El reparto de la mazorca municipal en Ahome

Álvaro Aragón Ayala

Escudado en el discurso de la magnificación del segundo piso de la Cuarta Transformación, el alcalde sustituto de Ahome, Antonio Menéndez del Llano Bermúdez, salido de una decisión del Congreso Local, no de una elección popular, desgrana la mazorca municipal y reparte las primeras semillas, socavando su legitimidad en la imposición de nuevos funcionarios del ayuntamiento que reflejan demasiada fragilidad ideológica e inconsistencia política.

El jefe del ejecutivo municipal no ha mandado ninguna señal sólida de que ejercerá un buen gobierno; por el contrario, ofrece, en una primera instancia, rasgos embusteros, trayendo personajes de afuera del municipio para que integren su gabinete, relegando a cuadros locales importantes del Partido Movimiento de Regeneración Nacional que creyeron -y aún creen- que merecen una oportunidad para formar parte del ayuntamiento.

En la tesorería municipal empotró a Roberto Morales Leyva, quien fungió como director de egresos del ayuntamiento de Mazatlán, con un pasado que es urgente escrudiñar, para saber a ciencia cierta quien es el personaje que manejará el presupuesto local. En Ahome es un desconocido que ya lanzó su primera perla verbal. “No traemos indicaciones de practicar auditorías”, dijo.

En la dirección de Turismo instaló a Nidia Ariadna Carrera Ugalde, de El Fuerte, municipio del cual emigró dejando atrás una estela de escándalos. Allá ejerció, durante el periodo del otrora panista Víctor Sarmiento, como una especie de segunda dama salida de un concurso de belleza. Ya fungió también en el “alteño” municipio, sin pena ni gloria, como directora de Turismo.

De Los Cabos, Baja California Sur, el presidente interino se trajo a Jorge Isaac Islas Arredondo y lo instaló en la dirección de Servicios Municipales. Allá funcionaba como encargado de Despacho de la Dirección de Administración y Finanzas del OOMSAPASLC, dependencia símil de la Junta Municipal de Agua Potable del Municipio de Ahome. Hay, sí, más nuevos funcionarios municipales, cuya hoja de servicios es muy cuestionable. 

El alcalde sustituto, Antonio Menéndez del Llano, decidió sumar-incorporar, pues, a la repartición de la mazorca municipal a personal foráneo, sin arraigo territorial, sin congruencia política, sin apego a los sectores productivos y alejado de la base local morenista, lo cual podría generar consecuencias que deben ser consideradas. Ya se palpan brotes de desaliento entre simpatizantes de la 4T.

Quienes no son oriundos o bien no están enraizados en Ahome pueden carecer de conocimiento profundo de los problemas, necesidades y dinámicas sociales, económicas y políticas del territorio, que dificultará la toma de decisiones efectivas. Además, al no tener conexión emocional ni empatía con la población local, los foráneos frecuentemente enfrentan dificultades para ganarse la confianza y la aceptación de la ciudadanía.

El reparto de la mazorca municipal entre los foráneos o los desarraigados puede considerarse también como una falta de respeto hacia los talentos locales y obviamente genera críticas sobre la falta de inclusión y representación. Igualmente, socava la legitimidad del mandatario municipal sustituto y dificulta su capacidad para gobernar de manera efectiva.

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