Un renacido Luiz Inácio Lula da Silva juramenta con la promesa de acabar el hambre
Luiz Inácio Lula da Silva ha jurado este domingo su cargo como 39 Presidente de la República de Brasil en la culminación de una ceremonia de investidura que marca el comienzo de su tercer mandato al frente del país con un mensaje de “esperanza y reconstrucción frente a la “devastación” que, asegura, ha dejado tras de sí su ultraderechista predecesor, Jair Bolsonaro.
“Nuestro mensaje a Brasil es uno de esperanza y reconstrucción”, ha proclamado Lula durante la ceremonia, en un discurso donde ha lamentado que “el gran edificio de derechos, soberanía y desarrollo que construyó esta Nación ha sido sistemáticamente demolido en los últimos años”.
“Es a la reconstrucción de este edificio que vamos a dirigir todos nuestros esfuerzos”, ha asegurado Lula tras firmar con un bolígrafo que recibió en 1989 de un asistente a un mitin en el estado de Piauí, con el que ha querido recordar a los residentes de esta población.
Posse de Lula na Presidência doBrasil https://t.co/eaMLYGLNCT
— Lula (@LulaOficial) January 1, 2023
El Presidente ha agradecido su victoria a la “conciencia política de la sociedad brasileña” y al “frente democrático” formado contra las “violentas amenazas a la libertad de voto” durante los comicios. “La democracia ha sido la gran vencedora”, ha manifestado.
Lula recordó su primer mensaje cuando llegó por vez primera al poder en 2003, cuya validez se ha visto obligado a mantener tras el mandato de Bolsonaro. “Dije que la misión de mi vida sería cumplida cuando cada brasileño y brasileña pudieran comer tres comidas al día. Tener que repetir este compromiso hoy es el síntoma más grave de la devastación que ha impuesto al país en los últimos años”, ha lamentado.
Junto a Lula también ha jurado su cargo Gerardo Alckmin como Vicepresidente del país en una sesión que ha comenzado con un homenaje al astro del fútbol Pelé, fallecido esta semana a los 82 años de edad.
Lula ya gobernó Brasil durante dos mandatos entre 2003 y 2010, años durante los cuales elevó la presencia internacional del gigante sudamericano, simbolizada en unos inéditos Juegos Olímpicos, y adoptó medidas para tratar de combatir la pobreza y reducir la desigualdad.