4 errores opositores frente a la 4T

Marcos Marín Amezcua

Como los opositores se ponen de a pechito, es normal que vayan dando trompicones. Cuando no en sus apreciaciones, los cometen con nota sobresaliente en sus declaraciones, invectivas, simulaciones o acciones que solo terminan por mostrarlos torpes y contrarios a los intereses mayoritarios. Así va el sexenio. Decepcionan al más plantado.

Así, no es de extrañarse 4 errores que han cometido en las últimas semanas. Es que se superan a sí mismos. Tales errores, son: 1) Marko Cortés diciendo que el PAN procesará (sic) la candidatura presidencial de 2024 desde esa frankeinsteniana alianza que se han montado: que ya provocó que respingaran Ruiz-Massieu y Paredes. 2) La UNAM pretendiendo echarle la pelota a la SEP, olvidándose de varios puntos que terminan por exhibirla si no rectifica. 3) El senador Martínez lanzando la tamaña gracejada de formular un juicio político a Esquivel y la remacha con una gracejada todavía mayor: el motivo que balbucea para entablarlo. Y 4) entregarle a Del Mazo la encomienda de que sea garante de la elección del Edomex. De risa loca.

¿Así o más equivocados los opositores en sus “estrategias”? sin ideas, se entiende que sí.

Y es que la candidatura única opositora de 2024 se antoja imposible. Ni el cacicazgo en Movimiento Ciudadano que mira para sus propios intereses, la favorece, ni los intereses de PRI y PAN son los mismos. Nunca lo son, pero se empeñan en decir lo contrario. Vamos, es lo mismo en sus dirigentes, que no líderes al no serlo, pues sí, así sí. Que ya luego militantes y simpatizantes pueden estar en otra sintonía y lo están. Mire que pedirle a los panistas que votaran a un priista y viceversa en 2024. Más incongruentes, no podrían ser. Lo que van a tener que tragarse para hacerlo. Allá ellos si lo permiten. No, no sería que lo hicieran por un actuar político. Sería una tontería y nada más. Una priista rezongaba que las tonterías las hacen los tontos y ella no lo es. Pues eso, tonterías, ya le digo y sí, las cometen los tontos. Hasta los que niegan serlo ante su vil comportamiento. Ya parece que el priismo no se involucrará en amañar esa candidatura o imponerla, si cabe.

Lo de Esquivel. LA UNAM sabe que ni su legislación ni la referida a las profesiones prevé quitar títulos, que debería, pero no lo hace. Y ¿qué cree? La Constitución desestima, impide aplicar legislación nueva a casos anteriores. La retroactividad de la ley. Así qué los enemigos de López usando a Esquivel se van a quedar con las ganas. A menos que violen otra vez una ley.  Sabe la UNAM que la SEP es su autoridad superior y que solo avala lo que las instituciones educativas consagran. La SEP no da títulos, solo los enumera con una cédula. Una leída somera a la legislación evitaría comunicados extraviados y pronunciamientos falsarios y juicios sumarios de opositores a López, usando el asuntito de ariete, pero estudiar implicaría pensar y leer y ahí está el detalle: a los opositores es pedirle peras al olmo. Si la UNAM le quita el título, se daría un balazo en el pie.

El discurso del rector Graue el viernes 20 de enero es mesurado y refleja el descubrimiento de que poco se puede hacer. Entiéndase de una vez por todas. Firme, anunciando que seguirá investigando casos similares, no anticipa sanciones puntuales que sabe inexistentes. Algún sabiondo dijo que hay evidentes faltas. Qué listo, qué descubrimiento. Pues bien, eso no está a discusión. Lo interesante es saber quién la cometió, porque todo indica que no fue Esquivel. La más débil a golpear, corriéndola, fue la asesora, corrida no sin antes advertirnos a todos, si quisimos oír, que prestó la tesis de Esquivel (se entiende, hecha primero) a otros para verla. Y alguien la copió, indebidamente.

De ahí se desprende que el plagiario sería el sujeto que titulado primero –porque reunía los demás requisitos que Esquivel no, pues le faltaba el servicio social– y no por titularse antes hay que desestimar que no pudo ser el plagiario, porque para titularse siempre se pueden atravesar muchas cosas y no anticipa que fuera el autor originario. Y de nuevo, si resultara que Esquivel fue la plagiada, ¿a que venía Sheridan solo a investigarla a ella si se presume que no sabía que era plagiaria? Eso se supo luego, a raíz de lo investigado. La investigó solo a ella ¿por qué solo a ella se lo pidieron y no a los demás candidatos a presidente de la Corte, cuando no sabía lo que iba a encontrarse? ¿fue consigna? ¿es que lo hizo porque hay quien balbucea que era la candidata de López? entonces ¿Sheridan tiene animadversión no confesada a López Obrador? Eso sería actuar parcialmente. Grave su proceder parcial si eso lo motivó y por eso, la investigó. Porque no sabía a priori de un plagio. A menos que confiese que sí y cómo lo sabía. Peculiar el proceder de Sheridan. Cuestionable. No, no es atacar al mensajero. Es evidenciar al ejecutor de un proceder extraño.

El impresentable y siempre muy cuestionable senador Germán Martínez nos tiene acostumbrados a hacer el ridículo. A alharacas y declaraciones desafortunadas. Su denostable trayectoria es su sello, es su marca. Pobre. Alega con menos tino que gracia que la razón que aduce para entablar juicio político a Esquivel y llevarse sus 5 minutos de fama, que como no sea por eso le viene escasa y sus méritos son muy dudosos, obedece que sea juzgada por la mala reputación que ahora tiene, cosa incompatible con el cargo de ministra. ¿Mala reputación? Qué soso. Si fuera por eso, el senador Germán Martínez ya hubiera enfrentado no uno, sino varios juicios políticos y con resultados contrarios a su personita. Bueno, pues que lo entable. A ver qué hace con eso. También para entablarlo se requiere de los votos legislativos que no tienen los opositores a López Obrador. También hay que recordárselo. Menos reflectores y más cerebro, senador y si no es mucha molestia, opositores.

Por último, mientras pululan los promos de la asignada priista a la gubernatura mexiquense, desbordados y que se nota están ya desde hace semanas, mucho antes de ser designada precandidata, los opositores dicen que esperan que Del Mazo sea garante de la elección. ¡Hombre! poner la Iglesia en manos de Lutero. Qué extraviados, qué parciales se vieron. Y qué amenaza para la democracia y acto bendecido por Córdova, ¡faltaba más! dejar como actor sustancial al gobierno saliente mexiquense. De verdad que entonces sí se requiere de una gigantesca movilización social a votar para vencer la elección de estado que fraguan los aliados del PRI en Edomex.

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