Las fiscalías estatales, un verdadero desastre

Antonio Quevedo Susunaga

En Sinaloa hay añoranza de un buen gobernador, que atienda los graves problemas de Sinaloa, la violencia del narco, el abandono del sector agrícola y los productores de maíz, el olvido al sector pesquero con todo su potencial, y no se diga, el gran potencial turístico.

Las reformas del Poder Judicial que inició el gobierno de Andrés Manuel López Obrador deben ser extensivas a los 32 estados en las fiscalías estatales, que son un verdadero desastre, empezando por la de Sinaloa, en donde la fiscal Sara Bruna, nada tiene que hacer ante importante institución. Obviamente que esto obligaría a que el gobernador Rubén Rocha Moya, saque las manos, al igual que Enrique Inzunza, que han hecho de la administración de justicia en Sinaloa, un verdadero desastre.

Los operativos de Marina y el Ejército mexicano que se despliegan en Sinaloa demuestran el desorden del gobierno de Rocha, quien no tiene la capacidad ni de estar informado de los operativos de las fuerzas federales que tienen acorralada la ciudad de Culiacán.

El recuento de muertos en Culiacán continúa; sin embargo, las declaraciones de la fiscal, Sara Bruna, brillan por su ausencia, aunque los medios de comunicación muestran una larga lista de homicidios y mutilados, sin que haya una explicación de la fiscal.

El poder Judicial en Sinaloa siempre ha tenido padrino, ahora es Enrique Inzunza, que incluso, toma decisiones por encima de la fiscal, esto es muy grave.

El próximo gobernador que elijan los sinaloenses va a tener que realizar el trabajo que el gobernador Rocha Moya dejó pendiente, que usa como “cortina de humo” el pleito con la UAS con el fin de no tocar el pleito del narco.

La gente de Rocha, que desea ser candidatos a gobernador, como es el caso de la senadora Imelda Castro, ni siquiera se atreve a tocar el tema, es una aspirante alejada de los ciudadanos, que elegir sería un error como el que cometimos al elegir a Rocha Moya.

La realidad es que Rocha no tiene idea de qué hacer por Sinaloa. La última Semanera deben verla para que observen sus limitaciones y sepan quién es ese gobernador que se dice de la izquierda y ex rector de la UAS.

La otra fiscalía que debe cambiar es la General de la República, en donde Alejandro Gertz Manero, no sirvió, es un fiscal que seguramente no entró a romper los grandes intereses que dominan dicha dependencia y que la tienen secuestrada.

Los gobernadores de Morena han visto con mucha complacencia el manejo de las fiscalías estatales, situación que debe cambiar de inmediato y dejar de ser un “garrote” que defiende los intereses del ejecutivo estatal.

Actualmente, en Sinaloa, el papel más relevante realizado por el Poder Judicial y la fiscalía, es perseguir a los universitarios, inventar delitos para citar al doctor Jesús Madueña, a Robespierre Lizárraga y a Héctor Melesio Cuén y su hijo entre otros.

Es claro que el gobierno federal está enterado de los excesos de Rocha Moya, que usa estos poderes para tratar de lograr el control de la UAS, cosa que no será posible lograr ni en los tres años que resta su administración, es más fácil, que metan a la cárcel a Enrique Inzunza por las acusaciones que tiene en su contra.

El otro aspecto relevante es que las fiscalías estatales queden niveladas administrativa y constitucionalmente en el mismo esquema que la fiscalía federal, creo que eso puede ayudar para que los ciudadanos puedan beneficiarse de éste importante poder.

En este gobierno está demostrado que cualquier denuncia o demanda que se presente contra el gobernador Rocha Moya, no procede o han llegado al grado de negarse a recibirla, qué esperanza que los ciudadanos puedan tener la protección de la justicia estatal.

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