El desabasto de medicinas vuelve a agudizarse
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Fernanda Rangel
En noviembre pasado, la Secretaría de Salud anunció que haría una compra complementaria de medicamentos y equipo médico para la adquisición de mil 601 claves de productos (100 millones de piezas) que permitiera paliar la falta de productos.
Eduardo Clark, subsecretario de Integración y Desarrollo del Sector Salud, dijo esta mañana en el noticiero del periodista Ciro Gómez Leyva que de los productos adquiridos en la compra complementaria 42 millones ya están distribuidas en hospitales.
“Son piezas en particular de dos tipos de productos, algunos oncológicos que nos faltaban, y en otro caso, los medicamentos antidiabéticos. Sí tuvimos un problema de abasto”, dijo.
Medicinas, del bolsillo de los enfermos
Cero Desabasto, colectivo que monitorea el fenómeno, reportó que durante 2023 el desabasto de medicina en México afectó principalmente a padecimientos de la salud mental, enfermedades neurológicas, cáncer, diabetes y trastornos reumáticos; Patricia vive con depresión y diabetes.
Las cifras de 2024 aún se están elaborando, pero los reportes sobre falta de medicamento no han cesado.
Durante los más de seis meses que Patricia lleva sin medicamentos ha tenido que decidir entre pagar la luz o comprar insulina u otro medicamento, porque gana dos mil pesos a la semana y no le alcanza para comprar todo.
Sólo puede acceder a tratamientos constantes si el gobierno se los facilita, señala.
Desde los 17 años Patricia se apoya del sistema de salud, a esa edad la diagnosticaron con fibromialgia y diverticulosis. Poco después de cumplir 40 años desarrolló diabetes tipo 2 y a sus 54 años cayó en depresión por la preocupación de no tener dinero suficiente para cubrir las medicinas que el sistema de salud no le da.
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Esfuerzos estériles
Los proyectos como la Mega Farmacia, la entrada y transición de un nuevo gobierno, la creación del sitio www.recetacompleta.gob.mx y la Estrategia nacional de compra complementaria para surtir insumos médicos para 29 instituciones de salud no han sido suficientes para resolver el amplio desabasto de medicamentos en el país, señala Frida Romay, coordinadora del colectivo Cero Desabasto.
Explica en entrevista con La Silla Rota que “simplemente no hay” muchos de los medicamentos que los hospitales y unidades de atención médica públicas y privadas y que la compra complementaria no solucionará el desabasto de medicamentos.
También dijo que las vías jurídicas que toman algunas personas para acceder a sus medicamentos, no funcionarán, ya que “aún cuando el juez le ordene al director del hospital entregar el medicamento, él no podrá hacer mucho porque de plano el medicamento no lo hay”.
La Silla Rota solicitó a la Secretaría de Salud un comentario sobre las denuncias de falta de medicamentos, pero no obtuvo respuesta.
Pacientes, organizaciones y médicos denuncian desabasto
La coordinadora de Cero Desabasto dijo que los pacientes y sus familias son los primeros en denunciar la falta de medicamentos porque la sufren de primera mano, pero también hay un respaldo de organizaciones de sociedad civil e incluso algunos médicos del sistema público de salud mexicano se han unido.
“Tenemos a todas las personas involucradas alzando más la voz. El trabajo de denunciar la falta de insumos y presionar al sector salud debe continuar” dijo Frida Romay
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No tiene medicinas y ahora tampoco confianza en la farmacia del hospital
Patricia no está afiliada a un sistema de seguridad social y atiende sus padecimientos en el Hospital General de México, del sector Salud.
En entrevista aseguró que los médicos son buenos y que no ha tenido ningún problema con ellos, pero cataloga al personal de la farmacia como “medio déspota” y ha llegado a pensar que le mienten sobre la inexistencia de la medicina.
La desconfianza en el personal de la farmacia empezó cuando una de las médicas le mostró a Patricia lo que debía tomar. Tras revisar su computadora le dijo que había piezas en existencia, pero en la farmacia le dijeron que no había.
Patricia relata que ha regresado al hospital en más de 15 ocasiones y en ninguna han tenido en existencia insulina, pregabalina, sitagliptina, fluoxetina, bezafibrato e incluso paracetamol.
En la casa de Patricia no hay refrigerador, de modo que necesita insulina en pluma, que no requiere refrigeración. Cuando el sistema de salud sí le daba su medicina recibía la presentación en pluma, pero el hospital le informó que esa se había terminado.
Cero Desabasto le donó la insulina y sitagliptina para tratar su diabetes, pero en presentación que requiere refrigeración, por lo que tuvo que encargar sus ampolletas a la vecina.
Patricia dijo que hizo “circo, maroma y teatro” para tomar su insulina en tiempo y forma, ya que su vecina salía mucho y cuando sí estaba a ella le daba vergüenza “estarla molestando” para que la dejara pasar por su medicina.
“Ya estoy acostumbrada a vivir sin todo mi medicamento, pero no debería”, concluye Patricia tras más de seis meses sin sus tratamientos completos.
Con información de La Silla Rota