Entre murallas y policías, Senado aprobó esta madrugada reforma a Guardia Nacional; pasa a Sedena
Alejandro Páez
Cercado por murallas en sus alrededores, contingentes policiacos y hasta explosiones de petardos, el Senado de la República aprobó esta madrugada la reforma a la Guardia Nacional con lo cual esta corporación pasa a control de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y la faculta para de investigar delitos.
Con 86 votos a favor, 42 en contra y 0 abstenciones se reunió la mayoría calificada para la aprobación en lo general este reforma.
“La investigación de los delitos corresponde al Ministerio Público, a las policías y a la Guardia Nacional, en el ámbito de su competencia, las cuales actuarán bajo la conducción y mando de aquel en el ejercicio de esta función”, establece el dictamen.
En un ambiente polarizado y entre advertencias de la oposición por los riesgos que implica esta militarización, Morena perfilaba la mayoría calificada para dar “luz verde” a esta reforma a fin de que los 120 mil elementos de esta corporación desplegados en 150 regiones críticas del país, pasen a control del Ejército a través de la Sedena.
El dictamen establece que la Federación “contará con la Guardia Nacional, fuerza de seguridad pública, profesional, de carácter permanente e integrada por personal de origen militar con formación policial, dependiente de la Secretaría de la Defensa Nacional para ejecutar la Estrategia Nacional de Seguridad Pública en el ámbito de su competencia”.
También, se faculta al Congreso de la Unión para expedir leyes que regulen y establezcan requisitos y límites para la participación del Ejército, la Armada de México y Fuerza Aérea en materia de seguridad interior y en tareas de apoyo a la seguridad pública.
La presidenta de la Comisión de Puntos Constitucionales, la morenista, Ernestina Godoy, rechazó que con esta reforma se militarice a la Guardia Nacional.
“Aunque existen preocupaciones sobre la militarización parcial de la Guardia Nacional, las reformas constitucionales garantizan un control civil y el respeto a los derechos humanos, estableciendo mecanismos claros de supervisión y coordinación entre los distintos niveles de gobierno. Dada la situación actual en seguridad y violencia, la creación de la Guardia Nacional y su integración en el marco constitucional es una medida justificada para proteger a la población y garantizar la paz”, aseveró
La senadora de Movimiento Ciudadano, Alejandra Barrales, lamentó que con esta reforma se concrete la militarización del país.
“Con esta reforma, estarán materializando el más grande anhelo de la derecha: militarizar al país”, sentenció.
Su compañero, Luis Donaldo Colosio Riojas, afirmó que esta reforma “es el último clavo al ataúd de la seguridad civil en México”.
Con esta reforma, la persona titular de la Comandancia de la Guardia Nacional, que debe ostentar el grado de general de División de la Guardia Nacional en activo, será designada por la persona titular de la Presidencia de la República, a propuesta de la persona titular de la Sedena.
En tanto no exista personal con formación de Guardia Nacional con la mencionada jerarquía, esta designación recaerá en un general de División del Ejército, capacitado en materia de seguridad pública
Además, el Ejecutivo Federal dispondrá lo conducente para que el personal procedente de la extinta Policía Federal cese de prestar sus servicios en la Guardia Nacional y quede adscrito a la Secretaría de Seguridad Pública, conservando sus derechos laborales adquiridos.
El personal que pertenezca a los organismos especializados podrá continuar prestando sus servicios en la Guardia Nacional de manera temporal conforme a los convenios de colaboración que para tal efecto se formalicen entre las secretarías de la Defensa Nacional y de Seguridad y Protección Ciudadana.
Se transferirán a la Secretaría de la Defensa Nacional los recursos presupuestarios y financieros que correspondan para cubrir las erogaciones por concepto de servicios personales de la última plantilla general de plazas aprobada a la extinta Policía Federal y de confianza, así como los gastos de operación de la Guardia Nacional y los recursos materiales destinados a su operación, con excepción de aquellos requeridos para el personal que continuará bajo la adscripción de la Secretaría de Seguridad Pública.
El personal naval que actualmente forma parte de la Guardia Nacional permanecerá integrado a esta.
Con información de Crónica