que la vacuna COVID-19 de otoño de 2023 fuese una preparación monovalente dirigida a XBB.1.5. Pero desde entonces, han surgido 3 variantes adicionales, EG.5, FL1.5.1 y ahora en este repunte, BA.2.86.

Ante esto, el pasado 22 de septiembre, la Organización Mundial de la Salud y la Organización Panamericana de la Salud (OMS/OPS) emitió una alerta epidemiológica en el que abordan el inicio anticipado del incremento de la actividad de virus respiratorios. En dicho reporte mencionan con sustento epidemiológico cómo varios países, tales como Argentina, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay, registraron un inicio anticipado del incremento estacional de casos por infección respiratoria aguda, sugiriendo un patrón estacional adelantado a lo observado en temporadas previas a la pandemia de COVID-19.

En el mismo documento, emiten una seria recomendación a los diferentes países para ajustar los planes de prevención y control frente a epidemias de virus respiratorios para enfrentar un posible inicio anticipado de la temporada de mayor circulación de virus respiratorios y una posible sobrecarga de servicios de salud.

En México nos debería preocupar y estar preparados ante cada temporada de circulación de los virus respiratorios y sus respectivas enfermedades. Tan solo en COVID-19, los gobiernos deben tener claro que al momento los 7,708,825 casos confirmados y las 334,812 defunciones, y con un elevado exceso de mortalidad, no pueden pasar en vano y ser una compleja, dolorosa y amplia experiencia para implementar políticas sanitarias en tiempo y forma.

No podemos dejar pasar de lado que nuestra mayor exigencia a los gobiernos tanto federales como locales, debe ser enfocada en la vacunación como pilar preventivo y atención médica oportuna y de calidad.

Preocupa que los gobiernos, ante notificaciones de organismos internacionales de inicios anticipados de co-circulación de virus como sincital respiratorio, influenza, coronavirus, entre otros, no apresuren las campañas de vacunación sobre todo en población de mayor riesgo. Además, se advierte poco interés por invertir en biológicos actualizados, en su caso para COVID-19, y preocupa la constante reducción de presupuesto para el programa de vacunación.

Preocupan los más de 50.4 millones de mexicanos con carencia social en la vertiente de acceso a los servicios de salud (Coneval 2023), pues recordemos que ante una infección respiratoria es crucial su atención profesional de manera oportuna. Nos queda mucho por conocer y sobre todo por aplicar lo aprendido. Por lo pronto a cuidarse y en la primera oportunidad a vacunarse.

Excelente inicio de semana.

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