Asoma la represión y la criminalización de los líderes de los productores agrícolas
Álvaro Aragón Ayala
Desesperados por el crecimiento de las manifestaciones de protesta de los productores de maíz y trigo que demandan precios justos a sus cosechas, el gobierno de Rubén Rocha Moya busca implementar un montaje para criminalizar a los agricultores en lucha y justificar la represión y la disolución con el uso de la fuerza policial de los plantones que se mantienen en Pemex Topolobampo, Guamúchil y Culiacán.
La incursión de agentes del Ministerio Público Federal para encarar a los dirigentes de los maiceros y trigueros lleva implícita la orientación de la judicialización-criminalización de los liderazgos de los contingentes que tienen tomadas las plantas de petróleos, una vez que falló la amenaza de desalojo y hostigamiento policial a ras de tierra. El montaje gubernamental es apoyado mediante un proceso de linchamiento público de los liderazgos.
La versión oficial para dar sustento a la represión y la deslegitimización de los productores agrícolas en protesta es que son manipulados por “intereses externos aviesos” y de que están causando desabasto de gasolina y diésel, la cual no concuerda con la realidad porque los agricultores han rechazado el apoyo de partidos y figuras políticas para no contaminar el movimiento y el suministro de combustibles no ha fallado en Sinaloa.
El montaje propagandístico gubernamental tiene como propósito culpar a los propios agricultores de estar generando una crisis que afecta “a terceros” para justificar la represión y el armado de carpetas de investigación federal por el bloqueo a instalaciones “de seguridad interior”. El traspaso de las acciones legales a la Federación tiene la carátula del “lavado de manos” del gobernador Rubén Rocha Moya.
La estrategia implementada mediante la deslegitimación y judicialización pretende causar terror entre los productores en protesta para debilitar el movimiento bajo argumentaciones que no buscan la solución a la demanda de los precios de las cosechas de maíz y trigo, sino buscar las vías para “tronar” las protestas agrícolas. La represión judicial y policial ronda las cabezas de los líderes de los plantones, que ya advirtieron que no darán ni un paso atrás en sus exigencias.
