Embiste la 4T a la Iglesia…
Enrique Aranda
A nadie desde el púlpito se invita o instruye a votar por un determinado partido o candidato.
A Arturo Díaz de León, amigo. Nuestra solidaridad.
Empeñada, por un lado, en recuperar la paz social perdida ante la fracasada estrategia de abrazos (y) no balazos asumida por el declinante gobierno en su trato con las bandas del crimen organizado y, por el otro, en reconstruir el tejido social gravemente “lesionado” por la política de polarización-confrontación entre sectores, alentada por Andrés Manuel López Obrador desde su tradicional púlpito mañanero, la jerarquía católica está asumiendo ahora un inusual protagonismo que no parece agradar mucho a las huestes del oficialismo.
Para nadie es una sorpresa, ya que en pleno proceso electoral federal, sacerdotes, cardenales y obispos de aquí y allá han levantado la voz para exigir condiciones para el ejercicio libre del voto por parte de la ciudadanía –invitando a ésta a sufragar en libertad– y garantías para la realización de tal ejercicio en paz y con pleno respeto y que ello, como era obvio prever y ocurrió, molestaría a una autoridad autocrática y en extremos sensible que más pronto que temprano optaría por intentar, primero, acallar las críticas de los ministros de culto –católicos en especial– y, al no conseguirlo, por amenazarlos y aplicarles, incluso, una ley que, desde su muy particular perspectiva, les impide hablar sobre temas presumiblemente “políticos”…
Tal es la situación que hoy, a escasos 20 días antes de la realización de los comicios del 2 de junio, medio centenar de sacerdotes de las distintas diócesis y/o arquidiócesis del país han sido denunciados por supuestos delitos electorales, de manera tal que su libertad y ejercicio ministerial hasta estarían en riesgo aun cuando, digámoslo claro, ello no ha callado a los directamente señalados ni impedido el surgimiento de nuevas voces que continúan exigiendo al gobierno el término de la violencia criminal que mantiene al país literalmente “ahogado en sangre” e insistamos, condiciones para el libre ejercicio del voto, al margen de toda acción de compra y/o manipulación-condicionamiento del mismo… particularmente entre los sectores mayormente marginados.
A nadie desde el púlpito se invita o instruye a votar por un determinado partido o candidato, no, como evidencia el que al más alto nivel de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) se haya decidido tomar cartas en el asunto y, bajo la coordinación del obispo titular de la diócesis sufragánea de Izcalli, Francisco González Ramos, abogados especialistas en los temas citados atienden y llevan los casos citados, destacando la no violación de ley alguna por el hecho de invitar a la sociedad a ejercer su voto en libertad, al margen de temores o amenazas alentadas desde las posiciones del lopezobradorismo más radical.
El asunto dará de qué hablar. ¡Y mucho!…
Asteriscos
* De llamar la atención la decisión de exgobernadores de Chihuahua –el panista Francisco Barrio y los priistas José Reyes Baeza y Patricio Martínez, entre ellos– de reunirse en el marco del actual proceso electoral para conversar sobre la situación política prevaleciente en México. Un acierto el encuentro a realizarse hoy, igual que el acuerdo de no invitar al impresentable y oportunista neomoreno Javier Corral…
Veámonos el miércoles con otro asunto De naturaleza política.
Con información de Excélsior