InDrive: plataforma de viajes, servicios sexuales y narcomenudeo

Jorge Bravo

Juan N, un conductor de la plataforma InDrive en Mérida, Yucatán, recibe una solicitud de viaje y la acepta. Al tratarse de una plataforma que permite realizar acuerdos por la tarifa de viaje entre conductor y pasajero, Juan hace una oferta económica para trasladar a su cliente, de nombre “Diversión”. Sin embargo, el pasajero no le envía una contraoferta, sino un mensaje peculiar: “Hola no es viaje, le interesa algo rápido, con mucha discreción, soy gay pasivo”. Juan N le responde: “No amigo esto es para trabajo serio (…). Suerte bro existe tinder” (sic.).

Como Juan, son decenas de conductores, pasajeras y pasajeros de InDrive quienes han denunciado mensajes, imágenes sugerentes, solicitudes íntimas e intercambio de pagos a cambio de servicios sexuales, así como comercio de estupefacientes.  

Estas prácticas de InDrive han sido denunciadas en grupos de Facebook y de Whatsapp a los cuales se tuvo acceso, en blogs y en la prensa de diversas ciudades del país, incluida la Ciudad de México, poniendo en riesgo a conductores, repartidores y usuarios, sin que las autoridades de movilidad o de seguridad pública hayan tomado cartas en el asunto.

Conductores y usuarios. Denuncias

InDrive es una plataforma de movilidad de origen ruso. Se distingue por su modelo de negociación de precios entre conductor y usuario para promover viajes sin un algoritmo. La aplicación inició operaciones en México en abril de 2018. Cuenta con más de 100 millones de usuarios en 45 países, entre ellos Argentina, Brasil, México, Guatemala, Colombia, Perú, El Salvador, Chile, Ecuador, Costa Rica, Panamá, Honduras y República Dominicana. 

Desde 2019 en Saltillo, Coahuila, proliferan las denuncias en grupos de redes sociales y periodísticas porque se utiliza la plataforma de InDrive para ofrecer servicios, realizar propuestas sexuales o para prostitución. La situación no es desconocida para las autoridades. En julio de 2022, el subsecretario de Transporte y Movilidad de Coahuila, Rodolfo Navarro, declaró a la prensa local que la plataforma no cumplía con los requisitos para operar y que había conductores y vehículos que funcionaban sin el debido registro: “InDrive no tiene ni oficinas en físico en México, no hay ni a quién ubicar”.

La práctica fetichista del Car Sex o realizar encuentros íntimos dentro de vehículos de plataformas no sólo sucede en México. En Cartagena, Colombia, le llaman “carrera feliz” cuando conductores de InDrive reciben mensajes de usuarios anónimos quienes ofrecen una alta tarifa para recibir un servicio que no sólo incluye el transporte, también un encuentro íntimo en el trayecto o en algún destino. Como en Colombia, en un grupo de Facebook en México se puede leer la pregunta: “Algún indriver para una carrera feliz” (sic.).

El modus operandi es semejante: los pasajeros solicitan viajes cortos a un mismo punto de origen. Como la app permite que los usuarios (conductores y pasajeros) envíen mensajes o imágenes al solicitar un vehículo, es cuando surge la oportunidad de revelar la verdadera intención: ofrecer servicios íntimos o pretender pagar la tarifa con favores sexuales. En un grupo de InDrive en la CDMX se denuncia: “Se está generando la búsqueda de sexo y prostitución en esta app”. 

La tecnología, la innovación y la confianza son los tres pilares sobre los cuales se sustenta la economía colaborativa y las plataformas de Internet. Como dijo el Premio Nobel francés, Jean Tirole, en su libro La economía del bien común, la confianza en la economía digital significa confiar en las plataformas de la web, en la fiabilidad de sus recomendaciones y en la confidencialidad de los datos.

Una empresa que recoge datos como InDrive o cualquier otra plataforma de Internet, “debe ser al menos responsable en parte del mal uso que puedan hacer de ellos aquellos a los que se les proporciona directa o indirectamente”, advierte Tirole. 

Los conductores de InDrive tienen acceso a datos personales de los clientes como números de teléfono antes, durante y después del viaje, lo cual es contrario a las mejores prácticas en materia de protección de datos en posesión de particulares. 

En capturas de pantalla se aprecian diálogos inapropiados, acoso y hasta envío de mensajes de voz a números personales. Algunos choferes colocan distintivos de colores como un listón amarillo en el retrovisor para indicar “que están dispuestos a pasarla delicioso”. Conductoras de Mérida refieren que han sufrido acoso por parte de pasajeros que conservan sus datos, denunciando en grupos el mal uso de sus datos personales. 

inDrive permite a los pasajeros comunicarse libremente y compartir los detalles de su viaje con familiares y amigos, por medio de Whatsapp o Messenger, dando a conocer el nombre del conductor, modelo y placa del vehículo, además de la ruta. 

InDrive.Daño a la confianza

Esta es la razón por la cual se encuentran en Internet y en grupos de redes sociales capturas de pantalla con perfiles de usuario con fotos explícitas de partes íntimas, de la comunidad LGBT, nombres de usuario como “Diversión” o diálogos conductor-usuario con contenido íntimo, como un cliente que quería pagar el servicio de transporte con servicios sexuales. El usuario de Twitter @Soyheri29 publicó en su cuenta: “Recuerden que ando de indriver de 8am a 6pm en Tepic Nay. Viajes morbosos costo extra, (no aplica con el conductor)!”

Las denuncias no sólo hacen referencia a servicios sexuales. Los usuarios también han solicitado estupefacientes dentro de la aplicación. En Nayarit, un usuario escribe: “alguien que me pueda conprar una bolsita de cristal y aqui se la pago le dare propinas” (sic.).

El narcomenudeo también se identificó en El Salvador, donde en 2018 la policía capturó a una banda dedicada al tráfico de droga a través del servicio de InDriver. El modus operandi se replica en otros países como Colombia o México, donde se identificaron capturas de pantalla donde  aclaran que “el pago sería con puro material (Kristal)”. 

Donde existen más denuncias de tráfico de estupefacientes a través de InDrive es Puerto Vallarta, Jalisco, donde el Secretario de Transporte, Diego Monraz Villaseñor, denunció en 2022 ante la Fiscalía del Estado a un líder de InDrive, Roberto Padilla Ponce, por la venta de hologramas falsos: “se dedicó a cometer fraude y aprovecharse de la buena fe de algunos conductores que querían trabajar bien, les vendió unos supuestos hologramas (…) evidentemente falsos”. 

Un tuit y comunicado de la Secretaría de Transporte de Jalisco no deja lugar a dudas sobre cómo se evade la regulación local: “Nos reunimos con conductores que se vieron afectados por colaborar con una plataforma no regulada, como #InDriver, les informamos la importancia de trabajar con las que tienen autorización y lo que implica brindar seguridad a los usuarios.” 

Paralelamente, la diputada local Mónica Magaña, declaró en radio: “Imagínate qué preocupante que la plataforma no está registrada, no sabemos nada de ellos; si algo te llega a suceder en ese trayecto, no va a poder hacer nada la autoridad porque se desconoce totalmente todo”. 

Los esfuerzos de autoridades se han identificado en distintos estados de la República. Fue el caso de Yucatán, donde el Instituto de Movilidad y Desarrollo Urbano Territorial del Estado de Yucatán (IMDUT) emitió un comunicado para informar a la población que la plataforma no cuenta con permiso y opera de manera irregular en la entidad, alertando del riesgo sobre su uso.

El fenómeno ya atrajo la atención del Congreso de la Unión. La diputada Joanna Alejandra Felipe Torres (PAN) propuso un punto de acuerdo donde hizo un llamado a los gobiernos estatales para que las plataformas de transporte cumplan con la regulación local y con el registro ante las autoridades. 

Aunque se refirió a todas las aplicaciones, la legisladora precisó que “los usuarios han denunciado a plataformas como InDrive por facilitar que a través de ésta se ofrezcan o soliciten prácticas sexuales. Asimismo, las autoridades han evidenciado que miles de vehículos y conductores vinculados a dicha aplicación están prestando servicios a pesar de no estar registrada como lo determinan las leyes correspondientes”.

En octubre de 2022 InDriver cambió su nombre a InDrive. Eduardo Abud, director de Relaciones Públicas de InDrive, declaró a La Vanguardia de Saltillo que “nos hemos percatado sobre la existencia de algunas personas, las cuales han hecho un mal uso de la aplicación, realizando solicitudes completamente fuera de lugar y que no van acorde con el propósito de nuestra compañía”.

Abud anunció desde 2020 la creación de un equipo de moderadores para verificar las fotografías de los usuarios y bloquearlos de la plataforma, en caso de enviar mensajes inapropiados. En 2023 las denuncias por servicios sexuales y tráfico de drogas siguen presentes. 

Recién en junio de 2023 en Cartagena, Colombia, se intensificaron las denuncias de conductores por acoso e insinuaciones sexuales dentro de la plataforma. InDrive se justificó repitiendo que “rechaza cualquier tipo de solicitud inapropiada y que vaya en contra de las normas y reglas de convivencia de una sociedad armónica (…). En caso de que algún pasajero o conductor realice comentarios inapropiados ya sea en la solicitud o en el apartado de evaluación, como es el caso de solicitudes sexuales, de inmediato se procede con el bloqueo de la plataforma.”

Aunque existen denuncias de acoso sexual o venta de estupefacientes en otras plataformas, dichos casos ocurren generalmente fuera de las apps y no dentro de la misma plataforma u ofreciendo servicios expresamente, como sí sucede con InDrive. 

Son numerosas las experiencias que se pueden encontrar en redes sociales y en declaraciones de autoridades en varias entidades que refieren que no conocen la plataforma ni saben cómo contactar a los ejecutivos de la empresa. 

Con una plataforma que evade la regulación o tolere malas prácticas, se daña la confianza en la economía colaborativa, en el momento que más beneficios puede entregar la tecnología y la innovación a la sociedad digital y, sobre todo, para la seguridad de sus usuarios.

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Twitter: @beltmondi

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