Recomienda FMI “reformas estructurales adicionales” en México
El Fondo Monetario Internacional (FMI) reconoció que México mantiene un equilibrio en sus transacciones con otras economías, pero requiere “reformas estructurales adicionales” para mantener ese balance. Entre las recomendadas por el organismo se incluye la informalidad, la participación del sector privado en energía y cambios en la estrategia comercial y de gobernabilidad en Petróleos Mexicanos (Pemex).
Los activos extranjeros en 2021 fueron principalmente inversión directa (18 por ciento del PIB) y reservas internacionales (16 por ciento del PIB), mientras los pasivos se conformaron principalmente por inversión directa (49 por ciento del PIB) e inversión de cartera (39 por ciento del PIB), detalla el organismo.
A la par, la deuda externa pública bruta se estimó en 23 por ciento del PIB a fines de 2021, de la cual aproximadamente una cuarta parte estaba compuesta por tenencias de bonos del gobierno en moneda local. A estas métricas se suma la línea de crédito flexible del FMI, a la que tiene acceso México y que “continúa brindando una protección adicional contra los riesgos extremos globales”, agrega el organismo.
No obstante, los grandes pasivos brutos de la cartera extranjera podrían ser una fuente de vulnerabilidad en caso de volatilidad financiera global, mientras por el tipo de cambio los riesgos son moderados, ya que la mayoría de las empresas mexicanas con deuda cambiaria tienen coberturas naturales y administran activamente estas posiciones.
El FMI prevé que en 2022 el déficit de cuenta corriente se amplíe, dado el incremento en los precios de materias primas, de las que México es un importador neto. “Se espera que otros efectos comerciales directos de la guerra en Ucrania sean insignificantes, dados los vínculos comerciales limitados con Rusia y otros países de Europa del Este”, abunda en su Informe Sector Externo.
No obstante, los subsidios a combustibles sí debilitarán los efectos de sustitución e ingreso de los precios más altos del petróleo y amplificarán su impacto en el balance de cuenta corriente, abunda el organismo. Con base en todos esos factores, se prevé que el déficit por cuenta corriente de 2022 aumente hasta 0.5 por ciento del PIB.
Agregó que el año pasado, México registró una pequeña cantidad de entradas netas en la cuenta financiera, pues el retiro de capitales aumentó respecto a 2020, debido tanto a mayores compras de activos extranjeros por parte de residentes como a mayores ventas de activos mexicanos por parte de no residentes.
Esas salidas se vieron contrarrestadas por un cambio en otros flujos de inversión y continuas fuertes entradas netas de IED. Esa fuerte presencia de inversionistas extranjeros deja a México expuesto a reversiones de flujos de capital y aumentos en la prima de riesgo, pese a los largos vencimientos de la deuda soberana, el mayor financiamiento interno y la resistencia en el sector bancario, advierte el FMI.
La Jornada