“Sin salud mental no hay desarrollo”: especialistas piden a estados aprobar y actualizar sus leyes
Dalila Sarabia
Como parte de los trabajos para echar a andar el nuevo modelo de atención a la salud mental, el cual tiene el propósito de que la atención se brinde en comunidad a fin de evitar el internamiento, es necesario no solo que los estados destinen mayores recursos, sino que cuenten con una legislación clara y acorde a las recientes reformas a la Ley General de Salud.
“No todos los estados tienen leyes que tengan un enfoque a la salud mental y entonces la Ley Federal es un impulso para que los estados que no lo tengan empiecen a desarrollar todos los aspectos necesarios sobre la salud mental dentro de sus leyes generales”, subrayó el psiquiatra José Javier Mendoza Velázquez, director de la coordinación de estrategias nacionales de la Comisión Nacional contra las Adicciones (Conadic).
“Y bajo la misma perspectiva, que aquellos estados que ya las tienen y no están en este tenor de la ley, se guíen a través de las modificaciones a la Ley General de Salud para poder hacer las modificaciones necesarias en sus estados y que trabajemos todos hacia el mismo camino”, agregó.
Animal Político publicó que solo 17 de las 32 entidades del país cuentan con una ley en materia de salud mental, pero ninguna de ellas contempla las mismas directrices, ni siquiera del presupuesto que disponen destinar para la atención de la salud mental de los ciudadanos. De hecho, algunas entidades contemplan que se destinarán recursos para la salud mental dependiendo de la suficiencia presupuestal que tengan al año.
En este contexto, el especialista, quien además trabajó en el diseño del nuevo modelo de atención a la salud mental, señaló que el poder transitar a un nuevo modelo de atención a la salud mental en donde el paciente reciba atención desde el primer nivel no llegará a buen puerto si los estados no asumen las acciones que desde el nivel federal se están impulsando.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), los países deberían destinar idealmente el 10% de la totalidad de sus presupuestos en salud solo a la atención de la salud mental de la población, sin embargo, en países como México apenas se destina el 2% del presupuesto y de él, el 80% se ocupa en la operación de los hospitales psiquiátricos.
“No debe ser solo ese 2% del presupuesto que se destina a la salud mental (…) deberíamos equiparar por el nivel e impacto que genera, así que debieran alcanzar, al menos, el doble de lo que están destinando”, opinó el experto.
“Estamos convencidos que sin salud mental las posibilidades de desarrollo de una sociedad son menores”, sostuvo.
“El primer nivel de atención será primera respuesta”
En entrevista, el funcionario aceptó que la capacitación masiva de los profesionales de salud para atender la salud mental de los pacientes desde el primer nivel no será suficiente de inicio, pero eso no quiere decir que para quienes lo necesiten o bien, pacientes crónicos, no habrá especialistas en la materia disponibles para su atención.
Abundó que resulta fácil pensar que la solución sería abrir más plazas y contratar a más psiquiatras, sin embargo, no es tan fácil porque no hay personal que ocupe esos puestos porque no hay especialistas en la materia.
“Para las necesidades actuales deberíamos estar contratando otros 2 mil psiquiatras en el país, el problema es que no vamos a encontrar 2 mil psiquiatras (…) la producción, si lo podemos llamar así, es aproximadamente de 200 en el país por año. Es un recurso muy limitado, entonces, a pesar de que abriéramos plazas, a pesar de que tuviéramos espacio no habría quién las ocupara, por eso ha sido muy complicado”, expuso Mendoza Velázquez.
Es por ello por lo que se ha apostado a la capacitación masiva del personal de primer contacto como enfermeras, trabajadores sociales y médicos generales, pues en los últimos años los problemas de salud mental y de consumo de sustancias han crecido de forma exponencial.
Tan solo en el primer año de la pandemia de COVID-19, la OMS ha informado que los trastornos depresivos y de ansiedad incrementaron en 25% a nivel mundial.
“No se espera que el primer nivel de atención sea la única respuesta, sino que sea la primera respuesta”, subrayó el funcionario.
Insistió en que lo que se busca es brindar una atención más focalizada dependiendo de las necesidades y con ello hacer un correcto uso de los recursos económicos y humanos que se tienen para ello.
Por ejemplo, en ocasiones el paciente no requiere una intervención del tercer nivel, pero acude directamente a un hospital psiquiátrico, así que lo que se busca es hacer desde el primer nivel de atención un filtrado de los pacientes para que a cada uno se le atienda en el espacio más conveniente y con ello optimizar la operación de los sistemas de salud, particularmente en los estados.
“Quizá para algunas personas se solucione ahí mismo, pero otras deberán llegar al tercer nivel y lo que buscamos es que quien tenga que llegar sea quien realmente no lo puede solucionar en el punto inicial”, insistió.
Animal Político