Derrota o anulación, el peor escenario

Joaquín López Dóriga

La Constitución se ha vuelto la loca de palacio.
Florestán.

 El presidente López Obrador, violando en forma reiterada la ley, ha promovido el triunfo de su candidata presidencial, Claudia Sheinbaum y, por ende, la derrota de la abanderada del frente opositor Xóchitl Gálvez.

          De esto hay constancia en el INE con al menos 56 señalamientos y, lo más grave por sus implicaciones legales, en el Tribunal Electoral que ha registrado 17 infracciones que, en el momento de calificar la elección podría fallar su ilegalidad y, por ende el desconocimiento del triunfo de la candidata que el INE declare ganadora.

          Este es, reitero, un escenario creado por el mismo López Obrador a partir de la reforma que logró en 2007 cuando tras el proceso de 2006 y la intervención del presidente Vicente Fox al pedir a los votantes que no cambiaran de caballo a mitad del rio, que derivó en su ¡Cállate chachalaca! llevó al Tribunal Electoral a considerarla como violación a la ley, pero insuficiente para alterar el proceso, y procedió a declarar su legalidad y a Felipe Calderón presidente electo, con .56 por ciento de ventaja.

          Todo esto lo recupero porque hoy López Obrador solo está dispuesto a reconocer su triunfo electoral en la presidencia y en la Ciudad de México.

          No ser así, lo que hoy todavía se vé inviable en el primer caso, pero no en el segundo, nos llevará a una crisis constitucional, política y social no vista.

          ¿Por qué? Porque López Obrador nunca va a aceptar, por todo lo que le va en ello, una derrota de Morena, que sería su derrota, personal y política, y para evitarlo está a lo que sea y con toda la fuerza del gobierno.

          Ese escenario ya lo tiene visto, previsto y preparado.

          Pero el país y los mexicanos no, por lo que estaríamos en la víspera de una tormenta inédita y de dimensiones inimaginables, porque para él solo hay un escenario tolerable: su triunfo electoral en la persona de su candidata, toda vez que hemos visto que jamás ha reconocido un resultado electoral en el que no gane.

          Y ahora va con todo y por todo.

RETALES

  1. CDMX.- Lo mismo sucedería de perder la Ciudad de México, que su grupo gobierna desde hace 27 años y que, a diferencia de la presidencia, sí está en riesgo. Y esto obligaría a Claudia Sheinbaum a montarse en el arrebato presidencial, lo que daría otra dimensión a su victoria;
  2. SILENCIO.- Alfonso Durazo presionó al INE que prohibió a Lilly Téllez suspender su participación en el programa de Ciro Gómez Leyva en Radio Fórmula. Hoy la buscaré para conocer sus recursos ante este atentado a la libertad; y
  3. AMÉN.- Cuando en el Congreso sus servidores aprobaron la cancelación del horario de verano, AMLO dijo que volvíamos al horario de Dios. Ahora, con los apagones invoca a los elementos, es el calor, es el viento, solo le falta el agua y la tierra, pero nunca sus decisiones de gobierno.

Con información de López Dóriga Digital

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