“Retirar las armas de las calles y destruirlas, factor clave para reencontrar la paz social”
Mario. D. Camarillo
“Reencontrar la paz y tranquilidad de los ciudadanos en sus comunidades es un factor indiscutible para toda sociedad, y el aporte del Ejército Mexicano contra la violencia en las calles es contribuir con el retiro de las armas que han causado daño y proceder a su destrucción”, dijo en entrevista con Crónica Cristóbal Luviano Atilano, Mayor de Materiales de Guerra del Ejército Mexicano, quien explicó a este diario en un recorrido por el módulo de centro de Logística I en la Base Aérea Militar número 1, en Santa Lucía, Estado de México, el proceso con el que mensualmente se destruyen 300 armas de distintos calibres, en su mayoría armas largas y cortas, así como 100 mil cartuchos que fueron detonante de violencia.
“El Ejército Mexicano cuenta con personal especializado en el área de Materiales de Guerra y dentro de sus funciones, en este caso para la destrucción de armas previamente se les capacita. En este módulo participan 30 elementos que son distribuidos en las distintas tareas, y de manera incluyente trabajan de forma coordinada hombres y mujeres”, destacó el Mayor Cristóbal Luviano.
Este alto militar destacó que el objetivo es responder sin titubeos a los reclamos de la sociedad y una forma de contribuir es participar en la disminución de la violencia que persiste en las calles del país y ello se puede lograr con la destrucción de armas que han sido decomisadas por las distintas autoridades, ya sean Fiscalías estatales o las policías de los estados y municipios y que las hacen llegar a las 48 bases militares para su aniquilación.
Recepción
“El primer paso es la recepción y dictamen técnico para cotejar el estado en el que se llega este armamento, se valora el que es inutilizable y que será destruido. Previamente se toman fotografías y se cotejan todos los datos de cada una de las armas en sus distintos calibres para ser llevadas a un almacén donde ya se encuentran otros lotes de armamento listo para su destrucción”, señaló.
El Mayor del Ejército Mexicano destacó que “las armas que aún pueden ser utilizables se separan y son enviadas a otras áreas donde se almacenan para posteriormente ser exhibidas y no para reutilizarse, ya que sus capacidades ya están deterioradas y no hay la certeza de que puedan funcionar”.
En el mismo tenor, este Mayor del Ejército Mexicano subraya que este “programa de destrucción de armas se realiza durante todo el año, tiempo en el que se recibe el armamento decomisado por las autoridades competentes de todo el país y en lo que respecta a este módulo, en Santa Lucía, se cumple mensualmente con la destrucción de un estimado de 300 armas y 100 mil cartuchos de distintos calibres”.
“De acuerdo con estadísticas del Ejército Mexicano, las armas que en mayor cantidad llegan decomisadas para su destrucción son las armas largas, a diferencia de las cortas que son las que se entregan en menor cantidad”.
Antecedente
El Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) refiere que en lo que va del actual gobierno federal, de diciembre de 2018 a junio de 2022, el Ejército Mexicano y la Fuerza Aérea han decomisado 13 mil 047 armas largas, 7 mil 654 armas cortas y 5 millones 899 mil 059 cartuchos útiles de diferentes calibres, mismas que han sido detonante de violencia en estos casi cuatro años de gobierno.
El Mayor Cristóbal Luviano destacó que “el Ejército Mexicano lleva a cabo la destrucción del armamento y colabora también en el proceso de reciclaje de los desechos que resultan de esta proceso, como son la madera, plástico, acero, fierro y antimonio, que componen un arma; y una vez que se destruye este material se clasifica, organiza”.
“Hablando de lo que son las partes de madera se trituran y sepultan, con lo que se contribuye a la preservación del medio ambiente. Asimismo y con el fin de participar con el tema del reciclaje, el plástico también es triturado y se ocupa en varios usos, lo mismo que el desecho ferroso que se clasifica por tipo de material, acero, aluminio, antimonio y se concentra en la industria militar para su posterior fundición, con lo que concluye en su totalidad la destrucción de un arma de fuego”.
Usos
Sobre este punto, el Mayor Cristóbal Luviano subrayó que “tras la fundición del material ferroso el Ejercito Mexicano le da diferentes usos a estos materiales, ya sea para elaborar monumentos o para algunas partes de fierro que no requieran características especiales. Otro uso es para realizar figuras artísticas y para esto se invita a artistas para que utilicen ese material y elaboren sus obras, ya sean estatuas, figuras representativas de los Estados que luego son exhibidas, así como obras que incluso son presentadas en instalaciones militares y que fueron realizadas con estos desechos, como pueden ser escudos nacionales, soldados, animales, entre otros”.
¿Ciudadanos se han acercado al Ejército Mexicano para entregar armas que consideran que es peligroso tenerlo en sus hogares?
“Contamos con el programa de canje de armas voluntario con la instalación de módulos en todo el territorio nacional. En este módulo para el canje de armas las personas pueden acercarse con toda confianza y entregar las que poseen en sus hogares y por el intercambio de estas armas pueden recibir una retribución.”
Asimismo, el Mayor Cristóbal Luviano reiteró que “el Ejército Mexicano en su compromiso con la sociedad busca a través de estas acciones reducir la violencia y evitar los accidentes que pudieran ocurrir con este tipo de armamento dentro del hogar”.
La Crónica
