Que al Quimico la Fiscalía le adelantó su “navidad”
Felipe Guerrero
Hace unos días, la Fiscalía General del Estado le adelantó su Navidad al Químico Luis Guillermo Benítez, a quien envió una notificación judicial para efecto de empezar a enfrentar las múltiples denuncias penales en su contra.
Fuentes de la Fiscalía me informan que próximamente se estaría solicitando la renuncia a la Secretaría de Turismo del Químico, quien a partir de enero estaría enfrentando los juicios correspondientes.
Más allá de los juicios legales pendientes, no hay día en que no brote el cochinero que dejó el Químico en el Ayuntamiento de Mazatlán, lo que es lógico si solo a la mitad de este año se gastó todo el presupuesto dejando, además, un déficit financiero cercano a los 600 millones de pesos. Es decir, a parte de que se gastó todo el presupuesto en menos de seis meses, no ha podido comprobar en qué se fue ese dinero.
Dejó el Ayuntamiento tronado, sin obras, sin equipamiento para operar (Sin dinero para pago de sueldos y aguinaldos, sin patrullas, carros de la basura, vehículos de trabajo, maquinaria etc.) y sin que se sepa hasta ahora el destino de millones de pesos. Todo esto sin contar las anomalías financieras e ilegalidades registradas por la Auditoría Superior del Estado en el presupuesto del 2020 y 2021.
Funcionarios y empleados de la Secretaría de Turismo, dan cuenta que el día de la notificación judicial, el Químico hizo surco entre el baño y su oficina, solo rodeado por Nayla Velarde y Zaira Hernández, por cierto los tres relegados y acotados, sin presupuesto (¡Ay nanita!) y sin agenda.
Me dice un funcionario de Turismo: “El Químico es un Secretario que en realidad no es tal. Por indicaciones de ‘arriba’, le está prohibido acudir a eventos importantes y, si asiste, no tomar la palabra. Se ve cansado y dado al traste y de aquel Rock Star y galán de barrio solo queda el mal recuerdo”.
Si las notificaciones de la Fiscalía son para que el Químico comparezca, significa que el gobernador Rubén Rocha ha reconsiderado su postura, totalmente desgastada, de frente a la exigencia de los mazatlecos, los que pueden aguantar vara pero no se doblan, no olvidan, menos cuando se encuentran frente a una urna electora