Otra burla brutal de Rubén Rocha hacia las mujeres
Juan Manuel Partida Valdez
Porque no tiene llenadera y su cinismo es descomunal, sucedió ayer otra burla brutal de Rubén Rocha a las mujeres de Sinaloa.
En un acto oficial, de cara ante toda la sociedad.
La imagen del presídium ilustra toda la desvergüenza de un gobernador que públicamente se confesó como protector de acosadores sexuales.
Un sistema de injusticia estatal que con el mayor de los descaros mantiene en la impunidad a varios acosadores y abusadores.
Comencemos precisando que el evento oficial fue una sesión del sistema estatal para prevenir, atender, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres.
Reunión presidida por Rubén Rocha Moya, solapador de su secretario general Enrique Inzunza y del alcalde de Culiacán Juan de Dios Gámez.
La mesa principal estuvo de peluche, con cientos de años de cárcel sumados entre sus integrantes.
Junto al narco que comanda la cofradía de la mano caída, el chaquetas Inzunza, acusado penalmente por violencia contra las mujeres.
También María Teresa Guerra quien como secretaria “de las mujeres” traicionó a numerosas féminas que fueron víctimas de políticos amigos del gobernador.
Más de lo mismo, con Eneyda Rocha Ruiz, una corrupta al frente del DIF Sinaloa que ha sido omisa ante denuncias de abusos sexuales contra menores de edad.
Cerramos esta lista con doña Sara Bruna Quiñónez, la fiscal de justicia que se negó a recibir denuncias de víctimas de acosos y abusos sexuales.
Eso de “prevenir, atender, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres” es una burla muy cruel.
Rubén Rocha y sus rufianes -hombres, mujeres y diversos- han pisoteado los derechos de las mujeres de Sinaloa.
Para lo único que han servido es para presumir que están a favor de la legalidad y de los derechos humanos, con un accionar en completo sentido contrario.
CHOLLET Y SUS INSULTOS, POR ARRODILLAMIENTOS
Maribel Chollet Morán me señaló ayer como soberbio al refutarle su aseveración de que la militancia del PRI es la que lleva las riendas en ese partido.
Que las dirigencias se conducen en apego a lo que deciden las bases.
Tuve que señalar su cinismo, y se indignó.
Es un insulto al sentido común y a la inteligencia común asumir, como hace doña Maribel, que en el tricolor hay democracia.
Que los militantes son los que mandan.
No sé qué es más grande, si las ganas de seguirnos viendo la cara de tontos o el cinismo del que hacen gala.
Por eso están tan jodidos en ese partido, porque no entienden que no entienden.
Calladita debiera andar doña Maribel, porque tiene una historia llena de contradicciones.
Un día grita a favor de algo y luego en contra de lo que antes apoyó.
Aplausos o chantajes, según convenga, para conseguir los beneficios de la robolución.
Callar o gritar, dependiendo de lo que le niegan o le dan.
Ahí están los hechos, y mientras más se le rasca más mugre aparece.
Con información de Altoparlante