La Guardia Nacional, más que combatir delincuentes y grupos armados, controla migrantes y carreteras
Mathieu Tourliere
En junio de 2019, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador desplegó la Guardia Nacional para impedir el paso de las personas migrantes por el país, cediendo así al chantaje del entonces presidente estadunidense Donald Trump.
A partir de ese momento, el cuerpo militar se convirtió en la principal fuerza antimigrante del país; el año pasado, sus soldados detuvieron a 177 mil 166 migrantes, 432.5% más que en 2021.
Todavía el año pasado, mientras los 104 mil 207 uniformados de la Guardia Nacional capturaban a 485 migrantes por día, detuvo a 2 mil 814 personas por su presunta participación en diversos delitos –principalmente robo y narcomenudeo–,59.9% menos que el año anterior, de acuerdo con un informe que dio a conocer hoy el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI).
Los datos del organismo autónomo muestran que la Guardia Nacional –bajo la administración de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena)– se dedica principalmente a controlar los flujos migratorios y a vigilar las carreteras, no tanto a combatir a los grupos armados que operan en el país, aunque el año pasado nueve de sus integrantes fallecieron en los 128 enfrentamientos registrados.
De hecho, mientras la Guardia Nacional cuadruplicó las detenciones de migrantes, se cayeron sus incautaciones de drogas en el país: confiscó 71 kilógramos de fentanilo –contra 168 kilogramos en 2021–, 9 toneladas de marihuana –contra más de 15 toneladas un año antes–, 712 kilogramos de metanfetaminas –contra 4.7 toneladas–, 1.3 toneladas de cocaína –contra 2.2 toneladas– y 44 kilos de amapola –contra 135 kilos–.
Según el INEGI, el año pasado la Guardia Nacional reportó la detención de 38 personas por delincuencia organizada, 126 por robo de combustible, 166 por tráfico de drogas, y 440 por posesión de armas; también decomisó 90 mil 332 objetos, incluyendo mil 424 armas de fuego –862 largas y 562 cortas– y 4 mil 604 vehículos.
La Guardia Nacional y el muro de Trump
Desde antes de su creación, en enero de 2019, la Guardia Nacional era presentada por López Obrador como la pieza clave de la nueva política de seguridad de México.
Fundada como un cuerpo civil adscrito a la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), la Guardia Nacional sustituyó a la Policía Federal (PF) en la tarea de prevenir y combatir los delitos en el país.
Sin embargo, en junio de 2019, ante el incremento de llegadas de migrantes a la frontera sur de Estados Unidos, Trump amagó con imponer aranceles a las importaciones de productos mexicanos para obligar el gobierno de López Obrador a cambiar su política migratoria.
El entonces canciller Marcelo Ebrard Casaubón viajó a Washington de urgencia y acordó con el equipo de Trump que 26 mil soldados de la Guardia Nacional vigilarían las fronteras de México para impedir el paso a los migrantes.
Acto seguido, López Obrador nombró a Francisco Garduño Yáñez al frente del Instituto Nacional de Migración (INM), donde colocó a militares al frente de las delegaciones regionales.
En una suerte de mando conjunto, la Cancillería y la Sedena se hicieron cargo de la política migratoria: la primera como instancia de coordinación, y la segunda como brazo operador, lo que se confirmó con el traspaso formal de la Guardia Nacional a la Sedena, en el verano de 2022. Nunca vi a nadie doblarse tan rápido”, comentó Trump tiempo después.
Baja rendición de cuentas
Los datos del INEGI muestran que la Guardia Nacional realiza sus labores migratorias con baja rendición de cuentas, pues de las 177 mil 166 detenciones de migrantes que reportó en 2022, no especificó la entidad federativa en que se realizó la captura para 151 mil 388 registros. En otras palabras: sólo dio información sobre 15% de los arrestos; de estos, la mayoría fueron en Baja California, Nuevo León, Veracruz y Jalisco.
Según el INEGI, los soldados de la Guardia Nacional estuvieron involucrados en 128 enfrentamientos armados en 2022, principalmente en Michoacán (20), Jalisco (19), Sonora (17) y Zacatecas (14), así como en Hidalgo, San Luis Potosí, Sinaloa y Tamaulipas (6 en cada uno); de estas balaceras resultaron 37 civiles terminaron muertos, 16 lesionados y 143 detenidos.
El organismo también recalcó que, en 2022, la Guardia Nacional recibió 4 mil 371 quejas contra sus integrantes y sancionó a 10 mil 507 de ellos.