¿Novedades Fiscalía General de la República?
Alfonso Carlos Ontiveros Salas
¿Para qué generar la mediatización de actos ministeriales con motivo de las investigaciones del homicidio del Mtro. Héctor Melesio Cuén Ojeda?
El sigilo en las investigaciones criminales es una característica que debe preservarse para no contaminar los actos y se garantice en todo momento el debido proceso y el respeto a derechos fundamentales.
Transcurre un mes y las especulaciones con relación a esos hechos se mantienen día a día. La Fiscalía General de la República tiene que evitar que las diligencias trasciendan porque no solo contaminan la investigación, sino que se pone en riesgo la seguridad de personas. La prontitud del esclarecimiento de los hechos traería tranquilidad social y familiar, pero sobre todo resolver la duda si el tentáculo criminal salió de las esferas del poder político estatal.
Las redes sociales y los diversos medios de comunicación no han sido éticos en el manejo de la información. Difunden sus pareceres con un ánimo perverso para desfigurar la información y darle un sentido equivocado a las hipótesis que se manejan.
No debe dejarse, por un lado, que hay medios informativos, periodistas, columnistas e incluso caricaturistas que han agarrado partido por los buenos “sobres” que reciben para construir mensajes que están muy lejos de la verdad. Una información lamentablemente mercantilizada.
La demora en las investigaciones hace que los fusileros que abundan en las redes avienten sus mensajes de odio en contra de quien proyectó a la Universidad Autónoma de Sinaloa, una institución digna para la juventud sinaloense y plataforma educativa para formarse en la carrera profesional de sus preferencias.
La muerte del Mtro. Héctor Melesio Cuén Ojeda fue bien planeada. No quisieron dejar huellas que identificara a sus autores. Fueron cuidadosos en la forma de cometer el crimen. La mentalidad perversa en la ejecución del mismo ató hilos que pendían de horrendos poderes fácticos. La fuente creadora del delito se encuentra sumida en las sombras. Tiene temor a delatarse.
La Fiscalía General de la República debería hacer un llamado enérgico para que medios de comunicación, periodistas y demás persona que ejerzan esa función, dejen de difundir notas especulativas porque lejos de abonarle confianza a la investigación lo que buscan es embarrarle cochambre para evitar que se descubra a los autores del crimen.
Ese llamado, de ninguna manea atentaría con la libertad de expresión y el derecho indiscutible a la profesión del periodismo. Que se difunda la verdad, que haya objetividad en sus notas y que la ética sea la esencia de sus comentarios. Hay contenidos periodísticos que dan vergüenza en la forma de exponerlos y más por quienes se dicen ser fenómenos en la destreza escrita.
Toda esa trama tejida en las redes sociales y de notas periodísticas subsidiadas por el gobierno, además de constituirse en un factor de distracción en las investigaciones, quieren aprovecharla para provocar confusión en la comunidad universitaria rosalina con una muy trillada consulta con fines reformatorios a la Ley Orgánica de la Universidad Autónoma de Sinaloa.
Esa legión hermanada por la maldad debería ser escudriñada por la Fiscalía General de la República para descartar toda complicidad en el crimen de su odiado enemigo universitario Héctor Melesio Cuén Ojeda. Todo es posible si se considera que aun en el momento de su velación persistían en su necedad de que estaban dadas las condiciones para reformar la mencionada ley.
La sospecha es posible, cuando ese mismo grupo guiado por alguna mente criminal, determinó llevar a cabo una consulta a la comunidad universitaria rosalina, precisamente este día lunes 26 de agosto en que se pone en marcha por las autoridades universitarias el ciclo escolar 2024-2025.