Arzobispo condena atentados del crimen organizado en frontera de México y Estados Unidos

Walther Sánchez Silva

Mons. Francisco Moreno Barrón, Arzobispo de Tijuana en la frontera de México con Estados Unidos, condenó la veintena de atentados perpetrados en distintos lugares del estado de Baja California.

En un comunicado publicado este 13 de agosto, el Arzobispo se refirió a los incendios de unidades de transporte público, iniciados por hombres armados en la tarde y noche del viernes 12 en Tijuana, Tecate, Ensenada, Mexicali y Rosarito.

“Repruebo este doloroso escenario que daña a toda la sociedad, que sufre las consecuencias de problemas que deben encontrar otros caminos de solución, nunca con la violencia que siempre genera más violencia”, resaltó el Arzobispo.

Según informa el diario El Universal, testigos de algunos de los hechos señalaron que los hombres armados detienen los vehículos, amenazan a los conductores, los obligan a bajar con todos sus pasajeros, para luego echar combustible e incendiar las unidades de transporte.

En su cuenta de Twitter, la gobernadora de Baja California, Marina del Pilar Ávila Olvera, condenó la violencia e indicó que “ya hay detenidos responsables de los hechos acontecidos. Es importante mantener la calma, los mantendremos informados”.

Mons. Moreno Barrón también pidió “conservar la calma” e “informarse a través de los medios oficiales o fidedignos de comunicación, evitar mensajes falsos o alarmistas y tejer redes de información verdadera y apoyo social”.

“Valoro y agradezco las iniciativas solidarias con miles de personas sin transporte público en las calles y buscando llegar a casa”, agregó.

Estos atentados ocurren un día después de la jornada de violencia en Ciudad Juárez, que dejó al menos 11 fallecidos.

Luego de asegurar que está atento a las indicaciones de las autoridades, el Arzobispo de Tijuana invitó a rezar la siguiente oración por la paz en México y en el estado de Baja California:

Señor Jesús, Tú eres nuestras paz,
mira a nuestra patria dañada por la violencia
y dispersa por el miedo y la inseguridad.

Consuela el dolor de quienes sufren.
Da acierto a las decisiones de quienes nos gobiernan.

Toca el corazón de quienes olvidan que
somos hermanos y provocan sufrimiento y muerte,
dales el don de la conversión.

Protege a las familias, a nuestros niños,
adolescentes y jóvenes, a nuestros pueblos y comunidades.

Que como discípulos misioneros tuyos, ciudadanos responsables,
sepamos ser promotores de justicia y de paz,
para que en ti, nuestros pueblos tengan vida digna.

María, Reina de la paz, ruega por nosotros
Amén

Aci Prensa

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