Rocha le jugó chueco a la comunidad de la Universidad de Occidente
Álvaro Aragón Ayala
Rubén Rocha Moya engaño, le juegó chueco e insultó la inteligencia de la comunidad de la Universidad Autónoma de Occidente al violentar su autonomía y aplicar un mecanismo inconstitucional, atentatorio a la Ley General de Educación Superior (Ley federal), para ratificar como Rector a Pedro Flores Leal, salido de un ilegítimo proceso de elección, y orientar una tramposa reforma a la Ley Orgánica de la Universidad Lince. El gobernador operó para sepultar el reclamo de destitución del Rector, “darle gato por liebre” a los universitarios y consolidar el control político-administrativo de la institución desde el Tercer Piso del gobierno del estado.
El amañado proceso para sostener al Rector y modificar la Ley universitaria se basa en la Ley Estatal de Educación Superior o “Ley Rocha” declarada inconstitucional en materia de autonomía y violatoria a la Ley General de Educación Superior por un Juez de Distrito. La ley estatal decretada por Rocha autoriza la irrupción ilegal de los diputados del Congreso Local en las Universidades Públicas Autónomas. “La Ley Rocha” es rechazada por la UAS, la ANUIES, la UNAM, la UDUAL y la CONTU. Los legisladores violaron la ley federal al dirigir una consulta universitaria que debería ser normada exclusivamente por el Consejo Universitario.
En efecto: en apego a la ley federal, corresponde únicamente a los universitarios con el aval de su Consejo Universitario elaborar el proyecto de reforma a la Ley Orgánica de la UAdeO y después entregarlo al Congreso del Estado para su análisis, aprobación o rechazo. Los diputados del Congreso Local se metieron a la Universidad, organizaron la consulta, “seleccionaron” las opiniones y propuestas, y fueron los legisladores, no los universitarios, quienes determinaron que reformar, quitar o adicionar y que no, violando el régimen autónomo de la Universidad Lince.
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EL GOBERNADOR LES VIO LA CARA DE TONTOS A LOS UNIVERSITARIOS
Con la complicidad de algunos liderazgos universitarios, el gobernador sofocó la exigencia del cese de Pedro Flores, electo por la Junta de Gobierno, cuyos integrantes violentaron la normatividad para extenderle el nombramiento. La designación del Rector fue ilegal porque el proceso electivo estuvo viciado de origen. Sin embargo, Rubén Rocha finteó a los universitarios con el cuento de una reforma a la Ley Orgánica que fue entendida como la puerta que se abriría para destituirlo. No se percataron de que se trataba de una mascarada rochista.
Así, violando la ley federal que impide a los legisladores penetrar al campus a suplantar a los universitarios en la organización, vigilancia y dictaminen de las encuestas internas, el
el gobernador usó la “Ley Rocha” que un Juez de Distrito impidió aplicar en la Universidad Autónoma de Sinaloa, para controlar el sondeo universitario en la que amenazó y pisoteó a los estudiantes para orientar una reforma a modo de la Ley Orgánica, cuyo contenido contempla el manipuleo estudiantil dentro de un viejo sistema de simulación democrática en la elección de directores de Unidades Académicas y del Rector.
En la reforma a la ley, pese a que establece el voto unitario de los universitarios, se elimina el término de una campaña abierta y se fija el método de las comparecencias, obvio, de los candidatos que serán designados no por la comunidad universitaria, sino por el gobernador y el Rector en turno. Pedro Flores se queda porque fue electo para un periodo determinado y las reformas no tienen el carácter retroactivo. El periodo del Rector termina el 4 de enero del 2028. A los universitarios se les jugó chueco y el dedo en la boca. El gobernador se revuelca de la risa.
