AMLO y Gatell: rebrotes de impunidad

Francisco Ortiz Pinchetti

Además de ser los responsables directos de más de 300 mil muertes que pudieron evitarse durante la pandemia del COVID-19 en nuestro país, Andrés Manuel López Obrador y su Doctor Muerte, Hugo López-Gatell, deberán responder también, algún día, por los millones de víctimas de los efectos secundarios de su indolencia y en especial de la infame y criminal destrucción del Sistema Nacional de Vacunación.

Ambos disfrutan su impunidad. López Obrador se mantiene oculto, supuestamente en su refugio chiapaneco de Palenque. López-Gatell, marginado como un apestado de la actividad política en el actual sexenio, evidentemente repudiado por la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo (con quien tuvo diferencias precisamente por el manejo de la pandemia cuando ella era Jefa de Gobierno de  CDMX), acaba de reaparecer hace cuatro días  como Patiño en un sketch, durante el programa  Operación Mamut del canal 11 de la televisión oficial,  ¡haciéndose el chistoso! 

La decisión de los entonces Presidente y su subsecretario de Salud de suspender las campañas masivas de vacunación durante la pandemia del COVID-19 tuvo consecuencias negativas de gran alcance para la salud pública de México. Aunque la prioridad inmediata era combatir el COVID-19, la interrupción de otros programas de inmunización dejó a la población vulnerable a brotes de enfermedades prevenibles por vacunación, como el sarampión, la tos ferina, la difteria y la polio. Estos brotes podrían haber sido evitados con la continuación de las campañas regulares de vacunación.

Hace apenas unos días se confirmó, en efecto, el regreso de enfermedades que ya habían sido erradicadas en México gracias a las intensas campañas de prevención a través de la aplicación masiva de prebióticos, sobre todo, entre la población infantil. Usted, yo, nuestros hijos quedamos a salvo de males tan peligrosos como la  tosferina y  el sarampión… que ahora regresan. 

Obvio: quienes se llevan la peor parte son los niños menores de cinco años, la población más vulnerable y con mayor riesgo de mortalidad en caso de contagio, a diferencia de la población adulta, con síntomas más leves.

Los bajos índices de vacunación son la principal causa de que estas enfermedades estén volviendo con más o menos intensidad en distintas zonas del país, especialmente en Chihuahua, en el caso del sarampión, además de Oaxaca. En el caso de la tos ferina, los brotes se concentran en Nuevo León, Ciudad de México Aguascalientes y Oaxaca, aunque hay más estados de la República  afectados.

Según el Observatorio Mexicano de Vacunación, citado por El País, solo el 8.8 por ciento de los niños de hasta dos años están vacunados. El porcentaje asciende hasta el 25 por ciento entre los menores de tres años y sube hasta el 36.3 por ciento entre los de cuatro, pero –ojo– en ningún caso alcanza siquiera la mitad de la población, según el último reporte, de diciembre de 2024.

Ante la amenaza que representan esos rebrotes, ahora sí, México retomará este mes de abril las desaparecidas Semanas Nacionales de Vacunación, según anunció el Secretario de Salud Federal, David Kershenobich durante la conferencia matutina de la Presidenta en Palacio Nacional. Dijo que la Primera Semana Nacional de Vacunación 2025 tendrá lugar del 26 de abril al 3 de mayo de 2025.

El titular de Salud no lo mencionó así, pero estas campañas intensivas de prevención, que no se realizaban aproximadamente desde la pandemia, vuelven ahora en medio de un brote de tos ferina y sarampión que llevó el mes pasado al Comité Nacional para la Vigilancia Epidemiológica (Conave) a mandar una alerta por el aumento de casos: 288 de tos ferina, 43 de sarampión. En el caso de la tos ferina, además, se ha reportado ya la muerte de un bebé de mes y medio.

Se aplicarán a la población general hasta 14 vacunas, que incluyen la polio, el sarampión, la tuberculosis, el tétanos neonatal, la rubéola congénita y diversos tipos de neumonías. El subsecretario de Integración y desarrollo de Salud, Eduardo Clark, aseguró  que han solicitado 313 millones de piezas que corresponden con el abasto de un mes y medio. Se han recibido ya 74 millones y esperaban recibir los 239 restantes, dijo, entre el 18 y el 30 de marzo.

En víspera de la reanudación de las campañas de vacunación, para colmo, la Secretaría Anticorrupción y Buen Gobierno (SAGB) determinó anular en su totalidad el proceso de licitación pública internacional para la adquisición de medicamentos, insumos médicos y material de curación correspondiente al periodo 2025-2026, tras detectar irregularidades por parte de los estatales Laboratorios de Biológicos y Reactivos de México (Birmex), aunque no se precisa si esa cancelación incluye a las vacunas. La Secretaría de Salud (SSa) aseguró no obstante ante este nuevo escándalo de corrupción que el abasto de medicamentos “está garantizado”, que ya se emitieron órdenes de suministro suficientes y que existe tiempo suficiente para la entrada en vigor de nuevos contratos.  Veremos.

La suspensión de los programas masivos de vacunación fueron parte del desmantelamiento criminal del sistema de salud mexicano llevado a cabo por el primer Gobierno de la cuatroté, como lo fueron también la supresión del Seguro Popular y el desabasto de medicamentos. La creación del fracasado Instituto Nacional para el Bienestar  (Insabi) y la instalación en Huehuetoca de la Megafarmacia del Bienestar –que surtiría oportunamente medicamentos a 20 mil unidades médicas en todo el país y beneficiaría a 70 millones de mexicanos–, formaron parte de la delirante ocurrencia de contar con un sistema de salud “mejor que el de Dinamarca”.  Ahora López-Gatell juega en la televisión a “resucitar” a un muerto mientras su jefe y protector, oculto en la selva… se hace el occiso. Válgame. 

DE LA LIBRE-TA

DESAPARICIONES ¿VOLUNTARIAS? Qué bueno que la Presidenta de México descalificó y puso en su lugar al Comité contra la Desaparición Forzada (CED) de la ONU, que se le ocurrió asegurar que en nuestro país la desaparición forzada es “sistemática y generalizada”. Claudia fue contundente: “En México no hay desaparición forzada desde el Estado”. Ni por acción ¿ni por omisión?  Seguramente las 127 mil personas desaparecidas oficialmente reconocidas lo son todos por su propia voluntad. 

Con información de SinEmbargo

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