Fallan los constructores de la imagen de la planta de amoniaco de Topolobampo
Álvaro Aragón Ayala
El proyecto de la planta de amoniaco en Topolobampo avanza a “paso de tortuga” porque desde un principio falló y sigue fallando la difusión del estatus empresarial de Gas y Petroquímica de Occidente -GPO-. La imagen de la compañía ganó terreno como si se tratara de un ente dañino a las comunidades aledañas a industria.
Los yerros del área de comunicación de la empresa vararon la proyección de la verdadera imagen social y económica y de los beneficios que generaría o generará en el noroeste del país y a nivel nacional la instalación y operación de la fábrica de amoniaco.
El equipo de comunicación de GPO, empresa mexicana subsidiaria de la Holding Suizo-Alemana Proman, líder a nivel mundial en la producción de metanol y amoniaco, no sabe socializar la imagen de alto calado de la compañía porque no ha valorado en su justa dimensión el poder de los medios y porque desconoce la idiosincrasia de la población que se dice será afectada por el ambicioso proyecto.
La industria tiene programado producir 2200 TM/Día de amoniaco anhidro, insumo base en la producción de fertilizantes. El proyecto incluye otra planta que produciría metanol. La compañía es estigmatizada por el Grupo “Aquí No” y por ecologistas “externos” que quieren a toda costa frenar el desarrollo industrial de la región y del país.
GPO ha tratado de difundir que el abasto de amoniaco en México es estratégico para poder producir los alimentos que requiere el país y que la producción de amoniaco en México es igual a cero, lo que obliga a que se importe el 100 por ciento del requerimiento del fertilizante.
Con este proyecto, sostiene GPO, se beneficiará a los agricultores de los estados de Sinaloa, Baja California y Baja California Sur, Sonora, Chihuahua, Durango, Zacatecas, Nayarit, Jalisco y Michoacán, lo que abrirá la posibilidad de que los productores agrícolas que menos tienen accedan a este insumo básico para mejorar su productividad.
Pero, la falta de experiencia e ingenio del área de comunicación, ha metido a GPO en un estado de crisis. A estas alturas la compañía no posee un manual para enfrentar los riesgos de comunicación externa o para desmentir a los críticos por sistema del proyecto de la planta de amoniaco.
Las decisiones que ha tomado Gas y Petroquímica de Occidente en el campo de la gestión de la comunicación han fallado. La reputación de la empresa ha sido lacerada al censurarla como una planta ecocida, que traería contaminación y muerte a la región.
Para GPO la construcción de una mala imagen le sigue acarreando problemas para la instalación de la planta porque “Aquí no” y los ecologistas no afines al proyecto han socializado una opinión e imagen mental negativa de la industria, debido a la ausencia o mala comunicación.
El activo más importante que tiene una empresa es su reputación y su imagen corporativa. Pero esta puede ser atacada actualmente tan solo con un “clic”. GPO no ha puesto atención a este problema. La construcción de una imagen positiva es diaria y lleva toda una vida y destruirla, unos pocos segundos.