Héctor Cárdenas: disfrazado crecimiento económico del 3.3 por ciento
Álvaro Aragón Ayala
Para Héctor Cárdenas Rodríguez, delegado en Sinaloa de la Asociación de Centros Cambiarios, el “superpeso” mexicano “se aprecia más por dos motivos principales: uno, que el dólar se debilitó otra vez entre las monedas internacionales más importantes, y que además se espera que la reserva federal de los Estados Unidos ya no suba sus intereses este año; dos, porque se está tomando en cuenta el crecimiento que tuvimos en el tercer trimestre pasado que fue de 1 por ciento y no se toma en cuenta el decrecimiento que va de este cuatrimestre”.
“Ya en octubre subió en México la inflación 4.25 por ciento y continuó al alza la primera quincena de este mes ubicándose en 4.32 por ciento. Los productos y servicios están aumentando, o sea, ahora nos volvemos a alejar del rango requerido de Banxico del 3 por ciento. La verdad veo claro que el 2024 no le llegaremos a ese rango y también lo dudo para el 2025. Subieron los alimentos, los restaurantes, loncherías, el transporte, la electricidad, vivienda, educación y otros. El interbancario terminó en $17.11 y en Banamex $17.55”, explicó.
Precisó “en el año vamos creciendo 3.3 por ciento, pero lo que no nos dicen es que aquí se incluyen todas las inversiones o gastos que se están yendo a las construcciones de las 2 principales obras emblemáticas, improductivas y de relumbrón de la autollamada 4T; estos gastos representan aproximadamente un 1 por ciento del PIB. La construcción en un año ha subido más de un 24 por ciento debido a estas obras que ya han costado más de 800 mil millones de pesos, mientras que la construcción privada sigue en decadencia, aunque argumentan que se levantará un poco con la reconstrucción de Acapulco, pese que no haya recibido apoyo gubernamental, ni un cinco de los más de 9 billones del presupuesto para el 2024”.
Cárdenas Rodríguez manifestó que “vemos una desaceleración considerable en las manufacturas, los servicios, el transporte y otros. El turismo que andaba bajo se verá más lesionado con la catástrofe de Acapulco y sectores importantes como son la salud y la educación no avanzan, y cuando éstos no crecen, significa que la economía anda mal. No obstante, pues, los ‘otros datos’ nuestra economía anda maltrecha, lo que nos confirma que los intereses altos, la inflación de los alimentos y servicios, y el ‘superpeso’ nos sigue afectando negativamente ya que reduce las exportaciones y nos resta competitividad”.
Además – puntualizó –“reduce el ingreso de las familias que reciben remesas; éstas son las principales causas de la desaceleración con la que iniciamos el cuarto trimestre que esperemos mejoren el número con el ‘Buen Fin’ pasado y el ya próximo diciembre porque planes y estrategias de crecimiento y desarrollo no hubo, no hay, ni habrá. El único plan es el gasto, el despilfarro y el apoyo gubernamental a los que les llaman ‘programas de Bienestar o apoyo social’ que son disfraces para que voten por Morena en la próxima elección presidencial. Y no hay otro plan. ¿Y la economía Apá? Entonces vemos que realmente no crecemos al 3.3 por ciento como nos dicen los otros datos, con el gasto en las obras faraónicas nos disfrazan los números”.